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Mari

Me desperté y lo primero que vi fue a Jimin profundamente dormido. Y vaya que se miraba lindo hasta dormido pero nadie puede verse tan bien durmiendo así que Jimin no será la excepción.

Tomé un jarro de agua que estaba en la mesa de noche y lo vacíe lentamente en la cara de Jimin.

—¡Ay! Maldita sea ¡¿Estas loca?! — gritó secando su cara y yo solo podía reír sin parar.

—Eso te pasa por quedarte en mi cama— seguí riendo.

—Igual me seguiré quedando aquí— hizo una mueca.

—Entonces te volveré a echar agua

—Tendré que hacer algo al respecto— dijo haciendo un movimiento para quedar sobre mi.

—¿Que estas haciendo? —me moví para safarme de él pero no podía.

—Mari— susurró en mi oído haciendo que todo mi cuerpo temblara y mi corazón saltara de mi pecho —¿Por que no sólo te dejas llevar?— dijo dando besos por todo mi cuello.

—Jimin— dije entre cortado — ¿Por que haces esto?

—No lo sé — mordió el lóbulo de mi oreja, haciendome dar un leve gemido —Solo quiero hacerlo—dijo con su voz ronca, esa voz que me hacia estremecer.

—Basta— hablé bajo. Pero a quien engaño, Jimin me encantaba y estaba provocandome muchas cosas en estos momentos.

—No— dijo para luego empezar a besarme. Y era un beso tan apasionado que me hacia perder el control, aunque mi mente decía que parara mi cuerpo no reaccionaba.

Sus besos fueron bajando hasta mis pechos que eran cubiertos por mi pijama. Jimin tomó mi camisa y la sacó lanzandola en algún lugar de la habitación, yo solo me dejé llevar y disfruté de todo el placer que me provocaban los besos de Jimin. Estaba cometiendo una locura pero como me encantaba

Mientras él besaba y recorría desde mi cuello hasta mis pechos, yo solo jugaba con su cabello mientras daba leves gemidos

Jimin subió a mi boca y empezó a besarme lentamente. Yo mordía su labio inferior haciendo que diera pequeños gemidos.

Mientras Jimin me besaba tomó mis manos y las unió con las de él a la altura de mi cabeza mientras seguía besandome como si no necesitaramos de aire.

No sé en que momento llegamos a tanto pero a la mierda, yo estaba disfrutando cada beso, cada caricia, cada rose de mi cuerpo con el de Jimin. No sé que vaya a pasar después de esto pero no quiero parar

Jimin dejó de besarme y empezó a dejar besos húmedos desde mi cuello hasta llegar a mi abdomen, donde besó y lamió. Seguro dejaría marcas pero eso es lo que menos importa ahora.

Hice un movimiento para quedar sobre Jimin, mi intimidad cubierta solo por un pequeño short rozaba con el miembro de Jimin que se iba haciendo cada vez mas grande.

Tomé su camiseta y se la saqué de un solo, luego empecé a besar desde su abdomen hasta llegar a su cuello, donde empecé a morder suavemente asegurándome de que no quedaran marcas

Él volvió a dejarme debajo de él yo solo sonreí y entrelace mis piernas en su cintura y él continuó besandome. Después de varios minutos así, podía sentir el miembro ya erecto de Jimin. Bajé mis manos hasta el cierre de su pantalón y lo desprendi.

Él se separó para quitarlo y quedar solo en boxer, me vio con una sonrisa ladina y empezó a recorrer mis piernas dejando besos por todo el camino hasta llegar a mi short el cual bajó de un solo con todo y braga. Después de aventar mi ropa quien sabe en donde empezó a besar mi intimidad, metía y sacaba su lengua haciéndome gemir y encorvar mi espalda producto de la gran excitación que sentía

Jimin me estaba volviendo loca, su acto me hacia sentir tanto placer que pensé que llegaría al orgasmo ahí mismo

—Hazlo ya— dije sujetándolo del cabello.

—Lo que tu digas preciosa — sonrió victorioso dando un pequeño beso en mis labios—Esto va doler un poco— susurró poniendo su miembro en mi intimidad— Si duele demasiado dime y me detengo, aunque me muero por estar contigo no quiero hacerte daño— habló viéndome tan tierno.

—Hazlo ya— dije agarrando sus brazos.

Jimin empezó a pasar su miembro por mi entrada y lo movía de un lado a otro. Yo me estaba volviendo loca y no paraba de gemir. Luego empezó a besarme mientras iba introduciendo su miembro lentamente, cuando ya estaba dentro de mi se quedó unos minutos sin moverse solo me besaba tratando de que mi dolor se fuera. Di algunos gemidos de dolor pero fueron ahogados por los besos de Jimin

Cuando ya me había acostumbrado a su miembro empezó con las embestidas, primero fueron lentas y luego fueron haciéndose mas rápidas

Mi habitación estaba llena de gemidos. Nuestros cuerpos se acoplaban tan bien, sentía su piel junto a la mía, sentía sus manos recorrer mis piernas y sus labios besar mi cuello. Esto era lo mejor del mundo, sentir a Jimin dentro de mi era increíble, jamás pensé tener mi primera vez con un amigo y menos con Jimin pero que mas da es lo mejor que he hecho

Después de varios minutos de completo placer ambos llegamos al orgasmo, Jimin se corrió y de inmediato sacó lentamente su miembro de mi intimidad

Ambos quedamos exhaustos, tirados en la cama viendo hacia el techo. Nuestro pechos subían y bajaban rápido y nuestra respiración era agitada.

Después de recuperar el aliento Jimin fue al baño a votar el condón y después volvió a la cama. Se acostó junto a mi y nos cubrimos con una sabana ambos estábamos cansados

—Me encantó — dijo rodeandome con sus brazos para pegarme a su cuerpo.

—Solo duerme—dije poniendo mi cabeza en su pecho y cerrando mis ojos para volver a dormir.

𝙎𝙤𝙡𝙤 𝙖𝙢𝙞𝙜𝙤𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora