Acuerdo

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Es ya la tercera semana que no puedo dormir bien. Me despierto en medio de la noche, aterrada por cómo puede existir alguien así. Esa niña, la de mi mismo salón, que por alguna razón tiene una malformación o algo así, se hace la víctima siempre. Me provoca nada menos que terror. Su única pierna, la forma en la que se desplaza de aquí para allá... Es simplemente espeluznante. En la clase la llamamos "La Sirena". Los adultos siempre le prestan más atención por su problema ese, todos los profesores simplemente la adoran, como si los tuviera bajo algún hechizo, como si fuera una bruja... o una sirena de verdad, de esas que encantan con su canto y luego hunden a todo el mundo. Esto solo hace que todos en el salón, yo incluida, la despreciemos aún más y continuamente se lo hacemos notar. Un ser así simplemente no debería existir. No es natural en lo absoluto.

Sé lo que mis compañeros dicen de mí. En general, lo que todos en el pueblo dicen de mí. Que soy una abominación, que soy un desastre desagradable y que no debería existir. No es fácil para mí existir como lo hago. Mi pierna y mi torso siempre me están doliendo y ya el doctor me dijo que no hay nada que puedan hacer. Mis padres no hacen más que llevarme a médicos para que me curen, pero no han podido encontrar una cura para mi continuo dolor. Me doy cuenta de las conversaciones y las peleas que tienen mis papás sobre que llevarme al médico los está dejando sin plata. De hecho, ayer escuché a mi padre decir que todo sería mejor si nunca me hubieran tenido. Supongo que no los puedo culpar. Son el hazmerreír de todos por mi culpa. Desearía que hubiera alguna forma de que todo cambiara, que mis papás me quisieran, que tuviera algún amigo, que este dolor horrible se fuera... Que todo estuviera bien.

No puedo continuar con esto. No quiero tener que volver a ver a esa niña. Es demasiado rara, demasiado insoportable. Hace días la escuché llorando después de que unos compañeros le hicieran una pequeña broma y encontré luego una nota que decía que quería que todo cambiara. Quería que le dejara de doler. Tal vez hubiera alguna forma de que lleguemos a un acuerdo entre las dos. Hablaré con ella para tratar de encontrar alguna solución que nos haga felices a ambas.

Una de mis compañeras me habló hoy. Dice que encontró mis notas, que quiere intentar ayudarme de alguna forma, a pesar de que no le caiga bien. Nunca creí que alguien me quisiera ayudar en serio. Dice que sabe la forma de hacer que el dolor se vaya y que todo sea mejor. Me explicó su plan y, aunque no me encanta la idea, ella tiene razón. No hay otra forma. Nos encontraremos esta noche en la casa abandonada que hay al lado de la escuela. Todo pasará allí y luego, seré libre y todo va a ser mejor.

Ya mi reloj tiene marcadas las doce. La Sirena llega en sus muletas, caminando hacia mí. Me da lástima que sea como es. En serio, solo quiero que todo mejore para todos, ella incluida. Este no es el método más lindo que hay, pero parece ser el único. Mi mamá siempre me ha dicho que ayude a los otros. Esta es la mejor forma que se me ocurre. Curando a esta niña de su desgracia. La amarro de la cintura con esa cuerda que siempre ha estado allí, la cual da la vuelta a una viga alta, y tomo el otro extremo. Comienzo a halar, levantándola del piso, centímetro a centímetro. Era bueno que ella fuera tan pequeña y delgada y yo fuera un tanto más grande. La Sirena, por un momento, sonríe, tal vez pensando en que pronto todo estaría bien, tal vez solo tratando de que su miedo se vaya. Mi corazón late rápido, pero esa sonrisa me da ánimos de seguir. Halo hasta que está en lo más alto, lo que tenía la intención de ser un cuarto piso.

Solo noto la madera del techo encima mío. Tengo un poco de miedo, pero en este punto solo quiero que el dolor se vaya. Mis brazos tiemblan un poco. No quiero mirar abajo, porque podría asustarme. Esta es la única forma que hay de que todo cambie, de que todo esté bien, de que mis papás puedan estar felices, que puedan comenzar de cero, de que mi dolor se vaya finalmente, de que me sienta mejor. Es la única manera... ¿o no?

¡ESPERA!

Suelto la cuerda antes de que termine la palabra. Veo como su cuerpo cae con velocidad hacia el suelo. Ya no hay vuelta atrás. Me tapo la cara con las manos al escuchar un golpe fuerte. Espero unos segundos... ¿Qué es lo que acabo de hacer? Me destapo y veo a La Sirena desplomada en el piso. Un charco de sangre sale de debajo de su cabeza. Sus ojos son fijos y su cara no muestra ninguna emoción. Ya era tarde.  


¡Hola, queridos lectores! Su autora aquí. Espero les haya parecido interesante este pequeño cuento. Es bastante perturbador, pero espero que los deje pensando y les haya gustado. Si quieren, pueden votar , me ayudaría mucho y me motivaría a seguir con esta pequeña recopilación de cuentos. Si tienen alguna opinión, alguna crítica constructiva o algo que les gustaría decir, coméntenlo, que su opinión es muy importante. Eso es todo por ahora, así que... ¡hasta el siguiente capítulo!

Cuentos de media nocheWhere stories live. Discover now