Capitulo 10

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La nueva pelirrosa abrió los ojos por la mañana y notó que "algo" la abrazaba con fuerza y con una sonrisa. Sin embargo, antes de poder quejarse, notó que Horologium estaba allí parado frente a la cama, y en su cara de reloj se marcaban las 12 menos 5.

–Ah, casi es la hora de la cita. – Bostezó "el chico" tranquilo. –Un momento... Ya casi es la hora. ¡LUCY, ARRIBA! – Se dijo a sí misma, levantando su cuerpo rápidamente y corriendo para todos lados.

Luego de ropa tirada hacia cualquier parte y jadeos de cansancio por parte de Natsu en toda la ciudad, se vio a lo lejos un chico que miraba impaciente su reloj frente a la Feria mencionada.

"La rubia" recibió un empujón, y quedó frente a aquel muchacho.

– ¡Lucy! – Dijo Junji al mismo tiempo que la abrazaba. El alma de Natsu, enojada, lo separó abruptamente.

–Hey, despacio. – Pero en ese momento vio una mirada asesina que provenía de un arbusto, y "su" cuerpo se tensó. –Lo siento, es que creí que nunca llegarías. ¿Vamos? – Le sonrió ampliamente y el ex pelirrosa sólo pudo alzar una ceja en respuesta

Ellos caminaban lentamente por los pasillos de aquel lugar al aire libre. Había muchos puestos con distintos géneros literarios y obras famosas, algunos dedicados a particulares

autores.

Junji se emocionaba con cada cosa que veía, pero "Lucy" sólo ponía cara de no entender ni J de lo que ocurría.

–Creí que te gustaba realmente esto. – Explicaba amenamente el de anteojos. – ¿O quizás fue para impresionarme? – Preguntó algo sonrojado.

–Ja, Lucy usa su cuerpo para impresionar chicos, no habla de libros. – Dijo sin más, como si supiera cada reacción de la susodicha, olvidando que él era ella. Otra vez.

– ¿Eh? ¿Qué quieres decir con qué usas tu cuerpo? – El pelinegro dio un paso hacia atrás, algo preocupado.

De repente, un pelirrosa llegó corriendo desesperado, ante la mirada extrañada de Junji.

– ¡Oh, Lucy! ¿Cómo estás de tu fiebre? Has estado tan rara hoy. – Reía exageradamente. –Perdona si ha dicho algo estúpido, pero se ha sentido mal, es por eso y no porque de
repente tiene el alma de un imbécil en su cuerpo, ¿eh? – Explicó rápidamente

–Eh... Claro. – Soltó apenado el moreno, sin entender.

–Espéranos un momento, no tardamos nada. –Le sonrió "Natsu" al mismo tiempo que arrastraba, literalmente, a "la rubia" algo lejos de allí. – ¡¿Qué mierdas estás haciendo?! ¿Cómo eres capaz de decir algo así?

"La chica" posaba sus brazos detrás del cuello mientras suspiraba.

–No sé qué debo hacer, no es como si de repente fuera una chica. – Confesaba en modo de defensa.

–Lo eres, idiota. Además, ya hablamos de esto, las tres L, Natsu, las tres L. – Lo miraba con odio.

–Sí, sí. "Linda", "Lista" y... "Libertina" – Soltó como si nada.

– ¡Liberal, imbécil! ¿Siquiera sabes lo que has dicho? – Lo mataría tan pronto como pudiera, de seguro. – Ahora vuelve, sé lindo y bueno y vámonos pronto. – Negaba con la cabeza

¡Te veo hasta en mi cuerpo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora