↝Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ₁

1K 58 6
                                    

Era un día normal como cualquierotroo... Bueno, si normal significa comenzar la semana a la mañana, yendo a la escuela con tráfico, compañeros ruidosos, falta de desayuno y peor aún la noticia de que habrá un examen sorpresa, si, eso es muy normal en la vida de gente normal. Otros dirían que no es raro ni tan malo como suena, pero nuestras heroínas de doble vida no dirían lo mismo, porque las pobres no pudieron siquiera dormir como se debe por estar peleando contra Sedusa la noche anterior y, extrañamente, esta vez fue más difícil que las anteriores...

─ Buenos días alumnos ─. Dijo la Srta. Keane, entrando al salón de clases y dejando sobre su escritorio libros y otras cosas.

─ Qué tiene de buenos ─. Murmuraron por lo bajo algunos alumnos, entre ellos Kaoru, miembro del grupo heróico muy conocido.

Ante lo que escuchó, suspiró pesadamente. ─ Como ya estamos a mitad del primer trimestre... ─. Comenzó a decir la Srta. Keane. ─ Tomaré un examen, ya que hasta ahora hemos visto lo suficiente ─.

─ ¿¡Qué cosa!? ─. Gritaron cada uno de los alumnos.

─ Como han escuchado, saquen unas hojas y lapicera... ─. La Srta. pasaba por los asientos de sus alumnos dejando un formulario de dos hojas, pero a mitad de lo que iba diciendo la interrumpieron.

─ ¿Y no se puede con lápiz? ─. Preguntó Randy, uno de los más molestos alumnos, a la maestra.

─ Claro que... ─. Todos empezaban a sonreír, aunque la respuesta no terminó como esperaban. ─ No, están en segundo de secundaria, ya deberían saberlo ─.

Por la respuesta todos se quejaron, aunque si, no podían hacerlo. De lo contrario la nota sería más baja de lo que en realidad debería ser.

─ Comenzamos con... ─. Estaba por empezar a explicar cuando fue interrumpida, por segunda vez.

─ ¡Señorita Keane! ─. Llamaron tres jovencitas de cabello rubio, pelirrojo y azabache.

─ ¿Y ahora qué...? ─. Suspiró cansada la profesora, después de todo era muy temprano para una mujer que se vio en una noche lo que faltaba de su novela favorita.

─ ¡A mi cabeza le duele mi estómago! ─. Chilló la rubia dramatizando.

─ ¡A mi estomago le duele mi cabeza! ─. Continuó la pelirroja escondiendo su sonrisa.

─ Eh- ¡y a mi todo lo de ellas! ─. Concluyó la azabache aún procesando lo que habían dicho sus amigas, su cerebro no estaba del todo despierto.

─ ¡Ya me artaron ustedes y sus enfermedades extrañas, vayan a ver qué dice la enfermera! ─. Les respondió la profesora señalando la puerta ya harta de las extrañas enfermedades de sus alumnas, las cuales parecían inventadas y para nada realistas, pensaba que solo querían huir de su examen.

Y por un lado eso era cierto.

─ ¡Gracias señorita Keane! ─. Le agradecieron las jovencitas mientras salían del salón lentamente simulando sus extrañas enfermedades. Ya fuera de la vista de su profesora y compañeros, se alejaron corriendo de ahí.

Las tres estudiantes en lugar de ir a la enfermería, salieron corriendo en dirección a la azotea de la institución. El cual estaba a tres pisos de donde ellas estaban, si, lamentablemente tendrían que subir muchas escaleras.

Ya en el lugar, las tres estaban intentando recuperar la compostura después de correr por tantas escaleras. En eso la pelirroja saco de su cinturón un aparato realmente extraño, parecía uno de esas cosas que usan las chicas para su rubor.

─ ¿Si, Ken? ─. Preguntó la dueña de aquella cosa.

─ ¡Chicas, están atacando en el centro comercial! ─. Le respondió un niño menor, de ocho años más o menos, que usaba una bata de laboratorio. ─ Y es Mojo ─. Terminó de decir para luego tomar aire, ya que al parecer estaba realmente agitado.

ꨄ︎¿𝓔 𝓷 𝓪 𝓶 𝓸 𝓻 𝓪 𝓭 𝓪  𝓭 𝓮  𝓽 𝓲?· ░░ ✦:˒ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora