P.O.V Kaoru:
Habíamos salido de aquel lugar horroroso, que ya me estaba cansando, y nos acercamos a la tienda de enfrente. Donde hacen comida, y debo agregar, que la más deliciosa.
Entramos al lugar y ordenamos lo que queríamos. Aunque Miyako se rehusaba a comer, la obligamos a hacerlo, y "forzadamente" comió con nosotras. Aunque parecía que lo disfrutaba bastante, y luego cuando pedimos algo para beber, Miyako fue la primera en terminar y pedir más.
Y fue la idea de ella el pedir helado.Ahora estábamos esperándola fuera de un baño y se estaba tardando demasiado.
─ Tomate todo el tiempo que quieras Miyako, de todas formas nuestros padre no nos castigarán si llegamos tarde. ─. Dije mientras me estaba cansando de tanto estar esperando.
─ ¡Es su culpa que esté así! ─. Exigió desde dentro del baño.
─ ¿Tenemos que recordarte, que fuiste tú quien tomó gaseosa de más y también helados? ─. Le recordé lo que había hecho por sí sola.
─ Kaoru, déjala. Nosotras le insistimos en que comiera y como le gustó tanto la comida, quiso más, hasta que quedó así. Mucha comida para ella. ─. Momoko tenía razón, puede que se haya creído que podría hacer lo mismo que nosotras.
─ No estoy acostumbrada a esto... ─.
El ruido que se escuchó luego fue algo claro de cómo se encontraba, había vomitado. Ella se quejó por eso, hicimos mal en dejar que siguiera comiendo de a montón.
[...]
Cuando llegamos a la casa de Miyako, ella se encontraba un poquito mejor que cuando estaba en el baño. Dije un poquito. Aún se veía en el rostro de Miyako el dolor que sentía en su estómago, además de que apretaba la zona dónde le dolía.
Esperamos a que su abuelita le abriera la puerta, y cuando la anciana salió se llevó una gran sorpresa al ver a su nieta de ese modo. Preguntó por qué estaba así y cuando le respondimos dijo que ella era igual a alguien de su familia, no recuerdo si era una tía o algo. Qué importa. Luego entró con ella a la gran mansión y nos despedimos de lejos con Momoko.
─ A la próxima, le pedimos un sándwich. ─. Asentí a lo que dijo mi amiga.
─ Nunca más una hamburguesa, menos acompañada de mucha bebida y postre. Está claro que ella no puede soportar algo así. ─. Le dije mientras comenzábamos a caminar hacia mi casa.
─ Es porque se la pasa comiendo cosas dietéticas o livianas. Parece que... Nunca más la llevaremos a ese lugar otra vez. ─.
─ No, si no queremos tener a una Miyako molesta y quejosa. ─. La risa de Momoko acompañó mi chiste.
Luego de reírnos como unas desquisiadas, quedamos en silencio, no uno incómodo solo relajante.
─ Aún así, hay que recompensarle lo que le hicimos pasar. ─.─ No con comida, eso está claro. ─. Aclaré para que volviéramos a reír.
Somos unas malas amigas, lo sé. ¡Pero es que es demasiado gracioso!
─ Quizás ropa, accesorios o una cita en el Spa. Algo así. ─. Las sugerencias de esta pelirroja eran para personas con dinero.
─ Lo lamento, pero estoy muy pobre últimamente. Así que... ─. Sin darme cuenta ya estábamos a una cuadra de donde vivo.
Comencé a correr, luego de estar lejos de Momoko, di media vuelta. ─ ¡Nos vemos mañana!¡No esperes a que pague un Spa! ─. Agité mi mano derecha de un lado a otro.
Volví a la posición de corrida y escuché las quejas y gritos de Momoko. Todo en vano.
Sabe que no pondré dinero en algo que deteste. Puede que en algún accesorio, pero jamás, JAMÁS, en un Spa.
¡Es tonta si cree que pondré a mis bebes -es el bonito apodo que le di a mi dinero- en algo tan horrible como eso!De repente siento que me caigo al suelo. Y hay un gran peso que está arriba mío.
¡La #$%^*! ¡¿Qué le pasa a las personas que se meten en mi camino?!
─ ¡¿Pero qué no sabes mirar, niñata!? ─. Miré rápidamente a la persona que tenía las agallas como para gritarme así.
─ ¡¿Y tú, idiota!? ─. No me dejaré pisar por un desconocido.
Levanté mi vista rápidamente al responderle, era un chico de cabello oscuro. Cuando le respondí, él me miró completamente, como si fuera una clase de cosa que puedes mirar cuando quieras, y luego me miró.
Me levanté rápidamente del suelo.─ Qué carácter nena, pero no te conviene gritarme... ─. Una sola palabra fue la que escuché: "nena".
Ahora si está muerto.
─ ¡Y a ti no te conviene decirme nena, idiota! ─. Le advertí que no me llamara así, veamos si es lo suficiente inteligente como para callarse.
─ ¿O qué, nena? ─. Su tono es retador.
Me encogí en mis hombros, me quedé quieta y le pateé en la entre pierna. Luego vi que se retorcía en el suelo con una cara de dolor y cubriéndose la zona donde le golpeé.
─ Te lo advertí, idiota. ─. Di media vuelta y me alejé de ese inepto.
─ ¡Por cierto, gracias por dejar que tus pechos sean mi almohada al caer, nena! ─. Sentí mi cara arder al escuchar sus malditas palabras.
─ Maldito pervertido... ─. Estaba dispuesta a dar la vuelta y darle otra patada, y si era posible, también en la cara.
Pero al dar la vuelta, mi mirada se fijó en el lugar vacío en el que estaba aquel chico. Vi a lo lejos, como me giñaba el ojo y se iba corriendo como si nunca lo hubiera pateado. Pero se notaba que le dolía, lo digo por la forma en cómo corría.
Estaba cansada y me dolía la espalda como para perseguir al idiota. Aún si tenía la oportunidad de alcanzarlo, ya no tenía intenciones de volver a correr.
Di me día vuelta y me dirigí a mi casa. O mejor dicho departamento en el que vivía con mi familia. Espero que, cuando llegue, no tener mi cara roja por la vergüenza.Ese pendejo pronto verá las consecuencias. Si es que lo vuelvo a encontrar... Haré que se sienta en el mismo infierno.
Perdón por actualizar tan lento...
Es que ando de vaga y no me da el cerebro como para escribir XdBye~❤
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ꨄ︎¿𝓔 𝓷 𝓪 𝓶 𝓸 𝓻 𝓪 𝓭 𝓪 𝓭 𝓮 𝓽 𝓲?· ░░ ✦:˒
FanfictionLos seis son adolescentes, educados y entrenados con un propósito diferente. Ellas recibieron poderes para salvar y mantener la paz. A ellos se les concedieron poderes para fomentar la maldad y la destrucción. ¿Qué lado ganará? Quizá, si ellas inte...