ꨄ︎¿𝓔 𝓷 𝓪 𝓶 𝓸 𝓻 𝓪 𝓭 𝓪 𝓭 𝓮 𝓽 𝓲?· ░░ ✦:˒

↝Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ₅

─ Uuh... Así que... Quién era aquel chico guapo?. ─. preguntó la pelirroja mientras caminaba al lado de su amiga.

─ No sé de quién me hablas. ─. intentó de aparentar la rubia.

─ Oh, vamos! Ni que fuera un villano! Solo dime su nombre, solo eso. ─. pidió la contraria.

─ Pues... Te diré que se llama Miyashiro. ─.

─ Y el apellido de él? ─. Preguntó su amiga.

La rubia tardó unos segundos en responder. ─ No lo sé, no me lo dijo. ─. Respondió.

─ Qué? Me estás diciendo que no sabes su apellido? Al menos lo conoces, Miyako? ─. Le dijo con preocupación.

Y la ojiscielos se dió cuenta de algo, algo muy importante. ¿Cómo pudo darle su número a un completo desconocido?
Si bien sabía su nombre, aquello no era una excusa.

Después de las palabras de la ojirosa, la de coletas sólo se dispuso a bajar la mirada. Aunque ahora, la mirada de su amiga era seria y no dejaba de mirarla.

─ Eso es peligroso, Miyako. Puede que sea un cómplice de un secuestrador, no vuelvas a hacer algo así. ─. La rubia asintió cabizbaja.

P.O.V Miyako:

Momoko tiene razón. No debí de haberle dado mi número a ese chico. Pero... Parecía que lo conociese desde antes, como si ya hubiera hablado antes con él.

La manera en que me habló, y no me refiero a sus cumplidos, si no que... Parecía sincero, sin ninguna intención maligna, no percibí nada malo en él. Por eso hice lo que hice.
No pensé en el después, sólo en hablar con él otra vez.

Lo raro, es que su nombre, en cierta parte, se parecía al mío. Miyashiro, el inicio de su nombre es idéntico al mío. Será que me habrá mentido?

Mejor dejo de pensar en ello, y me ocupo en disfrutar el día.

─ Tienes razón Momoko-chan, pero si lo hice fue por algo, entiendes? ─. Necesitaba sonar confiable.

Ella suspiró, me sonrió y asintió ante lo que dije. Sé que no me cree del todo, pero es suficiente con que deje de mirarme como lo hacía antes.

[...]

─ Dije que no me probaría ni un maldita vestido, así que no. ─. Volvió a decir confiada.

Llevábamos rogándole a Kaoru que se probara un solo vestido. Y NO QUIERE! Mi paciencia tiene un límite. Y creo que ya se acabó.

─ Kaoru, te pondrás este vestido si no quieres que tu familia se entere que te la pasas faltando a clases de Geografia. ─.

No había sonado tan mala, pero si segura. Lo suficiente como para asustar a Kaoru, sé que ella sabe qué pasará cuando les comente a su familia lo que hace y el por qué de su mala nota en esa materia.

─ Tu decides; o usas un vestido o... Un seguro castigo de tus padres. ─. A esto último le agregué un tono juguetón.

Algo extraño, pero debería usar ese tono más seguido. Suena bastante bien cuando chantajeas a alguien.

Ella me miró indecisa, y es que a su familia no les gustaría saber que su hija del medio, además de tener mala nota, se la pasa mintiéndole con respecto al tema.

─ ¡Esta bien! ─. Alzó la voz, pues estaba enojada. ─ Usaré ese condenado vestido... ─.

─ ¡Perfecto! ─. Dije feliz pasándole un vestido a mi queridísima amiga azabache.

Kaoru tomó el vestido rápidamente y con bastante fuerza, debo decir, al mismo. Se dirigió a los probadores sin sacar su mirada de enojo sobre mi. Yo sólo le sonreía inocentemente.
Cuando al fin entró, Momoko se acercó a mí.

─ No sabia que eras buena haciendo un chantaje. ─. Me dijo divertida.

─ Tampoco yo, jeje... ─.

Mientras esperábamos veía todos las demás ropas del lugar, en cada maniquí había un conjunto de ropa que estaban geniales y a la moda. Me detuve a ver uno solo. Era una blusa blanca que al final de ésta comenzaba otro color más oscuro; negro. Con esa linda blusa, estaba una chaqueta de verde bosque con la marca en la parte de la espalda, quedaba muy linda. Y al final unos jeans rasgados de un azul oscuro intenso, con unas Converse negras.

Un conjunto muy al estilo Kaoru, si definitivamente le quedaría genial a alguien como ella.

─ Listo, aquí estoy... Con este estúpido vestido. ─. Escuchamos esa voz tan terca.

Volteé a ver cómo lo quedaba aquel vestido que elegí para ella. Y...

No le quedaba. Y con ello no me refiero a la talla, si no a que era demasiado para ella. La adornaba demasiado. La hacía ver tierna; algo que definitivamente odiará cuando se vea en el espejo. Oh, no.

─ Wow... Te queda... Emm, pues... Diferente a como yo pensaba que quedaría. ─. Opinó Momoko mirándola de pies a cabeza.

─ Dónde hay un espejo. ─. Preguntó, o bueno algo así.

─ ¿Q-qué tal si te lo quitas y continuamos con las compras? ─. Debo evitar que se vea en un espejo con ese vestido.

─ ¿Por qué? ─. Preguntó de pronto Momoko.

─ ¿Si, por qué? ─. Ahora fue Kaoru quien preguntó.

─ A-ah? P-porque... ─. Buscaba algún escape del posible mal humor que se avecinaba de parte de Kaoru.

No podía simplemente decirle: "Porque ese vestido que estás usando ahora mismo, te hace ver muy rara, además de que esos colores no van contigo y que te enojarías si te vieras en un espejo".

Si... Definitivamente no le diría eso.

Miré a mi alrededor o lo que podía ver sin que ellas se dieran cuenta que intento escapar de la situación. Una cartelera gigante llamó mucho mi atención; ofertas de comidas.

Si algo sé de estas dos, es que les encanta comer. Así que no habrá problemas si les miento un poquitín.

─ Hay ofertas de comidas en la tienda de delante de ésta, qué les parece si vamos antes de que cierre? ─. Lo dije tan natural que no se notaría la mentira en mis palabras.

─ Esta bien. Suena razonable, después de todo tengo hambre. ─. Concordó la de vestido llamativo.

─ ¡Claro que si! ¡Después de unas compras hay que llenar lo que más nos hace felices! ─. Felizmente Momoko dirigía a Kaoru a los probadores de nuevo.

Ella no se rehusaba, si no que sonreía felizmente. Cuando se metió en los probadores otra vez, Momoko se encargó de tomar la ropa que había elegido para ella y fue a pagarla. Estaba por hacer lo mismo, cuando volví a ver aquel conjunto.

Sonreí ante la idea que tenía.