Trepando
como una yedra
por el tronco
de tu figura.
Sin dejar
un rincón
por recorrer,
tu silueta
entre las sombras.
Encadenado
a tu cintura
con la llave
que abre
el amor.
Penetro
en tus adentros
si se abre
una flor.
La noche
nos envuelve
en su piel
de terciopelo
rayo de luna
que ilumina
caricias.
Brasas encendidas
de la pasión,
deseo que en tus
ojos puedo
adivinar.
Una orquidea
bajo tu vientre,
ese lugar donde
me pierdo.
Laberintos
sin salida
en tu templo
sagrado
quiero entrar
despacio.
En la fiesta
de los dos
invitados
la noche
nos celebra.Alberto Real Borrueco
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Tiempo de Poesía
PoetryLa auténtica belleza que descubrimos cuando nos permitimos sentir. Es el verdadero alimento del alma, el que se nutre de una mirada o del fulgor de una estrella clavada en el firmamento. Dedicado a todos los que me animaron a escribir.