Anoche soñé,
cuando soñaba
que mi cuerpo
estaba durmiendo
y que aquella
mente soñaba
con los ojos cerrados
en otro sueño
y así sucesivamente.
En mis sueños
soñaba que
estaba soñando
en una locura
onírica infinita
soñando que soñaba.
Al despertar de tan
extraño sueño
desperté que
estaba despierto
aunque ya
no distinguía
si es que
seguía soñando
con los ojos abiertos.
y así desperté
que despertaba
cuando pensé
por un momento
si no era otra cosa.
que un sueño
de Dios
que estaba
durmiendo,
cuando
despertara Dios,
ya no estaría aquí.
Pues la vida
era un sueño
que mi vida
se marchó
en sus ojos abiertos.
Alberto Real Borrueco
ESTÁS LEYENDO
Tiempo de Poesía
PoesíaLa auténtica belleza que descubrimos cuando nos permitimos sentir. Es el verdadero alimento del alma, el que se nutre de una mirada o del fulgor de una estrella clavada en el firmamento. Dedicado a todos los que me animaron a escribir.