Corrió por el bosque, buscando una salida, una persona, algo. Estaba desesperado.
No sabía dónde se encontraba, de donde venía o a donde iba, simplemente se encontró tirado en ese árbol.
Caminó con el dolor en sus rodillas, y el dolor en su espalda que comenzaba arder, no tenía orientación alguna, por lo que no sabía si estaba yendo en círculos, o si llegaría algún sitio.
Caminaba lleno de esperanza de encontrar a alguien.
Cayó la noche, y para entonces ya había camina bastante, a unos pasos se encontró con un lago, se arrastró hasta el con las pocas fuerzas resistes y se zambulló por completo.
Floto un buen rato en el agua, contemplado el cielo estrellado, se preguntó que fue de él para hallarse en esa situación, esa de no recordar absolutamente nada de sí mismo.
Cuando salió del agua, se encontró con la figura menuda de una mujer, era una omega de cabellos largos, que le miraba con los ojos fijos.
-Disculpa... ¿Sabes dónde puedo encontrar un lugar para quedarme?
La omega asintió.
Hizo un gesto con la mano, que Hoseok entendió que debía seguirle.
-Mi nombre es Adeline.
Hoseok despertó sudando, sentía todo su cuerpo arder, como prendido en llamas.
Ignorando el dolor extenderse, y la picazón que generaba, denotó los rayos de luna entrar por la ventana, y la observó con atención, la diosa le había atraído aquella noche, era ella quien le había guiado hasta él. Y seguía preguntándose, ¿Por qué el? El haber sido criado y convertido por vampiros, hacia demasiada diferencia, ¿porque la diosa se empeñaba en juntar opuestos?
Sintió la brisa entrar por la ventana anunciando una paz que nunca había sentido.
Era un mensaje, no debía preocuparse por sus diferencias, debía confiar en que él era el indicado.
El olor del alfa se hizo presente en la habitación, Hoseok olfateó aun sin dejar de ver hacia el estrellado cielo.
- Omega. Alguien vino a visitarte.
El nombrado volteó hacia el alfa. Detrás de este, la figura menuda de Adeline, su vieja amiga, entraba cuidadosa, como si en cualquier momento fueran a atacarla.
- Adeline. - Hoseok corrió abrazarla. - ¿Qué haces aquí? ¿Cómo llegaste hasta aquí?
-Te estaba buscando, cuando me encontré con uno de ellos. Su padre me trajo hasta aquí, me explico la situación...sobre tu pareja. - dijo acariciando los cabellos de la omega.
-Está bien... parece que no son tan malvados como intentan verse. - Hoseok miró a Taehyung parado en la puerta.
- Ella me ayudó con el consejo.
Hoseok se sorprendió, no esperaba que su amiga terminará ayudando a su alfa, él aun no terminaba de digerirlo y ella ya colaboraba con ellos.
- ¿Qué fue lo que hicieron? - Adeline le miró y suspiró.
- Utilicé el polvo de Madam Tasarla para retenerlos y evitar que se escaparan, luego conjuré un hechizo de exhumación de pecados de los humanos y adiós vampiros.
- No sabía que sabias de magia.
-Aun no sabes muchas cosas de mí, cariño.
Hoseok soltó una carcajada, su amiga era demasiado astuta. Era una gran amiga.
