Jayah comenzó a conjurar un hechizo, junto a ella, Adeline.
- Hoseok, ¡Ayúdanos! - el omega se levantó desesperado. Taehyung aún se negaba a recibir de su sangre, y no quería que los vampiros aprovecharan esa debilidad momentánea para extinguirlo.
- ¡Pero no sé de magia! - gritó, Adeline le miró con el gesto fruncido, Jayah seguía repitiendo las palabras, una y otra vez.
- ¡Ven aquí! - Hoseok obedeció, dejó a Taehyung quién se levantaba del suelo, al igual que Jimin y Namjoon quienes pronto estuvieron en posición de ataque de nuevo.
- Solo repite mis palabras.
El asintió lleno de temor, respiró hondo intentando calmarse y he hizo lo que se le había pedido.
Hoseok se concentró, escuchó el cómo se enfrentaban a los ancianos, vio sangre caer, y los cuerpos golpear la piedra de las paredes, e incluso del suelo.
Contó por un instante, las cabezas que cayeron al suelo, dos.
Todo parecía ir bien. Pero en un instante vio como paraba el tiempo, Taehyung cayó al suelo, seguido de Namjoon, Jimin y por ultimo Seokjin.
Welsh se convirtió, y atacó a los vampiros, pero uno contra 4 no era algo justo, y una pelea improbable de superar.
Cuando Welsh tocó el suelo, y Hoseok volteo la cabeza, vio como los vampiros arrancaban la cabeza de Namjoon, de Jimin y Seokjin.
Ya no habían 4, quedaban 2.
Welsh tosió sangre, tenía una herida en su estómago que cubría gran parte de este, Jayah lloró mientras continuaba repitiendo el hechizo una y otra vez, pero la pequeña luz que anteriormente se había creado, comenzaba a extinguirse, como la llama de una vela quedándose sin oxígeno.
Hoseok abrió los ojos, su corazón se detuvo, su rostro se mojó, y cayo arrodillado, llorando. Gritó con todas sus fuerzas, el dolor más desgarrador e intenso que había sentido le inundó, las memorias de sus padres ardiendo, la sangre rozando sus pies, la madera cayendo, y las risas escandalosas que escuchaba en forma de eco, le llenó de furia, impotencia, de angustia. El ver la cabeza de Taehyung rodar hasta sus rodillas, sus ojos llorosos y llenos de sangre, repitiendo una y otra vez, que estaba bien, que se curaría, le había traído los recuerdos, que tanto esperó encontrar, aquellos, que ahí, en ese instante deseó olvidar.
- Estoy bien. Hoseok corre.
- N-no- el omega veía el rostro de Taehyung deformarse en preocupación. Pero no le dejaría ahí. Un omega no sobrevivía sin su alfa.
Y él no sería la excepción, sin importar el poco tiempo que habían pasado juntos, o las diferencias que tenían, si era de dos especies, o incluso su familia, ni su pasado.
Escuchó las pisadas acercarse, unas pequeñas risas resonaron en las paredes, y su miedo aumentó.
Taehyung frunció el ceño, y en un instante, se escuchó los lastimeros aullidos de Welsh, y el silenció volvió. Un segundo después, vio como la cabeza de uno de los vampiros que amenazaron a su pareja cayó rodando.
- Vete Hoseok.
- ¡No!
Jayah yacía en el suelo hecha trizas, lloraba y gritaba la muerte de su alfa. Mientras Adeline intentaba con lágrimas en los ojos, consolarla.
Hoseok observó la escena que se presentaba ante sus ojos, su protectora y maestra sufriendo la pérdida de su pareja, su mejor amiga desolada con la muerte de un miembro de su manada, una de las personas que como a él, la acogieron sin rodeos, y la hicieron parte de su familia.
Por otro lado, a su pareja rogándole que huyera, con su cuerpo divido, viendo cómo se comenzaba a ver manchas negras en su piel, y a los hermanos de este, que, si bien no les conocía, sabía que de alguna forma eran parte de su familia, la que tendría con el alfa. Sin importar que tuviera que hacer lo que no se creía capaz de hacer. Lo haría todo por proteger a quienes amaba.
Observó a los vampiros, quienes colocaban unos guantes blancos y sacaban de sus bolsillos, los famosos crucifijos, con los que él sabía acabarían con la existencia de Taehyung y sus hermanos.
Pero eso no ocurriría, no mientras él aun viviera.
Sin pensarlo dos veces se abalanzó cambiando, arremetió contra el cuello de uno de ellos, y lo mordió hasta desprender la cabeza, el otro vampiro le golpeó hasta sentir la piedra contra su lomo, sintió que su fuerza disminuía, que sus piernas se quebraban, que su piel ardía, pero no importaba, el acabaría con la amenaza.
Se levantó comenzando a ver borroso, se impulsó de nuevo hacía el vampiro que ya sacaba una botellita, con lo que el supuso sería agua bendita.
Le mordió la espalda, mientras clavaba sus garras entre sus omoplatos, e intentaba escalar por su cuerpo hasta llegar al cuello. Y sumar otra cabeza más a su conteo de la noche.
Tomó los crucifijos y los depositó sobre cada vampiro, comenzó a esparcir el líquido sobre ellos, y repitió las palabras que Taehyung anteriormente le había hecho decir.
Jayah y Adeline, se acercaron a ayudar. Mientras repararon en el hecho de que Yoongi seguía petrificado en su lugar, observando todo, con lágrimas en los ojos.
Cuando llegó hasta Taehyung, tomó las dos partes de su cuerpo y las juntó, el alfa le indicó colocar un poco de su sangre sobre lo que sería la unión del cuello con el resto de su cuerpo, y después aceptó un poco más de su parte para beber, debía mejorarse pronto.
-Nos iremos omega. Huiremos lejos, y tendremos una familia. - Taehyung sonrió.
Hoseok soltó una pequeña lagrima, mientras veía todo nublarse. Se estaba yendo, sus fuerzas habían acabado.
