Tío Berni se dio cuenta, se dio cuenta de cuanto me gustabas y empezó a bromear conmigo sobre eso cada vez que lo recordaba.
Recuerdo que teniendo quince años mis experiencias amorosas eran pocas, por no decir nulas, y mis mejillas se teñían de rojo debido a la vergüenza que tío Berni me hacía pasar.
Nos volvimos amigos, tú seguías yendo a la cafetería todos los días, mis ojos brillaban cuando te veía; eso lo supe porque tío Berni me lo dijo, también me dijo que a ti te pasaba lo mismo.
Yo le creí, sin darme cuenta que como yo te miraba tú también mirabas así, pero no era a mi.
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Un consejo de amor.
Short Story"Pude haber sido yo... Si tú tan solo me hubieras pedido un consejo de amor."