Sartre decía que queramos o no siempre elegimos, incluso cuando hacemos lo que otros nos dicen que hagamos nosotros elegimos hacer eso.
Sos vos, siempre sos vos el que elige, aunque hayas acatado ordenes de otro como un robot sos vos el que elige acatar esas órdenes. Quieras o no siempre elegís.
Es muy fácil excusarse diciendo “yo hice esto por esto o por lo otro”. Si vos lo hiciste fue porque quisiste porque fue tu decisión. Es como en el juego Simon Dice, Simon te dice que hagas esto o lo otro, ahora si vos lo haces fue por decisión tuya porque vos lo elegiste.
Incluso cuando no sabemos que elegir ya elegimos. ¿Viste cuando uno va a pedirle un consejo a un amigo sobre algo? En realidad, en el fondo, uno espera que ese amigo le diga tal cosa porque vos ya elegiste. Lo único que vos queres es que tu amigo te diga que no elegiste mal.
Es así, te podes pasar la vida echándole la culpa a los demás, diciendo “yo hice lo que Simon me dijo que hiciera”. Hasta el soldado que mata por orden de su jefe decide, porque él decide hacerle caso.
Ni siquiera cuando nos obligan a algo dejamos de elegir. Porque nadie más que vos elige, siempre, en todo momento, decidir es algo intransferible y solitario, y eso angustia. Angustia porque sabés que tu decisión va a tener consecuencias, pero es tu decisión, aunque Simon diga lo que diga, es tu decisión.