Capitulo 9

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A la mañana siguiente…

Sentía el peso de algo encima en su estómago, la verdad le estaba empezando a incomodar. Abrió lentamente sus ojos, sintió todo su cuerpo pesado, había dormido como una roca. Movió suavemente sus dedos, tratando de estabilizar y despertar los músculos de su cuerpo. Pronto alcanzó a ver una cabellera oscura en su vientre, unos gruesos y bien formados brazos rodeando su cintura.

Parecía como si nunca se quisiese despegar de ella, era un abrazo posesivo y apasionante a la vez. Sin hacer mucho ruido, se levantó cuidadosamente de la cama, retirando consigo a sasuke de encima. Tardó un poco en salir de la cama pues el Uchiha a pesar de tener un gran peso no le quitaba las manos de encima. Por suerte este no se levantó, mas bien se acomodó boca abajo abrazando una de las almohadas.

Posó sus pies en el frío suelo, al hacerlo sintió un corrientazo atravesar su cuerpo entero, los vellos de todo su cuerpo se erizaron. Sentir esa clase de sensaciones la hacían sentir viva.

Caminó sigilosamente al baño, al poco tiempo se hallaba desnuda en la tina, la cual se encontraba llena de agua tibia. Que placer poder disfrutar de un minuto a solas, con ella misma, dándose los cariños que se merecía… sumergió su rosado cabello en el agua, cerró sus ojos y abrazó su prolongado vientre. Una tierna sonrisa asomó en sus labios al sentir como su bebé crecía día a día. Respiró profundamente permitiendo que el agua y el vapor inundaran el baño llevándola a perderse en sus pensamientos.

Luego de un rato, decidió salir de la tina y vestirse para poder así dirigirse a desayunar algo; el hambre empezaba a resurgir en ella y era capaz de comerse una vaca si pudiera.

Abrió la puerta del baño, mientras tanto mantenía su mirada en el lazo azul del kimono, el cual amarraba con firmeza en su cintura, una vez finalizado el lazo alzó su mirada a la cama, cuando vio a sasuke sentado en el borde de esta.

-sakura- llamó en tono serio el joven.

La joven permanecía estática en la puerta del baño mirando la espalda del Uchiha. Lo miró serenamente y con una dulce voz le contestó.

-¿Qué sucede, sasuke?-

El pelinegro dio una leve sonrisa al ver que no lo llamaba por insultos o algo por el estilo. Miró fijamente su brazo derecho, con su otra mano lo sujetaba y tocaba en señal de molestia. Algo no andaba bien, por lo visto.

-podrías…- cuanto le costaba pedir ayuda a los demás y mas a ella, su gran orgullo de macho se lo impedía. Se aclaró la garganta para poder articular las palabras que saldrían de su boca.

-¿podrías chequear como esta mi brazo?... por favor.-

Sakura sin hacer ningún desmán de sorpresa se acercó cautelosa a el. Se arrodilló frente al joven sin mirarlo a los ojos, posó sus delicadas manos encima del brazo y comenzó a revisar las articulaciones, músculos y demás con su chakra. Sasuke no paraba de mirarla, hoy estaba más hermosa que nunca. Ese kimono blanco le sentaba muy bien y su largo cabello recogido en una cola la hacía ver sofisticada y muy erótica. Su cuello en especial se lucía, la luz del sol a través de la ventana relucía la fineza de su silueta completa. Como quería sujetarla y lanzarla a la cama, hacerle el amor como un loco y sentirla nuevamente.

El chakra dejó de salir de sus manos y lo miró casi despreocupadamente. Pudo ver como sasuke la miraba lujurioso. Sus mejillas enseguida se sonrojaron y su vista se dirigió rápidamente al piso, precipitadamente se levantó del suelo y se encaminó hacia el gran ventanal de la habitación.

-¿y bien?- dijo socarrón el pelinegro al percatarse que la joven se había dado cuenta de sus artimañas.

-t-todavía… todavía tienes algunos músculos obstruidos, por lo cual, tiene que hacer rehabilitación tu brazo- dijo un tanto nerviosa y mirando fijamente a través de la ventana.

Viviendo una mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora