Cancionero Backstreet Boys ©

Nunca te haré llorar

Aj mclean

Narrando Kathleen Summer

De niña pensaba y tenía claro que cuando tuviera 30 años, mi vida estaría resuelta, estaría casada con un hombre maravilloso, tendría dos hijos, y un precioso perro llamado Doug corriendo a nuestro lado, trabajaría medio tiempo para poder atender mi casa y a mis niños, pero volviendo a mi realidad no podía ser mas opuesto a eso, estuve atrapada en una relación súper tóxica durante 15 años, era una cría tonta cuando conocí a Erickson Fischer, él me llevaba 3 años pero sus ojos negros con largas pestañas me conquistaron en el momento que lo vi; No era nada común, ya que en Alemania, el 93% de la población tiene los ojos claros, yo incluida; de adolescentes, fue el chico más encantador y maravilloso del mundo, les juro, me sentía una niña con demasiada suerte.

Al empezar la universidad, que por cierto me metí a la carrera de veterinaria, las cosas se complicaron un poco, ya no tenía tanto tiempo para salir con él, y eso no le gustaba, poco a poco, empezó a celarme de mis amigos y amigas, y la verdad me encantaba que quisiera estar conmigo todo el tiempo, porque yo también lo extrañaba y necesitaba

En mi tercer año de carrera, dejamos de ir a fiestas juntos y salir con mis amigos, para quedarme en casa solo con mi novio, preferíamos quedarnos en el sofá viendo películas juntos, con el pasar del tiempo, ya ni mi familia me llamaba, mis amigos se cansaron de escribirme porque siempre les decía que no y la verdad es que me dio igual, pensaba que no necesitaba de nadie más

No tardamos en casarnos, él se graduó y empezó a trabajar con un buen contrato, yo seguía estudiando, con clases me era imposible trabajar así que como él traía el dinero, controlaba todos mis gastos y tenía que darme permiso para comprar cualquier cosa, así fuera para la casa, al principio me pareció bien, pero cada vez se ponía más controlador y las discusiones empezaron a subir de nivel gradualmente

Hasta que, un día discutiendo sobre la hora en la que había llegado a casa, me tardé porque tenía que ir a la biblioteca a coger e imprimir unos apuntes, encima mi celular se descargó y no pude avisarle, mi marido solo pensó una cosa, que lo estaba engañando, me dio una bofetada en la mejilla, fue la primera vez que lo hacía, no podía creerlo, cogi sus cosas y las tiré por la ventana, a mi no me iba a levantar la mano de nuevo, fue súper humillante y doloroso, no físicamente sino por dentro

Pero la verdad es que al día siguiente vino pidiendo perdón, con un gran ramo y chocolates, me rogó que lo perdonara y que estaba demasiado estresado y que aun así era inconcebible lo que hizo, no sabia que hacer la verdad pero después de todo lo que hemos vivido, igual tenía razón, no le avisé que me había quedado en la biblioteca estudiando, aparte que es mi marido, no quería perderlo y al final lo perdoné, volviendo a casa

Pensé que todo acabaría ahí, pero meses después superó todos sus maltratos, no paraba y ya ni siquiera pedía perdón,y llegue a caer al hospital grave, fue cuando tomé la decisión de divorciarse y dejarlo, fueron muchos meses sufriendo insultos, golpes, realmente no sé cómo demonios llegamos a eso, pero si me quedaba ahí, seguramente me mataría

Tuve que cambiarme de nombre, e irme lo más lejos para que no me encontrara, cambie de continente, y me fui a Argentina, mi madre había nacido allí, así que sé el idioma, apenas llegue, me pinte el cabello a castaño oscuro y ahora mi nombre es Ana, me lo repetía una y otra vez para acostumbrarme

Demonios, pasaban las semanas y yo seguía con miedo, sentía que daba igual lo que hiciera, Erick me encontraría

Logre llegar a un hostal de mi tía abuela, con los pocos ahorros y a cambio trabajaba ayudándole a la señora con las labores, empecé a trabajar de mesera, mientras que me conseguía un trabajo sobre lo que estudie