Seduciendo palabras ||HOT|HarryStyles||

Tus actos.

¿Muerte? ¿Eso es lo que le espera a Harry? ¡¿Muerte?!, no por favor, él no merece eso, solo es un chico normal y con un pasado doloroso. Tiene mucho por delante y de pronto llega Louis diciendo que morirá. Solo tres meses... ¿Que puede hacer en esos tres meses? Nunca tuvo un amor que de verdad lo merezca, su familia murió y ahora, él. Estaré a su lado todo el tiempo, incluso más del que debo. Harry necesita apoyo pero no le diré nada, no quiero que pase el resto de los días temiendo la forma en la que muera.

-Deja de pensar o te quedarás sin ideas -dijo Harry, entró al pequeño rincón que estaba a mi lado en frente del mar.

-Hola... ¿Que haces aquí? -pregunté y acomodé el cabello que el aire me había despeinado.

-Quería hacerte compañía, es linda la vista

-Lo se... y no has visto el atardecer

Me miró con una cara obvia.

-¿Que? -pregunté riendo

-Eso sonó muy... no se, ¿Poético?

-Bueno, vives al lado de una escritora -sonreí -Deberías acostumbrarte... ayer hablé con Louis y me dijo que, no podrás salir de aquí en tres meses.

-¿Tres meses? -dijo, alterado -¡Eso es mucho!

-Si... claro -miré el mar -Mucho...

Los dos dejamos de hablar. Diablos, no quiero mirarlo a  los ojos... lloraré en cualquier momento si sigue así.

-Te invito a cenar... -dijo

Lo mire con atención y una sonrisa burlona.

-¿Perdón?...

-Si. Te invito a cenar -me contestó de la misma forma.

-Me encantaría...

(...)

El mesero nos llevo a la mesa junto a la ventana. Tomé asiento mientras tomaba la mano de Harry y sonreí ante su detalle. Se veía impecable esa noche, era tan perfecto con su cabello bien peinado, su traje negro justo a su cuerpo y su sonrisa blanca y encantadora. Juro que si no deja de reír tendrán que traer un balde para no babear el suelo.

-Milia, tu mirada me dice que estás a punto de quitarme la ropa -dijo entre risas.

Tomé el color rosa en mis mejillas mientras bajaba la mirada apenada. Se dio cuenta...

-No miraba eso, solo aprobaba tu traje. Buen gusto, por cierto. -sonreí

-Gracias... te juro que si no estuviéramos en el restaurante ya te hubiera quitado ese vestido -dijo de la misma manera.

-¡Harry, por dios! -reí en voz baja -Aquí no, es un restaurante.

-Lo se, pero de que sirve morir sin tener momentos memorables -sonrió encantado.

-¿Que?...

¿Lo sabe? No, ¿Si? No... ¿Como? Su reacción fue tranquila, no lo sabe. ¿O si?

-¿Por que dices eso? -pregunté nerviosa

-Ya sabes... en algún momento vas a morir y los buenos recuerdos son los que se van contigo.

-Ah... claro -fingí reír -Si, si, eso es muy importante.

-Y dime, ¿Qué es lo que más te gusta de ser escritora?

-¿Lo que mas me gusta? Esa sensación cuando llega la inspiración... cuando el chico se da cuenta de sus sentimientos y la chica lo duda. Ese momento en el que uno de los dos comienza a discutir y terminan callándose con un beso, lo que es encontrar por fin una buena explicación para la separación que tuvieron o incluso la muerte de uno de los dos. Son esos momentos que te hacen llorar, reír... incluso te hacen odiar a los personajes.