Ella no quiere a un príncipe azul.
Ni a un caballero.
Ni a un abogado.
Ni a un doctor.
Ni a un cantante.
Ni a un beisbolista.
Ni a un presidente.
Ella no quiere a alguien que pelee sus batallas.
Que la quiera a destiempo.
Que solo la vea hermosa, cuando otros se lo recuerden.
Ella, quiere a un guerrero.
Uno, que la acompañe a pelear sus batallas.
Uno, con el que pueda ser la mejor pareja.
Que aunque todos los días no sean buenos, él nunca olvide qué lo hizo enamorarse.
Uno, que la vea hermosa, aunque se encuentre en la peor de sus facetas.
Uno que valore, hasta los gesto más simples que ella le dedique.
Uno que la haga sentir.
Única.
Amada.
Respetada.
Que aunque existan otras mujeres hermosas, para él, ella sea la más hermosa.
Uno que no necesite ver partes de su cuerpo, para verla sexy.
Uno que no solo ame el hermoso arcoíris que pueda hacer.
Sino la terrible tormenta que pueda desatar.
En fin, ella quiere a alguien, que le haga replantearse eso tan complicado llamado:
AMOR.
