PARA CUANDO DESPIERTES

11 2 0
                                    


No me parece justo esta situación.

Llevo horas, días, quizás hasta semanas, esperando tú reacción.

Pero todo lo que consigo es una glacial indiferencia.

¿Ya no te importa? ¿Te rendiste? ¿Tan fácil?

Sinceramente pensé que eras más fuerte.

Y no, no te estoy echando tierra para evitar que continúes creciendo.

Tú misma lo estás haciendo.

Me he quedado sin voz.

Gritando que reacciones.

Que tú no eres así.

Lo sabes.

Sabes que estas cambiando.

Y precisamente no es para mejor.

Te conozco tan bien, que podría crear un manual para comprenderte.

Pero no lo haré.

Me quedaré sentada, esperando a que reacciones.

Recuerda.

Todos necesitamos de todos.

Pero yo no pienso continuar obligándote a quererme.

A escucharme

No pienso obligarte a venir a mi cuando necesites un abrazo.

O un consejo.

O simplemente un plácido silencio.

Tú deberías de saber, que yo estaré allí, para ti.

No voy a correr tras de ti.

Si no me quieres cerca, no lo estaré.

Me agote.

Me agote de ofrecerte todo.

Mis noches.

Mis días.

Horas.

Semanas.

Sonrisas.

Abrazos.

Lágrimas.

Consejos.

Silencios.

Ya basta.

Basta de que jueguen y utilicen mi cariño.

Cuando te decidas a despertar.

Te ayudare a desperezarte.

Te llevaré a comer.

Te daré un vaso con agua.

Te abrazaré.

Te haré sonreír.

Te ofreceré esos silencios plácidos que tanto te gustan.

Porque aunque no estaré detrás de ti.

Tu regreso.

Tu despertar.

Lo estaré esperando ansiosamente.


SlamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora