XXI: The Point of no Return

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CAPÍTULO CON CONTENIDO NO APTO PARA TODO PÚBLICO, PRIMER AVISO...

-¿Qué es lo más absurdo que deseas en el mundo?—preguntó Jinyoung

-Creo que me agradaría caminar en medio de un boulevard que normalmente sea muy transitado, pero obviamente que cuando lo haga esté completamente vacío, por la noche y que se vea la luna llena.

-Bien, eso no lo había escuchado—movió su cabeza como si de esa forma fuera a entender qué pasaba por la mente de Alina

-Ya, está bien, puedes decirme que soy rara

-Eres peculiar, pero así me gustas

-Eres sorprendente

-¿Por qué?

-Porque puedes pasar rápidamente de un tema lleno de tonterías a uno cursi

-Eso no es complicado, tú también lo haces

-¿Jinyoung?

-¿Qué pasa?

-Pasamos por mucho, ¿te das cuenta?, en verdad no me creo que estemos aquí tranquilamente, hablando de tonterías, mis preocupaciones más importantes se fueron

-¿Qué otras preocupaciones tienes?

-Bueno, lo que todos piensan: ¿cómo me ganaré la vida?, ¿qué comeré hoy por la tarde?, cosas así de simples, supongo

-Sería bueno si nos preocupáramos de esas tonterías los dos juntos...

El silencio acaparó la habitación, era algo tenso, ella sabía a qué se refería él, y se sentía feliz, pero en ese momento no pudo expresar nada, su cuerpo entero se congeló; continuó así hasta sentir cómo Jinyoung pasó su mano a su lado para recargarse en el lado del sillón de ella y con la otra recorrió su cabello para besar sus labios, lento, cálido, suave, todas esas sensaciones la invadieron con cada rose.

Él se separó de ella unos centímetros y seguía viendo sus labios atentamente, luego la miró a los ojos, éstos brillaban con un resplandor que no había visto, parecido a la vez del aeropuerto, pero algo la hacía aún más especial. Alina sujetó el cuello de la camisa de Jinyoung y se acercó de nuevo para besarlo, esta vez con un poco más de intensidad, él rodeó su cintura con sus brazos y la acercó aún más a él, antes de que se dieran cuenta, Alina estaba sentada en las piernas de Jinyoung de frente a él, una de sus manos seguía sujetando el cuello de la camisa, la otra acariciaba la piel de su cuello. Él subía y bajaba sus manos por la espalda de ella, jugaba con su cabello, sólo deshacían el beso para respirar, era profundo y pasional el que tenían aquellos dos.

Jinyoung separó a Alina rápidamente de él, interrumpiendo todo tipo de movimientos—Alina, yo creo que deberíamos parar aquí, porque...

-¿Por qué?...—decía ella con una voz un tanto decepcionada

Jinyoung vio las mejillas rosadas de Alina, observó que tenía el cabello desordenado y su falda había subido un poco, estaba a punto de perder el control sobre sí mismo, pero antes de que sucediera, decidió parar—porque si seguimos, será muy difícil para mí detenerme—dijo el chico aumentando el sonrojo de su rostro, el cual por cierto ya era bastante.

Alina bajó de las piernas de Jinyoung y se puso de pie en la habitación, caminó un poco dándole la espalda—y... ¿si yo no quiero que te detengas?—su voz era tímida, temblorosa. Ante ese comentario, él se sobresaltó, no creía lo que escuchaba, comenzó a toser nerviosamente y su respiración comenzaba a agitarse

Al fin Park se levantó de donde se encontraba y caminó hacia ella abrazándola por la espalda, recorriendo el cabello dejando al descubierto su cuello. El roce de su nariz hizo que ella tuviera un poco de cosquillas, él sonrió—No haré nada que tú no quieras, jamás. Pero para ser honesto, si estás segura, entonces yo estaré feliz de complacerte—dijo en tono seductor, esa voz sexy se hacía presente.

-Si eres tú, está bien, Jinyoung—dijo ella todavía más nerviosa, sabía lo que se avecinaba

SEGUNDO AVISO, YA HASTA AQUÍ PARA LA GENTE SENSIBLE

Él tomó su mano y le señaló la orilla de la cama para que se sentara, él se arrodilló frente a ella para quitar sus zapatos con delicadeza, pasó su mano por sus piernas, quitó las medias que llevaba encima, recordó la primera vez que lo hizo, cuando ella se había lastimando jugando en los charcos. Tan pronto lo hizo se puso a su altura, acorralándola entre sus brazos, sus manos empuñadas a cada lado de ella, recargadas, arrugando la tela de las sábanas. Ella juntó sus manos en la parte posterior del cuello de Jinyoung, profundizaba el beso, sentía la calidez de él en sus labios.

En un leve movimiento, Park alzó a Alina y la acomodó más adentro en la cama, él estaba sobre ella, de rodillas aún, sus piernas entrelazadas con las de ella, poco a poco posó su peso, estaba tan cerca de ella que apenas podía creerlo, sus besos se intensificaron, bajó a su cuello, sus labios húmedos rosaban la piel sobre el mismo, sobre sus clavículas.

Una de sus manos se aventuró un poco más, la falda de Alina ya estaba más arriba de lo que jamás había visto en ella, acariciaba su pierna debajo de la misma. Subió un poco más su mano, al abdomen de la chica, acariciaba con delicadeza, su corazón palpitaba con fuerza, siguió su camino hasta el borde inferior del sostén, con sus dedos sentía el encaje del mismo. También podía sentir el corazón de ella golpear con fuerza su pecho.

Alina por su parte se sentía en las nubes, el peso, el aroma del chico tan cerca de ella era un sueño, se encargaba de acariciar con sus piernas las de él, con sus manos tocar su cuello, enredar sus dedos en su cabello negro. Había quitado los primeros botones de la camisa de Jinyoung, la piel de su pecho era algo que no había visto. Los besos de Jinyoung se sentían tan bien. Quitó con la mayor rapidez que le fue posible la camisa de él, tenía a la vista el bien formado cuerpo de Park ante sus ojos, era dichosa de verlo, no se dejaba ver por nadie. Su abdomen marcado sin exagerar, su amplia espalda, sus brazos; todo era digno de admirar, besó con ternura el pecho del chico, él se enternecía por sus delicados movimientos.

Después de aquello sintió la mano de Jinyoung adentrarse a su sostén, él besaba la piel visible de su pecho, jugaba con sus senos y seguía acariciando su pierna con la otra mano. Cada movimiento que él hacía la hacía perder la cordura. Su respiración se tornó agitada; él se deshizo de su blusa con gentileza y desató su sostén, ella cubrió su pecho con sus brazos—tu sostén es lindo, pero creo que será más lindo ver lo que hay debajo de él—le dijo Jinyoung al oído, ella retiró sus brazos dejando todo el panorama a la vista del chico. Se recostó en ella de nuevo, besaba sus senos, acariciaba la piel de su abdomen, la piel cercana a su feminidad, Alina gemía levemente tras cada caricia, movimiento o palabra. Sintió un bulto creciente cercano a su intimidad, ella sabía lo que era, estaba nerviosa, ¿o ansiosa?

Alina protestó al sentir algo frío colarse en la piel de su abdomen--¿qué pasa?—preguntó Jinyoung preocupado, creyó que la había lastimado.

-La hebilla de tu cinturón, está fría—decía con palabras entrecortadas

Jinyoung se deshizo de su cinturón. Para esto se puso de rodillas, veía a Alina acostada, su corazón seguía latiendo fuerte, su deseo de hacerla suya se acrecentó, retiró su falda y finalmente, la despojó de la última prenda en su cuerpo. Él estaba ya fuera de sí, el aroma de ella estaba por toda la habitación. Quitó sus pantalones y ropa interior, se preparó para lo que seguía. 

Alina lo veía atentamente, respiraba con dificultad; él veía cómo su pecho subía y bajaba pausadamente. Se posicionó entre sus piernas y después de un leve movimiento, ambos se unieron. Sabía que ella era virgen, si no había besado a nadie, seguramente jamás había llegado a tales actos. Se movía lento, cuidando de no lastimarla, ahora escuchaba su voz cerca de su oído, de un momento a otro sus gemidos se perdían entre los labios de Jinyoung. Continuó moviéndose, cada vez más rápido hasta llegar al final. Jinyoung se sentía relajado, ella seguía respirando pausadamente.

Alina, después de unos cuantos segundos se acercó a él y se acurrucó entre sus brazos—no suelo dormir así, pero hoy, ¿podría hacerlo?—dijo en voz suave

Jinyoung correspondió el gesto y la envolvió entre sus fuertes brazos—será un placer que te quedes en mis brazos... 

Delirium {FINALIZADO} ♡♡♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora