I: Da Capo

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-¿Alina?, ¿terminaste de estudiar?, recuerda que prometiste que iríamos juntas a buscar nuestros vestidos para el examen público—hablaba detrás de la puerta mientras la golpeaba una de sus amigas: Sora

-Lo sé, lo sé, ya terminé, sólo llevaré las partituras y mi mochila al dormitorio, ¿está bien?—dijo después de abrir la puerta

-Necesitamos vernos hermosas, Alina, una nunca sabe en qué momento encontrará al amor de su vida.

-Dudo mucho que en cuando lo veas seas capaz de reconocerlo- Alina le llevaba entonces la ventaja a Sora pues ya había comenzado a caminar

-¡No me dejes atrás!—la alcanzó tras dar unos pasos rápidos—no te deseo el mal, pero ojalá en algún momento tengas que retractarte de tus palabras, será hermoso decirle a la sabelotodo de Alina "te lo dije"

-Sólo camina Min, a este paso nos cerrarán todas las tiendas

-Nos quedan cinco horas

-Las mismas que te tardarás en llegar sin no te das prisa—dijo entre risas

-Mocosa grosera, ten más respeto por tus mayores—hizo un puchero

-No sabía que seis meses hacían la diferencia para llamar a alguien señora—caminaba de espaldas, quería ver la graciosa cara de enojo de Sora

-Eres la peor, Alina—dijo refunfuñando, aunque sabía que era broma

-Yo también te quiero, se dio la vuelta y siguió caminando



El centro comercial era inmenso, la cantidad de boutiques era suficiente para estar caminando por el lugar todo el día, el paraíso de las chicas con ingresos y la sala de tortura emocional para las que tenían $5 en el bolsillo.

Alina y Sora habían planeado su día y elegido establecimientos estratégicos para comprar sus vestidos. Para su suerte, no habían pasado dos horas cuando encontraron el atuendo que las flechó y a un precio razonable, aún les quedaba dinero en sus billeteras y tiempo antes del toque de queda, así que es ese momento Sora hizo su movimiento ya premeditado...

-¿Alina?

-Dime—respondió indiferente

-Después del examen final sólo te restarán tres días para irte, ¿no es así?

-Siento como si aguardaras con ansias a que me fuera—dijo para calmar su tristeza ante tal hecho

-¡De ninguna manera!, tú sabes que yo más que nadie quiero que te quedes, pero no puedo hacer nada, el conservatorio de dónde vienes es mucho mejor que este.

-¿Qué pasa, Sora?

-Quisiera que el último día salgamos a visitar varios lugares, no habrá toque de queda ese día, así que el tiempo afuera no tendrá más límites que el que nos pongamos nosotras mismas

-Quieres ir a rondar por los bares, ¿no es cierto?

-Sólo será una noche, por favor, quiero ir con mi amiga a disfrutar del ambiente nocturno

-Está bien, iré contigo—rió en lo bajo

-Muy bien, entonces, ¿qué tal si conseguimos ropa para la ocasión también?

-¡Qué rápido se te quita ese semblante de tristeza en el rostro!

-Ir de compras hace milagros, querida

-No puedo contra esa lógica. Andando

Quedaba una hora para el toque de queda cuando las chicas al fin habían tomado el transporte público, se dirigían ya al conservatorio, seguramente llegarían antes del toque de queda. En cuanto a sus compras, Sora no podía estar más que satisfecha, serían observadas tanto en el examen público como en los bares; Alina no hacía ningún escándalo por ninguno de los dos eventos, en el primer caso, sólo quería interpretar de la mejor manera aquella pieza, en el segundo, le interesaba más convivir con su amiga que participar en sus actividades, a Sora igual, pero no perdería la oportunidad de lucirse en público si podía hacerlo.

Delirium {FINALIZADO} ♡♡♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora