II

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Comencé a desvestirme con cuidado, intentando que la piel no rosara con la prenda manchada de vómito. Me sentía un poco estúpida en la situación que me encontraba. Si yo sentía asco de mi propio vómito ¿que estará pensando aquél chico? que prácticamente nado en el.
Entré al baño directo a la ducha, la cual desprendía vapor de lo caliente que estaba el agua, cuando esta llegó al punto adecuado me sumerji de lleno en la regadera.
No se cuanto tiempo pasé dentro, pero las llemas de mis dedos estaban tan arrugados que ya era un buen momento de salir, incluso me sentía mejor. Y justo cuando termine de vestirme la puerta principal de la habitación quito el seguro y aparecieron mis dos compañeras.
No tome mucha importancia a su llegada hasta que mire que dejaron la puerta abierta y Eric se recargo en ella. Yo que estaba tan centrada cepillando mi cabello, después de unos segundos lo noté por el espejo y fue inevitable sonreír e ir directo hacía él.

—¿Ya te sientes mejor?.

—Sí. Ha sido un día extraño.

Salí a su lado y cerré la puerta de la habitación pues las chicas tenían mucho escándalo, así que nos sentamos en el suelo (que por cierto estaba alfombrado) recargados en la pared.

—Sabes, el viaje podría haber sido mejor pero no estabas tú. Conocí un par de locales, un lugar turístico del cual no recuerdo el nombre...

Una de las cosas que me incomodaba de nuestra relación era que las charlas eran cortas y él siempre estaba en el celular. Ya fuera mientras me contaba algo o peor aún, cuando me escuchaba. Y esta vez no fue diferente. A la media hora quedamos en cero y él se marchó a su dormitorio, así que entré a ver que hacían las chicas.
La música a un volumen alto, la cama llena de ropa y los conectores de luz invadidos, esto parecía la peor pesadilla de mi mamá. Bajé el volumen e Isela se asomó por la puerta del baño con un rostro de desagrado.

—Lo siento, ¿a donde irán?.

—Elena tenía razón, hay un artista hospedado aquí y se presentará en un rato en el bar del Hotel, ¿vienes? Sirve que te distraes un rato, has estado todo el dia encerrada.

Ajá, todo el día encerrada...

—Los chicos irán a pasear fuera así que no tienes alternativa — agregó Elena desde el tocador.

No tuvieron que suplicarme para aceptar su propuesta, yo no soy así. Además, sirve que voy a recepción a ver si de casualidad guardaron mi bolsa y el libro (que es lo de menos).
Me ondule el cabello y agregué un poco de maquillaje, concentrandome en mis ojeras. Tomé el único vestido que tenía a la mano y esperé a que ellas también estuvieran listas.
Ansiosa fui a recepción a preguntar por mis cosas, pero desafortunadamente me comentaron que no habían visto nada. Así que seguimos nuestro camino hasta el 'bar'. El cual era demasiado elegante para ser un bar. Es lindo y con luces tenue guindas, tiene un pequeño escenario muy bien iluminado, las bebidas son accesibles, en realidad podría quedarme un buen rato aquí sentada sólo admirando la belleza del lugar.
Al pasar el rato la conversación entre nosotras fue directo al tema de la conferencia, luego hablamos sobre por qué Isela estaba enamorada del hermano mayor de Eric y así tema trás tema hasta que una voz interrumpió nuestra gran charla.

—Buenas noches a todos. Esta noche tenemos a una persona asombrosa hospedandose aquí, un cantante de gran nivel, nos complace anunciar que él aceptó hacer una presentación para todos los aqui presentes, así que, tengo el honor de presentarles a ¡Dimash Kudaibergen!.

Todos aplaudieron y por ende nosotras también. Entonces a los pocos segundos en una mesa alejada de la nuestra se levantó un chico muy alto. La luz tenue no me dejaba verlo con claridad hasta que este llego al centro del escenario y la gran luz me dejo ver su rostro. Sin duda alguna era el chico de la recepción. Vestía otra vez con un traje pero este era carmesí, lo curioso es que llevaba tenis. Entonces me reí, por que yo sabía la razón del por qué.

—Buenas noches a todos. Estar aquí ahora es muy especial para mi. Vivo muy lejos de aquí y es un verdadero honor cantar hoy para todos ustedes, mi nombre es Dimash... Voy a cantar una canción propia, la cual se titula 'Screaming' . Espero les guste.

Cuando él comenzó a cantar, quedé boquiabierta, tenía la voz más linda que eh escuchado en toda mi vida.
Él se estuvo paseando por el escenario lentamente hasta llegar a mitad de la canción. Entonces se bajo de el y camino acercandose a las mesas, tomando contacto visual con todos los presentes. En un momento nuestras miradas se cruzaron y casi sonreía (puedo jurarlo), pero siguió con su interpretación melancólica hasta el final de la melodía.
Todos aplaudieron, incluso la mayoría nos pusimos de pie. Mentiría si digo que no quedé encantada por su voz. ¿Quién iba pensar que pase vergüenza con una persona tan talentosa? ¡Trágame tierra!.

—Es guapísimo— nos susurró Elena.

Dimash bajó del escenario y varías personas lo detuvieron para pedirle una fotografía, así que Elena aprovechó para cumplir su cometido. Mientras Isela y yo observabamos lo chistoso que se comportaba hasta el punto en que volvió a la mesa emocionada como una niña pequeña con juguete nuevo. Note que él seguía volteando en ocasiones mientras charlaba con nose quien, ¿qué tan apenada debo sentirme?.

—Él preguntó por ti, "necesitaba" saber tu nombre —me dijo ella más emocionada que nada.

—¿Qué le dijiste?.

—Tu nombre, tonta.

Suspire, creí que las cosas no pasarían a mayores, hasta que mire a Dimash encaminarse a nuestra mesa. Sentí nervios por alguna extraña razón. Entonces él llegó y se enfocó en mi.

—Buenas noches, Sofía, disculpa mi atrevimiento pero, ¿te encuentras mejor?—Él se miraba tan cálido y amable.

—Si, gracias—Sonreí.

—No creí encontrarte tan fácil. Tengo tu bolso y el libro, pero estan en mi dormitorio, llamaré a alguien para que vaya por ellos si te parece bien.

Su nivel de habla era tan aggg, me hacía sentir una niña tonta con ese elevado nivel de porte.

—Gracias otra vez.

Cruzamos miradas y se alejo a su mesa, las chicas sólo esperaban una explicación a lo que acababa de suceder (en el fondo yo también), y seguía con la duda de dónde era el joven tan apuesto... diablos.
No paso mucho tiempo hasta que un hombre uniformado trajo mis cosas en una bolsa con una pequeña nota "Sé más atenta con tus pertenencias, no imagino su valor sentimental, que bello es el amor ¿no?, ¡Te deseo un feliz matrimonio!. Atte; DQ".

¿Matrimonio?, abrí la bolsa de plástico esperando encontrar el libro y mi bolso, pero la sorpresa fue ver el anillo que Eric me había obsequiado hace ya tiempo (¡nisiquiera había notado que no lo llevaba puesto!) asegurado con un broche a la agarradera de mi bolsa.

Solté una pequeña risa,¿matrimonio en serio? ¡vaya ocurrencias del chico!, pero segundos después caí en cuenta... ¿Eric será el correcto para dar ese gran paso?.

Levanté la mirada en dirección a la mesa del chico, pero ya no estaba, que fugaz resulto ser.
Pasó casi una hora y con tantas cosas en mente, esa idea se fijo en mi como un chicle al zapato, les dije a las chicas que tenía sueño para salir a despejarme, mi sorpresa fue volver a verlo justo en la recepción, tocando el piano que tenían de adorno, tenía dos camarografos encima, así que me acerque lo suficiente para escuchar la melodía, pero no para molestar.

Fácilmente estuve obsevandolo unos quince minutos hasta que él dejo de tocar y noto mi presencia, quiero jurar que estuve ahí por la melodía, sólo por eso, pero cuando cruzamos miradas descubrí que en realidad estaba esperando sólo que justo eso pasara, ¿qué carajos? ¿acaso me creé un fanatismo?.
No pude acercarme, él tampoco hizo el intento, pero siguió tocando unas cinco canciones más, después de eso un hombre llegó por él, ni siquiera se despidió (cosa que era de esperarse), ni una pequeña mirada, pero paso tan cerca, y lo único que pude notar era un anillo plateado en su dedo anular, en segundos descubría que él era un hombre imposible, más de lo que su carrera ya me daba por echo, vaya que sí eres fugaz Kudaibergen.

Unforgettable day | DimashKudaibergenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora