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—Jamás pensé que eras esa clase de mujer.

—Eric...  

—No te molestes en explicarlo, Elena ya me contó todo. Le juré a tu padre que te cuidaría, y tú descuidaste mi corazón de esta manera.

Eric dejo caer la nota al suelo y se marchó, seguramente de vuelta a su dormitorio, cerré la puerta para dejarme caer en la cama, Isela me miraba desde el tocador, en cuanto solté las primeras lágrimas ella se acercó a abrazarme,claro que había escuchado todo lo dicho ahí afuera.

—Sólo fué una noche Isela, nisiquiera estuvimos solos, jamás hicimos nada indebido, ¿Cómo puedo solucionar esto?... ¿siquiera tiene solución?.

—Linda, así como es de meloso, Eric es muy sencible y extremista, además no sabes qué le diría Elena.

Pensé en Elena, nisiquiera había caigo en cuenta sobre eso. Ella fué la que le entrego la nota a Eric, ¿por que haría algo como eso?.
Elena no había entrado al dormitorio al llegar, acompaño a los otros dos chicos a comer algo, seguro sabía que esto sucedería, ¿cómo debía sentirme respecto a ella?, bufé al pensarla, ¡vaya amiga!. 

Realmente no sabía como sentirme, estaba tan confundida, por una parte me dolía lo que Eric estaba pensando o sintiendo, por otro lado que Elena pudiese hacerme algo así, y la peor... que sí sentía atracción por Dimash, y eso era digno de ser juzgado. Claro que soy culpable, pero no quería aceptarlo. 
Lloré no sé cuanto hasta quedarme dormida, para despertar un rato después hecha un desastre.
Ya eran las siete de la noche, tantas horas en la empresa consumieron nuestro último día en Estados Unidos, me sentía cansada y sin ganas de nada, y entonces recordé que debía ir a el casting para el videoclip de Dimash.
Como por arte de magia el dolor se apagó, como si pensarle fuese un tipo de anestesia.
Me dí una ducha rápida y me puse ropa cómoda, una sudadera negra mucho más grande que mi talla y un pans de color camuflaje militar, junto a mi gorra negra y por último bebí apresurada una botella de agua que estaba en el tocador. 

—¿Saldrás?

—Quedé de ver a Dimash hoy, es la audición para su videoclip, no me gustaría quedar mal.

—¿Crees que sea correcto que formes parte de eso?, ¿y sí Eric te  malinterpreta más cuando vea eso?.

—No iré a participar, sólo... no quiero irme sin despedir.

Isela me miró casi como analizandome, me despedí con un casi inaudible "adiós" y salí del dormitorio, ya casi iban a ser las ocho.
Cuando llegue a recepción miré a los chicos, Elena y Eric entrando por la puerta principal con bebidas en sus manos, intenté pasar desapercibida pero Eric alzo la voz nombrandome.
Detuve mis pasos hasta tenerlos de frente, Eric observaba alrededor, tomo un sorbo de su licor antes de dirigirme palabra alguna.

—¿Cuál es tu plan para la última noche aquí?.

—No tengo un plan.

—¿A dónde piensas ir?, no puedes salir sola, es peligroso —esas palabras esparcían aún sentimientos, su ingenua necesidad de protegerme estaba ahí.

Elena soltó una carcajada, así se acercó un poco a los dos, puso su mano en el hombro de Eric y me miró directamente a los ojos con tono de burla en su voz.

—Deja de preocuparte por alguien que no merece la pena. Además, seguro que los guardaespaldas de su nueva conquista la tienen bien cuidada.

Eric sonrió, de esas sonrisas que brotan fracaso pero quieren aparentar empoderamiento, observó su botella e hizo una mueca intentando guardar la compostura.

—Que te diviertas con tu asiático desabrido.

¿Es en serio? ¿No tenía un insulto mejor? Claro, no me impresionaba de él.
Se marcharon en cuanto soltó su burla y yo me apresuré para llegar a mi asunto.
Al entrar ya habían bastantes personas, incluso estaban en medio de una audición, una chica pelirroja casi de la estatura de Dimash, hacían justo lo mismo que yo había hecho la noche anterior, para ser sincera la joven era perfecta en sus expresiones y movimientos.
Eran sólo siete candidatas, contándome. Ya habían pasado tres antes de la pelirroja y Dimash no dejaba de observar a los pocos espectadores buscando a alguien,  sabía que me buscaba, pero no hice acto de presencia frente a él hasta el terminar de las audiciones, miraba en su rotro cierta desilución mientras hablaba con sus mayores, cuando aparecí en su campo visual miré una pequeña sonrisa pintar sus pequeños labios de imediato, y mientras me iba acercando él se iba alejando de ellos para recibirme.

—Agredecería el haberme rechazado en lugar de dejarme esperando tu presencia.

Sonreí. Decidí acercarme un poco más, invadiendo su espacio personal pero no demasiado, sólo necesitaba observar su rostro con claridad para grabarlo en mi mente por un largo tiempo. Él frunció una ceja, tenía los labios entre abiertos mientras en su cabeza intentaba entender la situación sin hacer preguntas.

—Tú me confundes —Susurre observando sus labios.

—La incertidumbre es el juego predilecto entre los enamorados.

Dimash bajó su mirada y por instinto hice lo mismo, su mano iba directo a tomar la mía, hasta que una voz muy peculiar le hizo retractarse.

—¡Dimash!.

Él volteó a donde estaba su producción y pintó una gran sonrisa en su rostro.

—¿Padre?, ¡que agradable sorpresa!.

Él hombre un poco más bajo que Dimash llegó directo a darle un abrazo, sus sonrisas delataban que no se habían visto en mucho tiempo, me sentí completamente ajena a la situación así que decidí marcharme.
Al salir del teatro fuí directo a mi dormitorio, otra vez sentía una gran confusión que no podría ser aclarada esta noche, ni mañana, incluso tal vez nunca.
Y nisiquiera pude despedirme.

Unforgettable day | DimashKudaibergenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora