El silencio y la oscuridad de la habitación me hacían pensar más las cosas.
Prendí la luz para poder acomodar mis cosas en la maleta, al tomarla (se encontraba bajo la cama) miré a las chicas durmiento profundamente, le tomé especial cuidado a Elena, la cual dormía en mi lugar, ¿cuál era el motivo de su repentino cambio hacia mí?.
Mientras acomodaba mis prendas no podía evitar pensar en todo lo sucedido en unos cuantos días; Hacer una conferencia, conocer un trozito de Las Vegas, pasar de amiga a enemiga de alguien que apenas conocí, terminar con mi primer amor y lo más loco e importante, sentir atracción por alguien al que le vomite los zapatos... ahora agradezco tanto esa vergonzosa situación.Al terminar de empacar todas mis cosas me acosté a dormir sin cambiarme. Me sentía completamente confundida, apenas unos segundos después caí en cuenta de la situación, estoy cayendo en amor por una persona inalcanzable, por alguien distinto a mí en todos los aspectos y sentidos posibles.
Maldita sea.
La mañana amaneció fría, un clima realmente nostálgico, el cielo estaba tan nublado y el viento soplaba con fuerza, ¿dónde quedó el cálido clima de días anteriores?.
Decidí dejarme los mismos pans pero me coloqué una sudadera blanca, lavé mi rostro dejandolo libre de maquillaje y alacié mi cabello.
Nuestro jefe de carrera nos apresuraba ya que el avión salía en una hora y todavia faltaba pasar a revisión, yo y todos los chicos ya estabamos en recepción esperando a que Elena e Isela estuvieran listas. En realidad, yo estuve ahí ya desde hace una hora atrás, con la tonta ilusión de toparme con Dimash, sin embargo
el no hizo acto de presencia en todo ese rato, así que decidí acercarme al joven recepcionista que leía un periódico.—Disculpa, ¿Podrías aportarme el número de un huesped?.
—Lo siento señorita pero esa es información clasificada. Podría dejar un recado, o darle el número de habitación si le parece bien.
—¿En cuál se hospeda Dimash?.
—¿Kudaibergen?, apenas comienza el día y ya vino una fan, ¡Que entuciamo tienen ustedes!... él se hospeda en la suite presidencial en el último piso, pero esta prohibido el paso a esa área por lo mismo, lo lamento.
—Esta bien... gracias.
Iba volver a mí asiento cuando recordé una gran excusa.
—¿Será posible que le des un recado de mí parte?, soy su candidata para el videoclip que planea rodar, estuve con él ayer en su casting en el teatro.
—Suena creíble, tal vez lo haga —el chico sonrió mientras tomaba un papel y una pluma dejandola sobre el mueble.
Escuché a Isela gritar que me apresurara (por fin habían bajado), así que sólo tome la pluma y escribí lo primero que vino a mi mente.
"Mi tiempo aquí terminó, conocerte fué la mejor parte de todo.
Atte; Sofía Urcadiz "
—Gracias —solté la pluma para volver con el grupo.
Subimos a una panel cortesía de la empresa que habíamos visitado para irnos directo al aeropuerto, en el camino, en revisión y en la sala de espera estuve pensando en una sola cosa;
No me pude despedir de él.En todo el viaje escuché a Isela hablar sobre temas variados, desayunamos un platillo desconocido e incluso dormimos un rato.
Al llegar observé el paísaje verde de mi ciudad, unos minutos después me encontraba buscando mi maleta, y quince minutos después miré a mis padres esperando, fué hermoso ver a mamá sonreír al verme, y mis dos pequeñas hermanas gritar mi nombre mientras saltaban con la mano al aire para llamar mi atención. Pero abrazarlos fué como estar en casa sin haber llegado aún.
En el trayecto a casa en la camioneta gris, Ana y Alondra cantaban las canciones que sonaban de fondo, mientras yo charlaba con mamá la cual me hacia mil preguntas respecto al viaje.
—¿Qué te pareció la empresa?—mamá charlaba mientras veía las pocas fotos que tomé allá. Y las que apenas habia visto yo que el jefe de carrera envió por mensaje.
—Agradable y muy profesional, tiene inversionistas de varias partes del mundo, amables, refuerzan mi gusto por mi carrera.
—¡Estúpendo! —mamá me entregó mi telefono segundos después.
—Sofía, planeamos una cena familiar, deberías invitar a Eric, los extrañamos a ambos — papá me miró por un segundo por el espejito central con una media sonrisa.
Que incomodo.
—Eso no será posible, Eric ya no irá a casa —Tomé mi celular para para guardar la calma y distraerme de la charla
—¿Qué? ¿A qué se debe eso? — Papá volteó a ver a mamá confuso.
—¿Podemos hablar de ello luego?.
Papá guardo silencio antes de darme un sí.
Después de todo ese día no tocamos el tema, pero ellos ya se imaginaban que sucedía. El día transcurrió tranquilo hasta la hora de la cena en casa de la abuela, como era costumbre me entretuve en mis redes sociales mientras escuchaba la charla de adultos de fondo.
Entonces al entrar a las fotos de mi galería habían cientos de ellas junto a Eric, me limité a eliminarlas todas.
Hasta que me topé con una foto reciente que yo no había tomado, al abrirla me sorprendí, era una fotografía del día de la presentación de Dimash en el hotel, justo cuando se acercó para lo del bolso. Yo sentada con el rostro a su dirección para verlo, y él de pie observandome con sus manos detrás suyo, no pude evitar sonreír, estaba segura que Isela la había tomado.Como una niña ilusionada decidí ponerla de fondo de pantalla, eso me llevó a buscar a Dimash en Instagram (tenía tremenda curiosidad), fué fácil encontrarle, y justo había una actualización suya. Una fotografía de él y la pelirroja del casting con un encabezado agradeciendo su participación, sentí una especie de celos, después me reí, ¿estoy creandome un fanatismo o realmente esto es amor?.
De cualquier manera, la pregunta aquí era, ¿volveré a verle? ¿tan siquiera habría una posibilidad?.
Sí pensar que tengo sentimientos por él es una locura, ¿qué pasaría sí fuese mutuo?.
Realmente no estaba conciente de lo que estabamos por vivir, ni lo afectadas que serían nuestras vidas después de todo, ¿cómo dos personas tan distintas podrían mantenerse unidas?.
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Unforgettable day | DimashKudaibergen
RomanceComenzó sin buscarlo, sin quererlo, como todo lo bonito de la vida. Con un simple cruce de miradas sabía que él estaba echo para mí, pero también sentía que yo le pertenecía. ¿Como dos personas tan distintas podrían mantenerse unidas?. Él nisiquie...