IV

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Al separarme de sus brazos pude observar su rotro totalmente serio e indiferente, tan contradictorio a las palabras dichas hace unos segundos.

—Estás ruborizada, no sé que estés pensando ahora mismo pero quiero que lo mantengas el día de la grabación, luces angelical ¿vez que tan fácil es crear emociones?.

—¿Disculpa? —fruncí el ceño desconcertada.

—Esta es una escena intensa, un abrazo debe transmitir emociones,estabas muy tensa... sólo te ayudé a soltarte.

"Te ayudé a soltarte", ¿A qué se refiere exactamente?, ¿lo que había dicho era mentira?. En esos momentos me sentí tan ilusa.
Repasamos unas cuantas veces más las tres escenas, Dimash permanecía callado en cada una de ellas, y eso me hacía afirmar cada vez más que sus palabras sólo habían sido un propulsor para no estar tan tensa, justo como dijo él.
Al terminar varios me agradecieron y felicitaron como sí hubiese hecho un buen trabajo, ya era tan noche que yo sólo pensaba en marcharme.

—Gracias por intentarlo Sofia, mis palabras en la carta son muy reales, eres la indicada para este videoclip.

—Arruiné tus zapatos, es lo menos que puedo hacer... debo irme.

Dimash sonrió por unos segundos dejando ese rostro serio que acostumbraba llevar.

—¿Gustas que te acompañe?. Aunque me digas que no, lo haré.

Me sentí tan incomoda en ese momento.
Justo como dijo, apesar de negarme él me acompaño hasta la puerta del dormitorio, lo cual era un poco peligroso que nos vieran juntos, de su parte y de la mía
En el corto camino no cruzamos palabras aunque él me volteaba a ver en ocasiones, lo cuál de alguna u otra forma me intimidaba.
Ya frente a mi puerta me detuve a mirarlo, él puso sus manos detrás suyo esperando a que yo entrara, ¿nisiquiera planeaba decir adiós?.

—Antes de despedirme, ¿puedo preguntarte algo? —me acerqué un poco sin invadir su espacio personal.

—Claro.

Él me miraba prestandome toda la atención.

—Tus palabras en el ensayo...

—Sólo ayudaba a soltarte Sofía, olvídalo—su voz se volvió cortante e indiferente de nuevo.

Sentí como un pequeño alfiler al corazón, una pequeña molestía. Había creado tantas expectativas al escuchar sus palabras tan poéticas que jamás se me pasó por la mente que fueran falacias, seguro él se burlaba internamente de mi ingenuidad por creer que tales cosas las decía en serio. Además tengo novio, ¿qué estoy pensando?.

Me aparté nuevamente hasta la puerta sin soltar palabra alguna, intenté abrir de manera silenciosa.

Y de pronto una pequeña risa se escuchó, lo volteé a ver de imediato.

—Estuviste conmigo a escondidas... espero no tengas problemas mañana. Buenas noches.

Me regaló una pequeña sonrisa esperando a que entrara a mi dormitorio, y sin decir nada le miré por última vez para cerrar bajo llave.

Lo único que pude hacer después de eso fué sentarme frente al tocador a respirar ondo y pensar que estaba sucediendo conmigo.
Ahí en la oscuridad y con ayuda de la lámpara de mi celular me desmaquillé, luego fuí a lavarme el rostro. Lo único fácil fué el pijama,ya que con ese clima lo único que hice fué quedarme en interiores.

Ya acostada caí en el coma profundo, eran las 3 de la mañana cuando llegué y nisiquiera lo noté.

Desperté demasiado temprano para haberme desvelado la noche anterior, 8;15 a.m para ser exactos. Me dolía un poco la cabeza pero tenía mucha energía, así que me dí una ducha rápida, me puse un short y una blusa blancos junto a una gorra para ir por desayuno. Tomé mi cartera junto al celular y salí con cautela del dormitorio, mis compañeras aún estaban dormidas.

Unforgettable day | DimashKudaibergenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora