Un día como cualquier otro en National city, Kara iba inspeccionando sus hermosas calles para hacer su último recorrido de la noche. Se encontraba realmente agotada, desde que despertó fue a Catco entregar reportarjes a Snapper, después a la DEO para una que otra misión y entrenar con su hermana y Mon-El.
Desde que volvió aparecer el daxamita con una mujer aparentemente entrelazados por argollas de matrimonio, Kara sintió un dolor inmenso en el corazón, trató de disimular aquel dolor con una sonrisa, por lo menos el daxamita seguía con vida y eso era gane.
Se prometió a ella misma que no se entrometeria con aquella pareja, seguiría adelante con su vida, aunque no podía negar como el daxamita le soltaba miradas una que otra ocasión como si esperará algo de ella. Si algo aprendió de Lena era ser profesional en ciertas ocasiones, Kara siendo su álter ego no hablaba más que con la pareja mas que para entrenar o preguntar que había de nuevo en la DEO. Tiempo después llegó a entablar una conversación con Imra, cuando estás dos se habían quedado a solas en el cuarto de entrenamiento; estaba sorprendida como la chica de Saturno la admiraba, ahnelaba este momento de por fin conocerla en persona y no por relatos que le argumentaba su esposo. Aquél gesto de la chica de ojos verdes al comentarle aquello a Kara le pareció muy tierno y alentador; le dio su sonrisa más sincera. El ambiente dentro de aquella sala no era para nada incómodo, al contrario era cálido y reconfortante. Desde ese momento por más que quisiera poner distancia la rubia, no podía. Había comenzado a tener empatía hacia la chica de ojos verdes, sabía que acababa de entrelazarse en forma de amistad con la chica. Por otra parte Imra entendía el porqué Kara se portaba distante e indiferente con ella y Mon-El, ¿a qué mujer le gustaría ver al amor su vida con otra y aparte casado? Sabía que era una mala idea el que su esposo daxamita y la kriptoniana se volvieran a encontrar, principalmente porque los sentimientos de los dos saldrían a flote, el ver sufrir a su heroína le pesaba más que su esposo, pero sabían que necesitaban la ayuda de la kriptoniana y la rubia de ellos. Esencialmente para volver a su época y otra por el peligro que se acercaba que causó la muerte de Supergirl en el futuro.Después de un día tan agotador Kara seguía patrullando con su traje de heroína pasó al lado del edificio L-Corp, decidió que sería una buena idea visitar a su querida amiga Lena, hace unos días que no la veía realmente la extrañaba. Quería visitarla todos los días de la semana, pero no quería asustar a Lena que tal vez piense que es una acosadora o algo parecido, aquella mujer la hacia sentir especial, única; como si no hubiera nadie más alrededor de ella. Empezó a descender lentamente hacia el balcón percatandose que la mujer de cabellera oscura enfrente de ella, se encontraba dándole la espalda, firmando los documentos de su estante de trabajo y revisandolos en la laptop que tenía al lado. La rubia la pensó mucho si irse o quedarse, podía notar como Lena estaba tan concentrada en aquel papeleo. Pero tomó las agallas suficientes tocó la puerta de vidrio con la suficiente delicadeza para no romperlo, y lo suficiente para que la CEO escuchará, bastó dos golpes para que la silla de cuero donde se encontraba aquella CEO diera la vuelta envolviendole una sonrisa de alegría, haciendo que se parará, indicando con una mano que entrará.
La rubia jalo la puerta entrando devolviendole la sonrisa. -Buenas noches señorita Luthor, ¿qué tal su día? Estaba patrullando las calles y aproveche para darle una visita breve, saber como se encuentra-. Comentó la rubia, no podía negar se veía hermosa como todas las ocasiones que la veía, traía un vestido azul fuerte ajustado de acuerdo a su cuerpo tan bien proporcionado y sin dejar de ver aquellos ojos verdes azulados, sus labios carnosos pintados por un labial de color carmesí.
La menor de los Luthor la miró de manera coqueta, al saber que la heroína no la disimulada a la hora de observarla, parecía que en cualquier momento se le iba a lanzar aquella rubia para comersela. Quería reírse ante aquel gesto de la rubia, pero sólo asentó con una sonrisa graciosa. - Buenas noches Supergirl, muy bien con bastante trabajo como pudo notar. ¿Qué tal el suyo?-. Se recargo en aquel escritorio de trabajo mientras tomaba su copa de vino del escritorio y tomó sorbos esperando la respuesta de la rubia.
- Al igual que el suyo con bastante trabajo, hoy salve a gente de un metahumano que creo fuego a un edificio, menos mal que fueron cosas materiales y no vidas-. Contestó la rubia, después de ver a la Luthor un poco tensa ante aquel comentario. -Tranquila estoy bien, no me paso nada solo me dio una paliza nada que no pueda controlar-.
- Me alegra saberlo, pero no quita que aún así estas expuesta a muchos peligros no eres inmune a todo... -. Respondió la CEO con preocupación, dejando la copa de vino en el estante y parandose nuevamente, pero ésta vez acercándose hacia la heroína.
- No se puede vivir con miedo, señorita Luthor, usted misma lo dijo -. La rubia contestó cambiando su gesto a uno serio, tratando de fingir que le dolía su comentario.
- ¿Con qué citando frases mías, eh? -. Alzando la ceja y volviendo a coquetear con ella. - Vamos dejémonos de formalismos, te extrañé mucho Kara... -. Alzo las manos eliminando cualquier espacio que había entre ellas con un abrazo tan cálido y tan deseado por las dos.
- Yo también te extrañé Lena.- Murmurando los suficiente para que la CEO escuchará aquellas palabras y abrazara con más fuerza a la rubia, haciendo que la heroína se sonrojarse y sintiendo un gran alivió y felicidad.
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Supergirl Destiny
FanfictionKara pierde la memoria bajo obra de alguien, ¿quién es el culpable? Es algo que Lena y Alex tienen que descifrar mientras trabajan juntas para recobrar los recuerdos de Kara y encontrar al culpable.