WORLD WAR💢 °°Taekook°°

4

—Bueno, ¿y bien? —Repite el castaño, con un tono bastante amargo. —Vas a hacer que me arrepienta de haberlo sugerido, podría matarte aquí mismo si quisiera. —Espeta, antes de ver cómo el moreno mueve la cabeza para acabar mirándole fijamente.

—Hazlo. No entiendo la razón por la cual no lo has hecho aún. —Resopla con resignación. —Sabes perfectamente que no soy partidario de luchar, más bien, soy un cobarde. Cuando ese hombre apareció no pude hacer otra cosa que quedarme estático sin saber cómo actuar... Y en el momento en el que pude moverme aunque fueran unos centímetros, tú ya habías acabado con su vida. —Recuerda la escena y pequeños escalofríos le recorren. —Yo no soy así.

—¡¿Te crees que a mí me gusta acabar con las vidas de los demás?! —Grita Taehyung, haciendo que el menor salte en el sitio ante la potencia de su voz. —Hablas como si fueras una persona mucho mejor por el simple hecho de no haber tenido cojones de enfrentarle. Si hubieras tenido agallas, hubieras hecho lo mismo que yo, porque aunque nunca hubiera deseado convertirme en asesino, no me queda otra que hacerlo para sobrevivir. —Niega con la cabeza y camina más rápido, para alejarse del chico que ha logrado enojarle. —Haz lo que quieras. —Sentencia.

—E-espera... —Jungkook agarra su hombro para conseguir que se pare. —No quise decir eso. —Suelta el aire que, sin darse cuenta, había estado reteniendo. —Es sólo que no entiendo cómo alguien como tú quiere hacer equipo conmigo. —Le mira, esperando una respuesta que alimente a su curiosidad.

—Porque... No lo sé, simplemente no quiero matarte. Y si no fueras de mi equipo, creo que no tendría alternativa de hacerlo. —Ríe Taehyung, pero el moreno no le encuentra la gracia.

—Está bien, iremos juntos a partir de ahora. —Se asusta cuando el castaño se lanza sobre él, pero se destensa cuando descubre que es para revolverle el pelo. —Por cierto, ¿cuál es tu nombre?

Por mucho que Taehyung hubiera insistido en formar una especie de alianza, él no confiaba con facilidad, mucho menos en la situación en la que se encontraban, así que tendría el ojo puesto en su nuevo compañero a todas horas.

Pero, aunque le costara admitirlo, le iría mejor sin estar él sólo, por mucha estima que se tuviera a sí mismo.

—Puedes llamarme V. —Responde, sin demasiados ánimos de darle su verdadero nombre, al menos no todavía.

—Oh, ¿es tu mote? Entonces tú puedes llamarme Kook. —El castaño se ríe ante la inocencia del muchacho a su lado. —¿Qué pasa? —Dice, sin entender qué le hace tanta gracia al mayor.

—Sólo... Me has recordado a alguien. —Añade con melancolía, sin querer dar demasiados detalles. —Como apareciste, deshice la hoguera, pero creo que éste es un buen sitio para acampar, así que voy a volver a hacer fuego, mientras puedes buscar setas o algo que podamos comer. —Comenta antes de dirigirse al lugar dónde prendió fuego a las hojas antes, colocando las rocas alrededor y limpiando la sangre de sus manos, que para su desgracia, ya se había secado.

—Tengo comida. —El moreno se acerca a su mochila y saca unos restos de una barra de pan. —La conseguí de una casa del pueblo que está cruzando el bosque.

—Perfecto. —Y, tras esas palabras, el fuego comienza a avivarse. —Ésto ya está apañado entonces. Mañana iremos al norte, ese hombre venía de allí y eso significa que puede que haya otro pueblo cerca. Cenemos y vayámonos a dormir, pero hay que hacer turnos. 

—Yo haré el primero. —Comenta extendiendo un trozo de pan al castaño, que lo toma con hambruna y casi lo engulle sin masticar. —¿Cuánto tiempo llevas sin comer? 

—Lo suficiente como para que ésto me sepa a filete sazonado. —Ambos ríen ante la ocurrencia. —¿Siempre has viajado sólo? —Dice con curiosidad, pues el chico al frente suya luce más joven que él.

—No hace mucho que lo hago, pero sí. 

—¿Y a dónde te diriges? —Pregunta Taehyung a medida que saca una botella de agua que aún conserva y se la ofrece al contrario, que asiente gustoso.

—Supongo que no lo sé. —Sonríe amargamente. —Sólo busco comida o bebida por los alrededores, aún no he pensado a dónde ir. —Bebe un poco de agua y se la devuelve al castaño. —Buah, esto sí que sienta bien. —Ríe. —¿Y tú?

—Pensé que ir a Alemania sería una buena solución. Hay campamentos para los refugiados, la pobreza no está tan extendida en ese sector, y por lo tanto, hay más posibilidades de vivir. —Juega con sus manos debido a la impotencia.

Aún no quiere hablarle de su hermano a Kook, no cree que sea necesario. Todavía no sabe si puede confiar en el chico o huirá a la primera de cambio, así que evitará las razones personales o emocionales que lo guían verdaderamente.

Aunque su parte no racional, por muy pequeña que sea en ese momento, le grite que puede estar tranquilo y que se fíe de su nuevo acompañante.

—Pues ya tenemos destino. ¿Sabes ir desde aquí?  —Asiente en respuesta.

—Tenemos que ir hacia el oeste, es decir, allí. —Señala con su dedo índice. 

—Perfecto, eres bueno orientándote. —Sonríe el moreno, mientras se acomoda en el sitio. —Es mejor que duermas, mañana volverá a ser un día largo, te despertaré cuando mi turno haya pasado. 

—Está bien, ah... Un consejo, vigila desde allí, se ve mucho mejor. —Mira el árbol en el que se había escondido previamente.

—¿Cómo? ¿Ahí arriba? —Dice alzando la cabeza.

—Sí, correcto. —Añade antes de tumbarse sobre el montón de hojas y usar su mochila de almohada, para tener algo que abrazar mientras duerme.

—Ah... Quién me hubiera dicho que haría estas cosas... —Murmura quejándose el menor, que trepa con cuidado de no caer sobre su nuevo conocido, con bastante maña y consiguiendo enseguida subirse por completo.

Por el contrario, el castaño ríe por las quejas del chico, mientras se acomoda y trata de dormir por primera vez en aquellos días, pues no había podido conciliar el sueño sabiendo que le podrían atacar en cualquier momento.

Aunque duda que ese día lo consiga, pues necesita corroborar que no hace mal en confiar en Kook.

Resopla, tratando de calmar los pensamientos que habitan permanentemente en su cabeza.

Tendrá que hacerlo si no quiere enloquecer.