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Hace unas horas

Jungkook se despierta por el sonido de unos pájaros pasando junto a las hojas de los árboles. Antes solía tener el sueño profundo, pero últimamente pareciera que su sentido del oído se la estuviera jugando.

Bosteza, moviendo los dedos de sus pies para desperezarse un poco y deshacerse de la creciente sensación de congelamiento a la que éstos se están sometiendo.

Mira a su lado, buscando el rostro del castaño, siempre le gusta que éste sea lo primero que vea por la mañana para comenzar el día de una forma más que correcta, pero ésta vez las cosas han cambiado.

Su expresión adormilada se cambia con rapidez cuando nota que nadie está a su lado.

Mira a ambos lados, extrañándose en demasía, levantándose segundos después para estudiar el perímetro de la zona.

Una de sus cejas se arquea al no obtener resultado.

No es como si Taehyung pudiera ir muy lejos tal y como tiene la pierna, no sería tan irresponsable como para alejarse a voluntad propia de las personas que se preocupan por cuidarle, por mucho que éste insista en que no necesita ni la mitad de atención que le proporcionan.

Se agacha, acercando su rostro al de cabellos cenizas, que aún se encuentra descansando plácidamente e inmerso en alguno de sus sueños extraños. Pero, sin darse tiempo a si quiera pensarlo, sopla en su rostro, causando que al mayor se le arrugue ligeramente la nariz, haciéndole de repetir el proceso varias veces más hasta que finalmente lo despierta.

—Tú... —Dice, su tono cabreado resurgiendo entre la somnolencia. —¿Qué mierda quieres? —Comenta con fastidio, reprimiendo las ganas de propiciarle una buena colleja por haber interrumpido uno de sus mejores sueños, los que tenían que ver con él y un gran montón de comida esperando a ser devorada. 

—Yoongi... Tae no está. —Y con esas simples palabras, los orbes del muchacho se abren a más no poder, provocando que el sueño que hace tan sólo unos instantes, le caracterizaba, se evapore como si de agua hirviendo se tratara.

El chico se levanta, haciendo exactamente el mismo proceso que Jungkook había llevado a cabo unos minutos atrás, cuando se dio cuenta de la falta del tercer muchacho.

—Yo me he despertado y... Simplemente no estaba. Sus cosas siguen aquí, tal vez haya ido a... —El mayor chista, logrando callarle al primer intento.

—¿Qué cojones? ¿Eres consciente de lo que ibas a decir? Taehyung no está en condiciones de ir a ningún lado, si necesitaba cualquier cosa tendría que habernos dicho algo y no irse por su propio pie, ha debido de pasar algo, sino no me explico ésto... —El chico se sienta, agarrando con insuficiencia sus propia cabeza, tratando de entender la situación en su plenitud.

—¡Taehyung! —Grita el moreno cuando no se le ocurre otra cosa que poder hacer. Ambos esperan en completo silencio unos segundos hasta que niegan con la cabeza, entendiendo que nadie les va a responder.

—Será mejor que nos vayamos ahora que has podido llamar la atención de alguien que no quiera ser precisamente nuestro amigo. —Jungkook se da cuenta de su fallo y se disculpa con un pequeño gesto de su rostro. —Si Tae se ha ido, no estará muy lejos en su estado, así que lo encontraremos pronto. —El menor de ambos agacha la cabeza, dirigiéndose hacia su mochila para recoger las cosas antes de partir en la búsqueda del castaño. —Hey. —Escucha tras él.

—¿Qué? —Ahora se gira para enfrentar al chico que ríe de forma un tanto molesta, como siempre que empleaba el sarcasmo como su máxima defensa ante cualquier acusación.

—No te pongas así, encontraremos a tu futuro marido pronto. —Las mejillas del moreno se encienden más rápido que una lámpara recién enchufada.

—No sé de qué hablas... —Trata de argumentar para cambiar los pensamientos que tiene Yoongi sobre su forma de actuar con Tae, pero el hecho de que sus propias manos hayan empezado a temblar tras la insinuación y las palmas ahora le suden como si estuvieran en agosto, no ayuda demasiado con la validez de sus palabras.

—Tranqui, yo lo he notado fácilmente, pero Taehyung parece todo un cazurro a la hora de leer a la gente y tus intenciones, así que apuesto que no sabe absolutamente nada. —Jungkook respira, volviendo a la normalidad.

En verdad sí que le preocupaba el hecho de que el mayor se hubiera percatado de sus sentimientos. Él no es demasiado determinado y temía que tan rápido como esos llegaron, se esfumaran, y Taehyung no los tomara enserio, o aún peor, que se hubiera dado cuenta de que le quiere y se hubiera hecho el loco porque no quiere saber nada.

Nada le indica la completa veracidad de las palabras del de cabellos nevados, pero, todo visto desde fuera es más claro, o al menos le grita su corazón, que parece estarse aferrando a la primera esperanza que ha divisado.

—Yoongi, no digas nada de ésto, no aún. —El mayor se acerca a él y le da unos toquecitos en el pelo, aplanándoselo con facilidad.

—No soy quien como para hacerlo, si alguien debe de decir algo, ese eres tú, deberías espabilar. —El simple hecho de contarle cómo se siente al castaño, hace que sus piernas se transformen en dos flanes en medio de un terremoto.

—¿Decírselo? ¡Imposible! —Sentencia aunque sin demasiada determinación.

—Sabes que tarde o temprano lo vas a tener que hacer, ¿no crees que es una buena idea para saber si tus sentimientos son correspondidos o no? —Escuchan un leve sonido entre los árboles y ambos se giran, como si hubieran dado con la clave, el menor de ambos comienza a caminar hacia dónde se ha producido. —Espera. —Le frena de forma automática. —No creas que te has librado tan fácilmente de esta conversación. —Comenta antes de dirigirse hacia su actual destino.

Jungkook toma la posición tras el peliblanco, mordiendo su labio ante la posibilidad de que Taehyung sienta algo parecido a lo que sucede en su interior cuando sus miradas se encuentran o sus rostros se acercan.

Suspira para sus adentros.

Si quiere confesarse, al menos debe de encontrarle primero.

Y espera con todas sus fuerzas que sea tarea fácil hacerlo.

WORLD WAR💢 °°Taekook°°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora