Harry creyó que iba a resultar difícil salir del departamento de Briana.
Pero ahora, analizándolo desde sus recuerdos resultó más fácil de lo que había creído. Las protestas de la rubia fueron destruidas con un golpe certero por parte del banquero, causando en el joven el pensamiento de que solo había cambiado de prisión, y así había sido.
A mitad de la noche, cuando la mayoría de los habitantes de la ciudad de Los Angeles dormían, él fue obligado a abandonar aquel departamento que se había convertido en su jaula de cristal durante los meses que llevaba de embarazo y mientras sentía como su incertidumbre aumentaba a cada segundo, fue escoltado por varios de los hombres del inglés hasta la lujosa camioneta aparcada frente al edificio, al tiempo que el banquero se quedaba a solas con Briana y Jade, la enfermera burlaba la vigilancia de uno de los guardaespaldas y se acercó al ojiverde corriendo.
- ¿A dónde te llevan? – le preguntó al joven con evidente preocupación.
- No lo sé – respondió al tiempo que el hombre lo obligaba a subir al vehículo, pero Harry se mantuvo en su intención de hablar con su enfermera - ¡¿Me puede dejar en paz?! – inquirió enfrentándolo y soltándose de su amarre.
- Al Sr. Tomlinson no le va a gustar lo que hace – comentó él con seriedad.
- Me importa un comino lo que “el Sr. Tomlinson” diga – contesto lleno de valor que estaba lejos de sentir y se acercó a Jade.
- Te noto pálido – comentó la morena al verlo cerca, aunque la iluminación de la calle no ayudaba en nada al semblante del embarazado - ¿Qué pasó allá arriba?
- Algo horrible… - estaba a punto de desmoronarse – Fue…
En ese momento, Louis salió del edificio causando que Harry callara abruptamente.
El rostro del hombre le indicó al joven que hubo otro encontronazo con su prima y el cuerpo en tensión de él bajo la tela del traje oscuro le indico que en nada había sido agradable.
Un estremecimiento causado por el temor recorrió el cuerpo del ojiverde, haciendo evidente el estado alterado en el que se encontraba y que le resultaba imposible de sobrellevar.
Él se detuvo a su lado.
- ¡Será mejor que subas! – ordenó con voz controlada.
- ¡Necesito hablar con Jade! ella es mi enfermera – respondió en el mismo tono de él, haciendo que una ceja masculina se alzara.
- Tienes dos minutos para despedirte – señaló antes de seguir su camino hasta el vehículo y hablar con uno de los hombres – Llama al médico y cambia la cita a la suite…
Las palabras con claro acento llegaron hasta Harry y la chica y no pudo evitar suspirar.
- ¿Quién es ese hombre? – preguntó la jovencita, mirando la ancha espalda de él y recordando cómo había llegado al departamento en compañía de una señora elegante por completo alterada. Ella no entendía que era lo que había sucedido hacia unas horas, pero de lo único que estaba segura era que aquel hombre tenía el poder suficiente para aplastar a quién se lo propusiera.
El sonrojo del rostro del embarazado lo dejo azorado.
- Es… el padre de mi bebé – contestó el rizado tratando que Jade no se preocupara por él, porque durante los meses de convivencia que habían tenido se dio cuenta que era una buena enfermera entregado a su trabajo y a sus pacientes.
- ¡Oh, por Dios! – Exclamó llevándose una mano al rostro - ¿Y… que va a pasar? – inquirió. Lo poco que había visto en el tiempo que estuvo a cargo del joven ruloso se había hecho algunas suposiciones que por discreción no indagó para asegurarse que eran verdad, pero que los hechos de esa noche confirmaron la mayoría de ellas.
- Sube… - la voz del banquero llegó a ellos, interrumpiéndolos.
- Yo… yo… - tartamudeó Harry y le tomó las manos en un gesto de agradecimiento – Gracias… gracias por todo y… siento mucho que tu tengas que enfrentarte a…
- ¿La arpía? – inquirió Jade en broma -. No te preocupes… sabré sobrellevarla y sacar mis ropas de ahí sin rasguño alguno - Se abrazaron.
Después de que ambos se separaron, Harry se dirigió hasta el hombre que lo esperaba a un lado de la puerta abierta de la camioneta, deteniéndose por unos instantes frente al banquero.
- ¿A dónde me lleva? – le preguntó mirándolo a los ojos.
- Lejos de aquí, dónde los dos podamos serenarnos y hablar del asunto que nos concierne… y pueda vigilarte sin problema alguno.
Retumbando aquellas palabras en la mente del joven, éste abordó la camioneta seguido de él, esperanzado de que pudiera llegar a un acuerdo.
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Innocent. You will receive what you deserve.
RomanceHarry es un humilde chico de 22 años que trabaja como mesero en un bar de mala muerte; no tiene dinero y lo poco que gana lo emplea para pagar el alquiler y lo demas lo ahorra en un raquitico fondo. Su vida da un giro de 360 grados cuando su malvada...