El sonido de la campanilla anunciaba la visita de un nuevo cliente. Esperando que su asistente atendiera al recién llegado fuera quien fuera, Niall continúo con su trabajo en la trastienda de su consultorio, poniendo mayor énfasis a la camada de perros golden retriever que había nacido un par de horas antes.
- Niall, te buscan – anunció la joven mujer que trabajaba ahí tan solo desde un par de semanas antes, cuando el moreno tuvo la oportunidad de contratar a un empleado.
Extrañado, él levanto la vista de los cachorros.
- ¿Te dijo su nombre? – inquirió levantando una ceja.- Sí… - la asistente observó el papel que una de sus manos llevaba en gesto nervioso – Me pidió que…
Antes de que terminara de hablar, la presencia de un hombre castaño detrás de ella la hizo detenerse.
- Yo deseo hablar contigo – anunció Louis con voz grave.
El veterinario asintió.
- Me parece bien… ¿aquí o en mi despacho? – inquirió torciendo la boca.
- Donde te resulte mejor – contestó el banquero.
La decisión de ir a buscar a Horan le resultó muy difícil de aceptar a Louis. Durante los últimos días la idea había rondado en su cabeza sin darle tranquilidad, a pesar que en su vida había nuevos motivos para estar feliz. Annie, su hija y a quién habían dado de alta del hospital apenas el día después de su nacimiento. Harry… que comenzaba a tener una vida llena de tranquilidad con Briana en la cárcel y a punto de enfrentar una sentencia con el juez.
Con una calma que estaba lejos de sentir, Niall se quitó los guantes con los que estaba trabajando, mientras sentía a su espalda la mirada penetrante del castaño.
La presencia del hombre lo llenó de incertidumbre y en ese momento podía pensar en mil razones para entender el porqué de la visita de Tomlinson, aunque se dijo que hasta que no lo escuchara sabría a ciencia cierta el por qué había ido a buscarlo.
Además, hacía más de dos semanas que no tenía noticias de Harry y del bebé y eso fue cuando salió de la Mansión Tomlinson con el firme propósito de no volver a pisar ese lugar.
En cuanto estuvo listo, guío a Louis por un pequeño pasillo hasta entrar a una pequeña oficina ubicada en la parte trasera del edificio.
- ¿Y bien? – inquirió Niall en cuanto tomó asiento detrás del escritorio y cruzó los brazos sobre su pecho en señal de tener poca accesibilidad hacía con él - ¿A qué se debe tu… visita?
Louis permaneció parado en medio de la habitación, observando todo a su alrededor. El lugar era el típico de una veterinaria. Folletines de animales, papeles regados por encima de cualquier superficie plana. En pocas palabras se le hizo un sitio con poco orden, aun así, no lo demostró en su semblante.
En cambio, observó con detenimiento al hombre que decía ser su hermano y que le resultaba muy difícil reconocerlo como tal, antes de hablar.- Vine a agradecerte lo que hiciste por Harry y mi hija… Tu ayuda resultó muy valiosa – respondió con frialdad.
Los ojos celestes de Niall lo miraron con detenimiento.
- Llega varias semanas tarde “tu agradecimiento”. Si tanto te podía venir aquí, pudiste haberlo hecho por teléfono… así te ahorrabas este momento tan embarazoso – contestó el veterinario imitando la frialdad del banquero.
Louis se llevó una mano a su cabello, despeinándolo en el proceso.
- Posiblemente tengas razón Horan, pero no está en mí dar la espalda a mis deberes.
Ante las palabras del ejecutivo, Niall alzó una ceja.
- ¿Deberes? ¡Qué palabra tan extraña proviniendo de ti…! – torció la boca. No estaba dispuesto a recibir una humillación más de un Tomlinson.
La reacción de Louis no se hizo esperar. Dejo caer sus manos sobre la madera del escritorio. Desde su lugar, Niall no se dejó amedrentar.
- Está claro que una situación extraordinaria me hizo venir aquí, aun así, no voy a permitirte que me insultes – dijo Louis con voz entrecortada, tratando de controlar la rabia que surgía dentro de él.
- Y yo no voy a permitir que en mi consultorio actúes como el amo y señor cuando no estás en tu territorio – contestó el veterinario con una suavidad engañosa – Ya viniste a darme las gracias, entonces te puedes marchar… La puerta está abierta – señaló la salida.
- Parece ser que no me vas a poner las cosas fáciles.
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Innocent. You will receive what you deserve.
RomanceHarry es un humilde chico de 22 años que trabaja como mesero en un bar de mala muerte; no tiene dinero y lo poco que gana lo emplea para pagar el alquiler y lo demas lo ahorra en un raquitico fondo. Su vida da un giro de 360 grados cuando su malvada...