I'm In Love Secretly [SeokHoon]

¿Cantar?

Después de las primeras horas de clase en la mañana, Mingyu y yo nos dirigimos al jardín oculto detrás del edificio. Allí solíamos comer y charlar seguido, solo que últimamente era yo quien iba allí, ya que Mingyu formaba parte del comité estudiantil tenía menos tiempo entre clases.

Nos sentamos sobre el banco de madera que estaba justo bajo un árbol enorme. No entendía cómo este lugar no era concurrido, y a la vez, me alegraba.

Un pequeño jardín; debido a que estaba en la parte de atrás, no daba el sol, además de haber un árbol en una esquina de este. También habían pequeños cerezos, pero no daban frutos, era una pena. Flores de varios tipos iban por todo el lugar, daban un lindo aspecto, más natural de lo que ya era. Una pequeña fuente en el medio, y bajo el árbol, una mesa donde siempre comíamos.

Pero decir siempre era mentir.

Incluso si nos gustaba ese lugar y su tranquilidad, no podíamos ir cada vez que deseáramos. El primer descanso era ese momento, porque los profesores desaparecían —como siempre—, y las personas de limpieza no pasaban por aquel pasillo que nos llevaba a el jardín.

—Las páginas restantes eran demasiado aburridas —Mingyu masticaba su manzana mientras me miraba. —Es que no lo entiendo. Se supone que era un resumen, ¿pero de 45 páginas? —Decía con desánimo.

—Hey, no es la gran cosa —Después de sacar un libro de su bolso, miró las hojas que estaban sobre el mío. —Vas bien con el tuyo, solo faltan algunas páginas

—¿Algunas páginas? —Pregunté consternado. —Lo dices porque eres demasiado inteligente y para ti es fácil —Inconscientemente hice un puchero.

—Hablo en serio, Seokmin —Mingyu me miró serio. —Voy a ayudarte de todas formas. No voy a dejar que te estreses como antes

—No. No lo hagas —Pedí. —Me siento mal, tú tienes muchas cosas que hacer y no voy a aceptarlo. No voy a precionarte —Me sentía pequeño bajo la mirada de Mingyu.

—No seas tonto, jamás sería presión ayudar a mi mejor amigo —Mordisqueo un poco de su sándwich. —Tengo tiempo está semana —Dijo cuando acabó de masticar.

—¿Es en serio? —Tomé algo de su jugo. —¿Por qué?

—De hecho, de eso quería hablarte —Ahora estaba asustado. —Abrirán nuevas secciones de entretenimiento y convicción para los estudiantes —Y mi rostro tomó confusión. —Es decir, desde la próxima semana en adelante habrán distintos talleres de interés; como bailar, pintar, cantar, jardinería

—Oh, ya entiendo —La verdad era que no estaba interesado en ese tipo de cosas. Con las clases era suficiente demanda. —¿Por qué esto tendría que ver conmigo? —Dije divertido, pero pronto mi sonrisa se desvaneció cuando Mingyu me dio la típica mirada de querer algo más.

—Necesito que me ayudes

—¿Es por eso que querías ayudarme con mi trabajo, Kim Mingyu? —Sabía que traía algo entre manos. Sonrió. —No —Comencé a guardar mis cosas.

—¡Por favor! Por favor, por favor —Hizo lo mismo y se apresuró a sentarse a mi lado. —Jamás escuchaste lo que tenía por decir

—Pero no es necesario, sé que no me importa —Mingyu hizo un puchero y sus ojos tomaron forma suplicante.

—Seokmin, vamos. No es que esté cobrando lo que he hecho por ti antes, pero por favor, ayudame —Tomó mi mano. —Prometo no volver a fastidiarte con algo en mucho tiempo

—¿Qué es? ¿Qué quieres? —Le pregunté ya cansado. Tal vez Mingyu si tenía razón, él siempre está dispuesto a ayudarme.

—Verás, para crear estos grupos, necesitamos las bases; allí entras tú. —Explicó. —Ya tenemos algunos integrantes, cada uno para cada taller. Solo nos falta un líder de... canto —Apenas salió su voz.

—¿Canto? —Miré a él. —¿Cantar? ¿Quieres que sea parte del taller de canto?

—El líder, de hecho —Eso no me lo esperaba.

—Estás demente, Mingyu

—Escucha, por favor —Juntos nos páramos de la mesa. —Sería mientras entran más chicos, luego podrás decidir si quieres seguir o no —Por supuesto que no me quedaría. —Todos van a querer entrar si tú estás allí, ¡cantas maravilloso!

Mis mejillas se calentaron por aquel cumplido. Sólo Mingyu, mi profesor de canto y compañeros de clase me habían escuchado cantar, más nadie. Ni siquiera mi madre. Que pensara eso era muy lindo.

—No es la gran cosa, Gyu —Sonreí para mis adentros. —Pero está bien, voy a ayudarte si es lo que quieres

—¡Gracias! Gracias, muchas gracias —A veces Mingyu parecía un niño pequeño. Verlo dar saltitos y sonreír de esa forma era muy divertido.

Prometió explicarme mejor cuando tuviéramos tiempo; debido a nuestra próxima clase no pudo.

Sentía en mi estómago algo muy extraño. Tal vez nervios de que más personas me vean cantar, tal vez ansiedad por ese momento. Y cuando recordé a una persona en específico definitivamente mi estómago se encogió por completo.

Jihoon iba a verme, en definitiva iba a verme.

Tal vez ya no quería cantar.

NOTA:

Jaigais, jau yu vin? ahre no, perdón.

¡AAAH! Tenía que actualizar aquí porque, wow, la historia se posicionó de n° 1 en Lee Seokmin. Estoy realmente agradecida y muy feliz con esto. Es gracias a ustedes es que esto pasó.

Publiqué una nota en mi muro, si quieren la leen allí, jsjsjsj.
¡Son lo mejor!

KKDOSKDOWJOFKSOSKFOS ME ODIAN VISTE.
SOY UN UWU ANDANTE.

XMH.