-'*ૢ❀ Saga & Kanon

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Ahí me tenían, recostado sobre una manta, con los brazos bajo mi cabeza, los audífonos en su máximo nivel y un libro sobre cualquier estupidez la cual no me interesó para nada, sobre mi rostro.

Tanta relajación no servía de nada cuándo alguien llegaba de la manera más brusca a tu lado y te cubría de arena.

Tiré de mi auricular derecho y volé el libro por allá. — ¡Vamos no te pases!. —

— Saga, hace mucho calor como para estar aquí tiradote — dijo mi hermano, quien estaba completamente empapado y con su piel levemente dorada.

Me enderece sacudiendo mi ropa — Estamos en la playa, haga lo que haga hará calor — musite

— Bueno, ya que perdiste el día , vamos al baile esta noche — se puso de cuclillas y su mano se posó en mi pierna. Contacto que hizo que mis sensaciones se dispararan — No dejes a tu hermano solo.— pidió

— ¿Qué haces? No me toques — mis muslos comenzaron a moverse para alejar su mano —no quiero ir, ve con Wyvern si quieres — me levanté molesto y levanté el cuadernillo — Déjame a mí.

— Con ese carácter morirás solo — me gritó ese de cabellos Azules .

Ignoré su comentario y me encaminé a nuestro hotel.
Tiré todo en cualquier parte y me senté en el borde de la cama algo frustrado por lo ldiota que era.

A ser verdad Kanon no fue nunca como yo, siempre mantuvo buenas notas, cero fiestas, creo que él era el orgullo de nuestros padres. Jamás salía de su area de confort, pero ahora todo había cambiado, ese muchacho tranquilo se había acercado a mí para decirme que quería disfrutar, que quería sentir lo que era divertirse a como yo lo hacía, y por habíamos viajado a ese lugar,  porque estaba seguro de que mi hermano tan siquiera había probado alcohol y mucho menos había salido con alguien. 

Si bien es cierto, quería que lo hiciera, que disfrutara a como deseaba, que viviera algo del tiempo perdido. Mas algo me impedía acompañarlo en su nueva experiencia. Ese joven atrevido que estaba surgiendo de él me atraía, pero joder era mi hermano.

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Jamás le puse demasiada atención, hasta que empezó con los síntomas de querer cambiar su aburrido estilo de vida.

Ese día se le antojó salir conmigo, puesto que mis amigos me habían invitado a las canchas de básket para jugar veintiuno, como de costumbre cada jueves.

Aldebaran falló el tiro pegándolo en el tablero, la bola pico en el suelo y cayó cerca de mí. Levanté la mirada y vi que todos incluyendo a Kanon y a su nuevo amigo Radamanthys se lanzaban hacia mí como si jugaran football americano.
Con ligereza agile mi cuerpo y alce las manos en señal de que me tomaría un descanso. Me senté en la gradería y prosegui a hidratarme.

Como dije, jamás lo miré de la manera en que lo hacia en ese momento, mis ojos aunque quisieran, no se alejaban de su silueta. En verdad era un chico muy alegre y por alguna razón eso me irritaba, puesto que gracias a ello, uno de mis amigos , Wyvern, se vió interesado en él y al parecer mi hermano no le paraba bolas pero tampoco le ponía un alto. ¡Tsk!

Reí. El veintiuno era extremo con nosotros. Fallabas y te atropellaban como búfalos. Y realmente mi hermano era un fiasco. Todo le salía mal; se caía, luego de tirar no tocaba balón, y no sabía rematar bien. Era todo un ídolo para burla, pero cuándo lo miraba jugar, con esa coleta en conjunto con el sudor que caía por su rostro y cuello, provocaban que mis ojos ya no siguieran más ese objeto circular, mis ojos lo seguían a él. Me había dado cuenta que ya no lograba concentrarme desde que lo ví la otra noche vestido con mi ropa, pantalones más ajustados y camisetas desmangadas, que de vez en cuándo acompañaba con una chaqueta de mezclilla. No debía trabajar en la NASA para descubrir y caer en cuenta que me ponía realmente nervioso cuando se acercaba, cuando me abrazaba o simplemente cuando chocabamos los cinco. Creo que estaba locamente enamorado de Kanon, mi hermano, gemelo.
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¿ Y si te cuento mi historia de amor?  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora