| 9 | Adió al invierno, hola problemas.

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Las vacaciones habían llegado a su fin. La ciudad de Saint John aun se encontraba pintada de blanco, sin embargo el invierno también estaba llegando a su fin. Todos los árboles de la ciudad se hallaban a penas con pequeños brotes de hojas verdes dispuestas en convertirse en los hermosos follajes de los árboles para la primavera siguiente.

La discusión entre Takumi y Shiroki que había tenido lugar unos días atrás, había sido lo suficiente para que no volviesen a cruzar palabra alguna.

El castaño como de costumbre, salió a tiempo de su casa para así llegar temprano al colegio. Tomando mochila en mano y tan solo una rebanada de pan con jamón, salió de su hogar no sin antes haberse abrigado con un suéter rojo y una bufanda negra. A pesar de que el invierno estaba por terminar, el frió seguía al igual que el primer día de nevada. 

Takumi caminó sin detenerse. Por su mente solo pasaba el hecho de saber que tendría que ver nuevamente el rostro de esa persona. Takumi planeó varias formas de poder alejarse de él, incluso, en algún momento pasó por su mente el cambiarse de escuela, sin embargo creía que esa medida además de extrema, era cobarde. ¿Por qué irse de un lugar que aprecias solo porque existe alguien que no toleras? Uno debe aprender a combatir con sus demonio, pensaba.

El chico estaba atravesando la reja de la escuela. Se dirigió a las estrechas escaleras de cemento que le llevarían hasta el segundo piso donde se encontraría el aula para el nuevo ciclo escolar.

Llegó a la puerta del aula para llevarse la sorpresa de que era el primero en llegar.

-Menos mal, así podré elegir asiento con total libertad. -pensó-

Con paso seguro, caminó hasta la última fila de pupitres, esa que se encontraba pegada a las grandes ventanas que daban al patio principal. Llegó hasta el asiento que se hallaba al fondo del aula. Tomó su mediana pesada mochila y estaba por dejarla caer en la mesa del pupitre pero se detuvo. Por su cabeza pasó la imagen de Shiroki sentándose en el lugar de al lado. Tratando de evitar dicha incomodidad, tomó nuevamente su mochila y caminó dos asientos hacia adelante pero se detuvo en seco, ¿cómo abandonaría su lugar favorito solo por una persona? Dio media vuelta y tomó el lugar que había escogido primeramente. Tomo asiento.

Mientras transcurrían los minutos, el salón de clases se iba llenando. Los demás asientos comenzaban a ser ocupados por otros chicos y chicas que volverían a estar juntos por un año más de escuela preparatoria. Los únicos dos asientos vacíos eran los dos que se encontraban al final de las filas contiguas a la de Takumi.

-¿Mi suerte será tan mala que el maldito destino quiere que ese imbécil se siente al lado mío? -susurró- Agh. 

Cerró sus ojos un momento e intentó relajar su mente y pensar en qué debería hacer si Shiroki decidía sentarse justo a su lado, cuando una voz le interrumpió.

-Disculpa, ¿está ocupado este lugar? -preguntó una ligera voz que claramente sonó con un tanto de timidez-

Takumi abrió sus ojos y miró a la persona que se encontraba parada junto a él. Se trataba de una chica. Era de una estatura mediana, de tez clara, ojos cafés con gafas, pelo largo y negro. La conocía solamente de vista, nunca había cruzado palabra alguna con ella. Incluso no era como que recordase su existencia.

-Uhm, claro. No hay problema. Al menos así habrá alguien entre nosotros...

-Gracias -respondió la chica mostrando una débil sonrisa en sus labios. Acto seguido, movió un tanto la silla del pupitre para poder tomas asiento y comenzar a sacar un cuaderno y otros objetos mientras revolvía las cosas en su mochila.

Takumi la miró un momento con  ojos despreocupados y posteriormente miró la vista invernal que la ventana le otorgaba.

-O-OH AW WAA -exclamó la chica que con torpeza había dejado caer cosas que estaban dentro de su mochila. Las cosas cayeron regadas por el piso y también justo a un lado de Takumi- Rayos... -la chica abandonó su pupitre para poder comenzar a alzar sus pertenencias. 

-Tienes unas manos muy torpes, eh? -le decía Takumi mientras desde su pupitre le ayudaba a la chica a recoger sus lápices y demás objetos-

-Sí, bueno... lo son demasiado. En realidad toda yo soy la torpe hahaha -respondía con una risa penosa-

Cuando la chica recuperó todas sus pertenencias, se puso nuevamente en pie para poder volver a tomar asiento en su lugar. Takumi la miró de reojo y no pudo evitar preguntar su nombre.

-Chiaki, Ichimura Chiaki -le dijo la chica sin mirarlo a la cara-

-Oh ya veo... -respondía Takumi al tiempo que miraba hacia el frente del aula mostrando el poco interés que le había causado-

-Y tú... Tú eres Fujiwara, ¿cierto?

-¿Hm?, ¿cómo sabes mi nombre? 

-Oh, estuvimos en la misa clase durante el primer año.

-Ah, ya veo. Realmente no la recuerdo para nada. ¿Y qué hay de el año pasado?, supongo que estuviste en una clase diferente.

-Oh, no. Me tuve que ir a vivir con mis padres al norte del país. Cosas de su empleo. Apenas durante las vacaciones de invierno regresé a la ciudad.

Takumi escuchaba con un tanto de atención a la chica. La campana escolar sonó anunciando el inicio de las clases. Los compañeros  que se encontraban de pié regresaron rápidamente a su lugar, sabían que el nuevo profesor o profesora estaba a unos minutos de llegar. 

De pronto, la puerta del aula se abrió de golpe.

Se trataba del peliblanco que había corrido tan rápido como pudo para llegar a tiempo a la clase.

-AH, AH, AH -inhalaba y exhalaba con fuerza- Llegué...

Todos al rededor miraron a Shiroki con cara de asombro por su entrada. 

-Pff tarde como siempre... tsk -pensó Takumi- ¿cuándo será el día en que madure?

Shiroki miró al rededor del salón de clases para percatarse de que solo quedaba un asiento disponible y sin dudarlo lo tomó. Caminó un par de pasos en dirección a dicho asiento y nuevamente alzó la mirada como si buscase algo. Lo encontró. Observó a Takumi a tan solo un par de metros de distancia. Pensó en que si esa chica no estuviese entre ambos, hubiese podido lograr estar junto a él y así poder solucionar las cosas.

Shiroki tomó asiento. Una especie de dolor punzante le sorprendió en el pecho. Sintió un sabor amargo en la boca a saber que no tenía cómo acercarse a Takumi. 

La clase comenzó y ambos solo pensaban en si alguna vez volverían a poder hablarse.

Fin cap 9



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⏰ Última actualización: Sep 04, 2018 ⏰

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