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La lujuria del amor capitulo 5

Lentamente abriendo los ojos, Yuu se despertó al ver a Crowley descansando a su lado. Parpadeando, recordó los eventos del día anterior. "Um, Crowley?" Susurró el ravenette, intentando despertar al vampiro mucho más viejo.

Abriendo un singular ojo abierto, Crowley miró al lindo humano a su lado, cuyos brillantes ojos verdes parecían contrarrestar perfectamente sus propios iris carmesí.

"Mío". Dijo antes de agarrar a Yuu suavemente pero con firmeza y acercando al humano que luchaba. "¡Wah, Crowley!" Respondió el ravenette, prácticamente arremetiendo contra el vampiro mientras era arrastrado hacia el cálido cofre de Crowley. Inhalando el aroma del cabello de Yuu, Crowley suspiró.

"Estoy cansado. Deja de luchar. "Ordenó, todavía sosteniendo a Yuu contra su pecho. Gruñendo, Yuu obedeció, aunque todavía estaba frustrado con el vampiro mayor. "¿Para qué fue eso?" Dijo Yuu en el cofre de Crowley. Moviendo su cuerpo para mirar abajo a los ravenettes brillantes ojos verde esmeralda, Crowley se rió entre dientes. "Quería pasar un poco más de tiempo con mi pequeño gatito". Respondió, acariciando la cabeza de Yuu.

Enrojeciendo de un color rojo brillante, Yuu rápidamente giró su cabeza hacia sus pies, no queriendo que Crowley reconociera su vergüenza. "¡Yo ... yo no te pertenezco, idiota!", Le gritó, cruzándose de brazos a pesar de acostarse en una cama. Riéndose otra vez, Crowley cerró los ojos y trajo a Yuu contra su pecho.

"Buenas noches gatito", dijo, comenzando a dormirse. Bueno, Yuu no estaba teniendo nada de eso. "Um, no. Voy a buscar algo de comida porque si no lo hago pronto, me voy a morir de hambre ". Dijo Yuu, obligando a Crowley a renunciar a su control. Temblando por el aire helado de la mansión, el ravenette se dirigió hacia el pasillo, hambriento.

Caminando por las escaleras de madera, Yuu caminó a través de la mansión, aún maravillado por todas las complejidades utilizadas para crear esto. La combinación de arquitectura medieval y renacentista impuso un tipo severo de belleza, mientras que las alcobas que contienen tesoros y estatuas. Los pilares de cuarzo proyectaban un aire de superioridad y arrogancia que Yuu pensó que se adaptaba a Crowley (aunque todavía era increíblemente frustrante).

Poniendo los ojos en blanco ante la idea, Yuu vagó por los pasillos. De repente, el aroma de galletas recién horneadas flotó sobre él. Con los ojos vidriosos, tropezó con el olor a chocolate. "Oh", dijo antes de correr por el pasillo, mirando a la habitación tras otra en un intento por encontrar la fuente del delicioso olor.

Finalmente, llegó al lugar donde el olor era más fuerte. Al entrar en la habitación, que más tarde identificó como una cocina, vio a Chess sacando otro lote de galletas con una sonrisa, con los colmillos asomando por su boca. "¡Ta-da!" Dijo ella, postrando las galletas hacia arriba como si fueran Simba del rey león. "¡Mi obra maestra!"

"¡Woah! ¡Esos se ven increíbles! "Dijo Yuu, salivando. Ahogando, Chess giró, las galletas salieron volando de la bandeja grande. "¡NO!" Ambos gritaron cuando las galletas cayeron al suelo. Poniéndose de rodillas, Chess miró con horror los restos desmoronados de los deliciosos pasteles. "Mi ... mis bebés ..." Susurró, lágrimas escapando de sus párpados, que estaban cerrados con tristeza.

Levantando uno, Yuu le dio un gran mordisco. Sus ojos se abrieron ante el delicioso sabor, como si todos los dioses que pudieran haber existido hubieran llenado la galleta hasta el borde con el néctar sagrado más divino (o como muchas personas normales se refieren a él, chocolate). "¡Mierda!", Espetó Yuu, con la boca llena de una galleta mientras metía el resto. "¡Estos son deliciosos!" Murmuró una vez más antes de recoger más galletas desmenuzadas.

Limpiándose los ojos, Chess miró a Yuu. "¡Por supuesto que saben increíble! ¡Lo hice yo, después de todo! "Dijo, poniendo los ojos en blanco al pensar que ninguno de sus pasteles sabía menos que mediocre.