30 OneShot ChallengeㅣJooKyun

Date

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El frío día de navidad podría haber sido como cualquier otro de no ser porque esta vez, lo pasaría con su novio. Ese chico tan dulce y apuesto que conquistó csu corazón hace casi un año; Lee Jooheon.

Jeans, una remera roja a rayas, camisa roja, su saco negro y salió. Era suficiente para Changkyun.

- ¿Estas listo?

Jooheon le esperaba recargado en un lindo auto blanco, al igual que su cabello.

- Ha~ Hace mucho frío. También sientes frío ¿no?
Saldremos a pasear en esto en nuestra cita de hoy.

- ¿A- ah sí?

No recordaba que Jooheon manejára.

- No te preocupes. Oh! Y... ten esto.

Orejeras. Las mismas que él traía puestas.

- Honeeey~

- No proteste mi amor.
Esto también.

Unas manoplas rojas con dibujos de gatito.

- Solo puedes tomar mis manos.
Por último...

Sacó una bufanda roja, de quién sabe donde, y se la colocó al cuello.

- Bien... ¿Deberíamos irnos?

Changkyun asintió y su mayor se volteó. Justo en ese momento el auto se alejó.
¿?

- Ven, Rápido!

Detrás del auto habían dos bicicletas.

- Vamos a congelarnos.

- No te preocupes. Con mi ardiente amor, estaré a tu lado.

Rió alto, todo burlón mientras se subía a una bici y empezaba a moverse.

- ¡Changkyun-ah! ¡Vamos!

Era todo un caso. Pero lo amaba tanto... lo haría siempre. Con frío, con calor, en auto... o en bici.

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Mientras esperaban su merienda en un café jugaban jenga.

Changkyun en un momento sacó la pieza del centro. El espacio que quedó lo uso como una mira para ver con un ojo a su cita.

-Oh! Espera.

Mi novio se ve realmente lindo.

Jooheon sonrió cerrando sus pequeños ojos.

- ¿Como es que puedes verte tan, pero tan lindo?

Tapó su ojo derecho
- Así te ves tierno

Tapó si ojo izquierdo
-Así te ves adorable

Hizo un marco con sus dedos
-Ah~ eres tan. Debe ser un sueño.

Las mejillas del peli-blanco se pintaron de rosa y el tono se extendía hasta sus orejas.
Ambos podían luchar codo a codo si de ser tiernos y atacar al otro con su amor se trataba.

- Yah! Deja de jugar, mi cara parecerá tomate.

- Honey~~ es que te ves realmente bien... por eso te amo.

La cara de perrito que ponía el menor lo derretia. No puede decir que no a esa cara y no puede contenerse en mostrarle su amor, esté donde esté.
Se levantó para acercarse al menor, sujetó su mentón y se inclinó juntando sus labios.
Fue cortó pero lo suficiente tierno y apasionado al mismo tiempo que alcanzó para dejar al menor con la mirada en la mesa y en silencio.

-Yo te amo más

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