schizophrenia ☹ l.h. (Español)

siete; objeto negro

+

Luke vio a Carmen llorando hace unos días. Le preguntó que por qué estaba llorando y ella terminaba esquivando sus preguntas.

Ella había estado ignorando a Luke desde que mató al Dr. Hughes.

Luke sabía qué la estaba molestando: el hecho de que mató al terapeuta. Él seguía diciéndole que se lo merecía. Ella acababa diciéndole que la dejara sola.

Carmen se sentía como si ella no fuera digna de vivir más si solo iba a escuchar a Luke diciéndole qué quería que hiciera.

Pero no podía controlarlo. Amaba demasiado a Luke. Él era lo único que tenía.

Carmen había estado en su habitación durante muchas horas y Luke estaba mirándola.

Su cuerpo estaba temblando, pero estaba en silencio. Tenía miedo de sí misma.

Luke se levantó y salió de la habitación después de escuchar algunos gritos desde abajo. No le gustaban los ruidos fuertes, le molestaban. Estaba bien para él gritar, sin embargo, Carmen era la única que podía escucharlo de todos modos.

Vio a los padres adoptivos de Carmen pelear, lo que era muy raro de presenciar. Por lo general, nunca peleaban, se veían como una pareja felizmente casada.

―¡No me puedo encargar de una niña que no tiene una puta vida normal! ―gritó Isaac, el papá adoptivo de Carmen.

Siguieron quejándose de lo difícil que era criar a una niña "anormal".

Luke no podía soportar verlos hablando nada más que mierda sobre Carmen, así que corrió escaleras arriba y fue a la habitación de Carmen.

Las cosas horribles que continuaban diciendo sobre ella siguieron camino a través de su mente. Se le acercó a Carmen.

―Carmen, tus padres. Están molestándome ―dijo.

―¿Por qué? ―preguntó. Él nunca le hablaba de sus padres así que ella estaba un poco sorprendida.

―No les gustas ―dijo Luke y los ojos de Carmen se ampliaron por sus palabras. Le recordaba algo.

Le recordaba el día en que asesinó a sus propios padres. Fue realmente un día para recordar, en serio.

Era joven, demasiado joven para sostener una pistola. Tenía alrededor de catorce años cuando ocurrió.

Amaban a Carmen, y mucho. Y viéndola apuntándolos con un arma solo los hacía sentir como que se desmayaban. Fue el espectáculo más extraño. Era una chica inocente.

Luke estaba allí cuando los mató. Estaba allí cuando mató a sus tres hermanos que amaba a muerte. Estaba allí cuando asesinó a Caden y a otros cinco amigos que tenía.

Él solo quería que Carmen fuera feliz pero ella no podía ser feliz si había gente estúpida en su camino.

―Por supuesto que les gusto, Luke. Les encanto.

Él negó con la cabeza.

―¿Por qué te mentiría?

Carmen se encogió de hombros, mirando alrededor de la habitación. Todavía no había tomado su medicación, y había estado viendo a Luke mucho más estos días. Siempre estaba a su alrededor.

―Míralo tú misma, ¿de acuerdo? ―la arrastró fuera de la habitación y los dos bajaron las escaleras.

Cuando Carmen escuchó toda la discusión se sintió enferma. No le gustaba escuchar a la gente discutiendo. Sus voces resonaban en su cabeza, dándole un dolor de cabeza enorme. Luke la arrastró escaleras arriba.

El recorrido de vuelta en la habitación fue de la mano.

Carmen se sentó en la cama, sin decir nada. No estaba de humor para hablar.

Luke salió de la habitación por unos minutos, luego volvió al interior, sosteniendo un elemento que Carmen encontró difícil de examinar.

Se acercó más a ella, entregándole un objeto negro.

Era una arma.

+