~Narra rius~
Unos golpes de sartenes en la habitacion hicieron que me despertara de golpe. Los chicos tambien se habian despertado a la par mia. Me frote los ojos y mire hacia la puerta. Estaba mi Amo. Timba. Sonriendo, con las sartenes en las manos y podia sentir se calida y penetrante mirada sobre mi. Me sonroje levemente con solo pensar que podria besarle o incluso mejor. Elimine ese pensamiento de mi cabeza, no queria pensar esas cosas. Por que mi jefe me amaria? Si para el sere solo un estupido exclavo. Nos dio unas cajas, cada una con el nombre de cada sirviente.
Eran nuestros trajes. A casi todos era "normal", negro, blanco, pollera, y calzas. Pero a mi, en cambio, era exactamente igual pero en la parte de atras le salia una cola de gato y dos orejas extras.
Rius: Yo no me pondre esto!
Timba: Se ve que alguien esta deseando tener un castigo..
Cerre la boca, y apurado, fui al baño a ponerme el maldito traje de sirviente gato, por asi decirlo. Por suerte, no era el unico. Sparta, tambien tenia algo distinto. En la parte de atras tenia un cierra y debia usar unos zapatos que tenian algo de taco. Esto le dificultaba al caminar. Como no podiamos quejarnos, ni nada, debiamos aguantar usar estos trajesitos y servirles a nuestro jefesitos.
Salimos todos de cambiarnos. Sparta, ya estaba en la terraza mirando hacia afuera con su cigarrillo en la mano. Lo raro, es que lo tenia apagado. Timba, nos dijo que vayamos a preparar el desayuno y que se lo llevemos a las habitaciones de nuestros amos.
Para mi mala suerte, fui el ultimo en salir de la habitacion y cuando pase al lado de timba, este mismo me pego una nalgada. Me quede quieto en mi lugar con los ojos abiertos como platos. No lograba formular ni una sola palabra, solo murmullos sin sentido. Escuche una risita a mi costado. Su mano se deslizo por mi vientre hasta llegar a mi miembro y apretarlo, para luego, sacar su mano. Esta vez si que no sabia que hacer.
Timba: Eres tan uke.. Y tan deseable..
Sali corriendo, apurado bajando las escaleras a maxima velocidad. Queria no pensar en ellos, pero mi mente y mi cuerpo tenian pensado otra cosa. Mis cachetes ardiendo, sus palabras girando en mi cabeza, mi cuerpo con escalofrios interminables y mi miembro ya levantado y duro. Al darme cuenta de lo ultimo, cambie de direccion y empeze a buscar el baño. Buscaba y buscaba con las manos tapandome y acelerado con el corazon a mil por hora.
No veia mucho por donde caminaba y me choque con alguien. yo cai al piso, pero, la otra persona estaba parada al frente mio. Por las piernas logre decifrar que era una mujer. Le vi la cara y ella la mia. No dijo una palabra y se fue. Hay no.. No me digan que esa era la jefa.. Joder!.
Por lo que vi, era algo alta, espalda recta, ojos plateados, pelo marron atado en un rodete con mechones que caian por sus hombros y ropa perfectamente elegante. Espero, no haberme metido en problemas.
Despues de que mi miembro se calmara, fui a la cocina y empeze a hacerle el desayuno a Timba. Los demas, ya se lo habian llevado y estaban limpiando la casa. Yo era el unico estupido en la cocina, preparando un desayuno.
Al terminarlo, lo puse en la bandeja y fui a la respectiva habitacion. Abri la puerta y ya me queria largar de ese lugar. Estaba tirado en su cama semi-desnudo con solo un boxer y sin sus lentes con todo el pelo azul despeinado. Sus ojos me miraban de arriba abajo y su lengua paso por sus labios, mientras me veia. Por suerte mi "amiguito" no me traiciono y logre darle el desayuno sin equivocarme.
Ya en la salida de la puerta, su voz ronca y seductora suena por la habitacion:
Timba: Ven aca. Ahora.
Con las pocas fuerzas que me quedaban, me di vuelta y me gire a la cama. Pero, no se encontraba en la cama. Volvi a darme la vuelta, y estaba atras mio, cerrando la puerta con cerrojo. Trage saliva con dificultad. Otra vez su hermosa voz sono por la habitacion:
Timba: Te castigare por averte atrevido a contradecirme.
sus manos, suaves y fuertes, me sostuvieron por la cintura atrayendome mas a el. Sus ojos pasaban de los mios a mis labios. Esta hablando entre cortado y nervioso. Me beso fuertemente enrollando su lengua con la mia y mezclando nuestra saliva. Sabia que si me retiraba luego seria peor, asi que, solo me deje llevar.
Sus manos acariciaban mi espalda produciendome minis escalofrios. Sus labios jugaban con los mios. Nuestras lenguas no dejaban de enrollarse, hasta que sus labios bajaron a mi cuello. De besos, paso a mordidas produciendome chupones por todo el cuello. Desabrocho mi traje y me saco la pollera. Okey.. esto ya se le esta yendo de las manos. Mis gemidos y gritos sonaban y no podian parar. Pase mis manos por su pelo y lo agarre del cuello, para poder subirme a el y enredar mis piernas en su cintura. Me tiro a la cama.
Sus manos y dedos jugaban con mis tetillas mientras su lengua pasaba por todo mi cuerpo. Las unicas cosas que decia, eran gemidos y gritos pidiendole mas. Ya llegando a mi querido miembro, empezo a apretarmelo fuertemente. Llego a meterselo entero en la boca. Le dije que salga, pero, en cambio, se quedo esperando. Todo mi fluido en su boca y saliendo a su alrededor. Los gemidos eran mas intensos y mas fuertes. Aunque queria morderme el labio para no gemir, me era imposible no poder abrir la boca y gemir. Unos minutos despues me dijo que me diera vuelta, poniendome en cuatro. Y sin rechazos lo hice. Su mano entro sin permiso en mi boca y metio el primer dedo, haciendo circulos, el segundo, haciendo tijeras y el tercero finjiendo hacer embestidas. Por fin, luego de tanto esperar entro en mi. El sentimiento que senti en ese momento era inexplicable, al igual que mis arañasos en su espalda. Cada vez eran mas fuertes y rapidas. Mis deseos de querer cada vez mas, aumentaban y no paraban de aumentar.