¿Volveremos a fingir que es la última vez?

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Flash Back

― ¿Quién es? ―preguntó el castaño mirando de reojo la pantalla del teléfono de Isak, ya que éste llevaba unos minutos con el ceño fruncido revisando sus mensajes de Instagram.

―No lo conozco, pero se llama Eskild. ―respondió con desinterés, no creía haberlo visto antes, pero revisando los perfiles se dio cuenta que era amigo de Eva y Noora. ―Ha estado enviándome mensajes durante los últimos días, creo que conoce a Eva.

―Déjame ver. ―tomo el teléfono sin esperar respuesta y leyó unos cuantos mensajes. Isak no había respondido a ninguno de ellos, así que decidió hacerlo él. ―Es raro que el amigo de Eva decida hablar contigo justo ahora que Noora nos vio juntos.

―Solo me subí a tu auto. ―respondió el rubio intentando quitarle importancia, aunque después de la fiesta de los Penetrators era difícil estar seguro de que fuera solo una coincidencia.

―Quizás intenta seducirte. ―murmuró el castaño con una sonrisa burlona, ganándose una mirada molesta del rubio, era irónico que estuviera ahí tirado en su cama desde hacía unas horas y aun así le molestara que hiciera referencias a chicos sintiéndose atraídos por él. Pero había llegado a la conclusión de que discutir con Isak era una pérdida de tiempo. Había respondido a uno de los múltiples mensajes con una guiño sin que el rubio se diera cuenta y Eskild respondió de inmediato. ―Quiere saber si conoces el London Pub. ―murmuró frunciendo el ceño pensando si alguna vez habría ido a ese lugar con los chicos del buss. Finalmente se rindió y busco el sitió en internet, sonrió al leer los resultados.

― ¿Qué haces? ―respondió el mensaje con un simple "No, ¿es bueno?", probablemente Isak entraría en pánico ante la idea de que ese chico supiera la verdad. ― ¿Estás hablando con él?

―Sí. ―murmuró sin darle más información, el rubio intento quitarle el teléfono de las manos y él lo alejo rápidamente. ―Yo tengo esto.

―No necesito que hables con él. ―exclamó de malhumor tratando de quitarle el teléfono.

―Claro que sí. Este chico quiere llevarte a un bar gay, quiero saber por qué. ―Isak frunció aun más el ceño con una sonrisa incrédula y volvió a intentar tomar el teléfono, pero el castaño lo impidió una vez más levantándose de la cama.

―Creí que no te importaba una mierda lo que pensaran los demás. ―exclamó el rubio levantándose también, ya que el castaño seguía escribiendo y él no tenía la menor idea sobre qué iba la conversación.

―No me importa, pero creo que puedo ocultar mejor esto, que tú. ―exclamó caminando por la habitación alejando el teléfono de las manos del rubio, tampoco era que pudiera ponerlo en alto, tenían prácticamente la misma estatura. ―La última vez que te quedaste a cargo saliste corriendo porque Eva te molesto.

―Puedo contestarle a un desconocido, dame el jodido teléfono. ―el castaño regreso a la cama y él rubio lo empujo para tomar el celular de sus manos, el aparato se perdió entre las sabanas y ambos empezaron a buscarlo desesperadamente. El rubio logro tomarlo entre empujones, subiéndose al cuerpo del castaño para impedir que pudiera arrebatárselo de nuevo, justo en ese instante, el segundo exacto en que la situación daba a diversas interpretaciones, el padre Chris abrió la puerta por el escándalo, tan pronto como la puerta se cerró el castaño estallo en carcajadas por el rostro de su padre, mientras Isak seguía observando la puerta como si hubiera sido su madre quien los vio o alguien de la escuela que pudiera contarle a todo el mundo.

Estaba volviéndose demasiado paranoico con toda la situación.

―Tranquilo, no irá corriendo a contarle a todo el mundo. ―suspiró sentándose en la cama con el rubio a su lado. El teléfono brillo un par de veces más en las manos de Isak, pero ninguno intento contestar.

Dirty little secretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora