¿Te han dicho que eres fascinante?

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Después de los fuegos artificiales, Isak le explicó a Jonas que debía ir a buscar su teléfono, pues se lo había prestado a Noora, mientras comenzaban a caminar entre la multitud que se había reunido en la fiesta navideña, el castaño le explicaba a grandes rasgos que él y Eva habían hablado y arreglado las cosas, él se dedicaba a asentir vagamente, realmente no quería saber sobre Jonas teniendo sexo con Eva de nuevo, sabía que era un idiota al no ponerle la mínima de atención al castaño cuando comenzaba a hablarle de ella, pero eso no evitaba que lo hiciera, entre las personas pudo ver a Noora junto a Eva hablando frente a la mesa con ponche y comida, señalo con la cabeza el sitio y fueron hacia ellas.

―Noora. ―exclamó, alzando un poco la voz para llamar la rubia, ella y Eva dieron un pequeño salto al escucharlo y le miraron como si estuviera loco, él frunció el ceño solo un poco y miro el celular en las manos de la rubia. ― ¿Terminaste? ―preguntó levantando la mirada de vuelta hasta los ojos aun sumamente abiertos de la rubia, ella parpadeo varias veces e hizo un sonido con la garganta, aclarándose la misma, antes de sonreírle y entregarle el teléfono.

―Gracias, Isak. ―asintió y miró el celular en su mano por la extraña forma de actuar de ambas, ya que mientras Noora intentaba ocultar que estaba tranquila, Eva seguía mirándolo fijamente, vagando sutilmente hasta el castaño que estaba tras él. La rubia al notar el ambiente algo tenso, decidió romper el largo silencio que se había producido. ― ¿Les gustaron los fuegos artificiales?

―Estuvieron bien. ―murmuró Jonas sonriendo genuinamente, Isak miraba extrañado a Eva que seguía observándolo fijamente, con el rostro pálido y las pupilas dilatadas. ―Escuche que después de esto habrá una fiesta en el centro, ¿ustedes irán?

―No, le prometí a Linn, mi compañera de piso, que veríamos el maratón de películas navideñas. ―explicó Noora sonriendo algo más tranquila, el castaño asintió correspondiendo a su sonrisa. Luego miró a Eva esperando ella tuviera otros planes, quizás podrían ir juntos, como amigos. Ella noto las miradas de los tres sobre ella y parpadeo varias, agito la cabeza algo confundida y mostró una fingida sonrisa, aun miraba de reojo al rubio que había guardado el teléfono en su bolsillo.

―Ah... ―cerro los ojos con algo de fuerza y volvió a abrirlos intentando dejar la sorpresa de lado. ―No, debo llegar temprano a casa, estoy cerca de irme. ―murmuró sin estar muy segura de que era lo que hablaba el castaño, Jonas asintió y miró momentáneamente el piso.

―Podemos acompañarte, si quieres. Hace tiempo no salimos solo los tres. ―expresó el castaño, estaba claro que intentaba ser su amigo, que se estaba esforzando y la cobriza no tuvo más opción que aceptar, aunque una parte de ella no quería pasar la siguiente hora con ellos dos, justo en ese momento, cuando acaba de llevarse la sorpresa de su vida.

―En realidad, Lea vendrá en un rato, quiere que pasemos un tiempo juntos o algo así, pero ustedes vayan. ―murmuró el rubio mirando al castaño fijamente, Jonas asintió aun cuando tenía sus dudas de que eso fuera cierto, pues Isak no había mencionado a su hermana en meses y aun cuando no eran tan cercanos, habría dicho algo al enterarse que vendría.

Mientras Eva le dedicaba una sonrisa combinada con una extraña mueca al rubio, éste lo noto, pero evadió su mirada olímpicamente, ambos se despidieron y quedaron solo Noora y él observando a Eva y Jonas irse entre las personas.

― ¿Lea es tu novia? ―preguntó Noora llamando su atención de nuevo, la rubia sonreía con tranquilidad y él quiso poner rodar los ojos ante tal tontería, solo le retuvo el hecho de que en realidad la rubia no tenía idea de quien era Lea.

Dirty little secretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora