Nos tomamos un respiro.

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Las cosas con Even no habían ido a ningún lado, así que había terminado donde había comenzado el día, tirado en su cama sin querer ver o hablar con nadie, sabía que hablar de Chris no era buena, pero había querido ser sincero y sin duda había sido una mala idea.

Lo peor era que ni siquiera estaba pensando del todo en Even o lo molesto que estaba con él, sino en Chris y como todo se le iba de las manos cada que él aparecía, era extraño lo que sentía por él, claro que le tenía cariño, había sido un buen amigo durante los meses que estuvieron saliendo, no era como con Even, era completamente diferente en demasiados sentidos.

Con Chris era todo tranquilo, sencillo, como dejarse llevar por la corriente, incluso cuando sabía que si alguien se enteraba todo cambiaría para ambos, no estaba ni cerca de estar tan estresado como cuando había comenzado a salir con Even.

―Isak. ―tres golpes en la puerta y Eskild entrando sin esperar su respuesta, ya estaba acostumbrándose a ello, le miró de reojo y volvió a mirar el techo, el rubio se tiró a su lado en la cama y por largos segundos se quedó en silencio, quiso saber cuanto le estaba costando quedarse callado, pero antes de siquiera poder abrir la boca, Eskild comenzó a hablar. ― ¿Cuándo pensabas decirme que te estabas enrollando con Christoffer Schistad? ―se levantó sobre sus codos y le miró sorprendido de que esa hubiera sido la primera pregunta que tenía.

― ¿Qué? ―no estaba seguro de si estaba intentando romper la tensión con una broma o si estaba hablando en serio, pero no iba a responder eso. Eskild puso los ojos en blanco y se sentó también.

― ¿Cómo fue todo con Even? ―preguntó unos segundos después con mayor seriedad y mirándole de reojo, Isak soltó un bufido y negó en señal de que no había ido precisamente bien. ―Quizás debas darle más tiempo.

―No creo que con el tiempo olvidé que me besé con Chris en una estúpida fiesta a la que fuimos juntos. ―murmuró de mala gana, Eskild volvió a quedarse en silencio, realmente no sabía que decir en ese momento, de todas las personas de ese piso, Isak era el último al que esperaba tener que aconsejar sobre un triángulo amoroso.

―Puedes tomar inspiración de Eva. ―el rubio le miró confundido y Eskild sonrió casi emocionado. ―Terminar con ambos y tenerlos de follamigos. ―rodo los ojos y sonrió un poco. ― ¿Al menos sabes si terminaron o solo están teniendo una pelea? ―preguntó, retomando la conversación sobre Even.

―Creo que *nos tomamos un respiro.* ―murmuró en cierto tono de broma, Eskild asintió y le miró.

― ¿Puedo ser la chica de las copias que se acueste con Even mientras tú escuchas canciones tristes con Linn? ―preguntó haciendo reír de nuevo al rubio a su lado.

Dos días más tarde, las cosas no habían cambiado en nada, Even seguía sin hablar con él, Eskild intentaba que no se pasara el día encerrado en el cuarto, aunque sacarlo a la sala no era un gran avance, solo hacía que se sentara al lado de Linn y se deprimieran juntos. Noora le había estado ofreciendo diferentes clases de tés al menos una vez al día y Jonas lo había llamado un par de veces para saber si estaba bien.

El último día del año, unos chicos de tercero organizaron una gran fiesta a la que todo el mundo estaba invitado, no tenía intenciones de ir, pero Eskild prácticamente lo saco a rastras del piso, incluso eligió su ropa, así que terminó en la casa de algún chico al que ni siquiera conocía, saludó a Sana, Chris y Vilde, luego de lograr llegar a la cocina y conseguirse una cerveza, recorrió la fiesta con la mirada, en otras circunstancias habría resultado divertido.

En un extremo de lo que creía era la sala, vio a Chris con Eva, se preguntó si ella le habría cuestionado sobre ellos juntos y la sola idea de que Eva supiera todo eso le causo molestia, Eskild estaba bailando con las chicas cerca de la escalera, Jonas y Mahdi se acercaron a él cuando lo vieron entre las personas.

Dirty little secretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora