F I V E

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Nancy y Jonathan tenían una fiesta a unas calles de donde estaba la de los chicos, así que bajaron del auto al igual que Dustin y Lucas.
Los únicos que quedaron dentro fueron Mike y Will. El castaño bajó de las piernas del mayor y se sentó donde anteriormente estaba Lucas. El auto se llenó de un silencio, no incómodo, pero si desesperante.

Will: Mike, yo...

El chico no terminó de hablar debido a que Mike estampó sus labios contra los de él.
El menor estaba atónito, no sabía cómo reaccionar, pero le siguió el beso. El azabache, por su parte, no sabía porqué había hecho eso. Ambos estaban confundido, sus hormonas estaban en plena revolución. Bruscamente, el de ojos oscuros se separó de Will.
Ambos se acomodaron en sus asientos, mirando al frente.

Mike: Will, perdón. Yo no —hizo un corto énfasis en aquella palabra— quería hacer eso. Fue asqueroso...

Mike mintió en lo que dijo. Cuando besó al menor sintió algo que nunca con Eleven habia sentido. Se sintió seguro, feliz, cómodo, nervioso, pero sobre todo contento.
Los labios de Will eran como un paraíso. Eran suaves, y tenían sabor a frutilla y menta.
Pero ambos jóvenes tenían miedo. Miedo de que la gente se enterase o alguien los haya visto.
El azabache no sabía porqué hizo eso, se sentía demasiado confundido, ¿Acaso le gustaban los hombre al igual que a su amigo? Eso no lo sabía. Pero el mayor prefirió obviar eso, y hacer como si nada hubiera pasado.
Por otro lado, a Will le había encantado, fue hermoso, su primer beso. Pero lo que Mike había dicho, le dolió demasiado. No pudo evitar soltar una lágrima.

Will: Bueno, hagamos como si nada hubiera pasado.

El más bajo salió rápidamente de ahí, ya había comenzado a llorar. Tontamente pensó que Mike lo pararía para que no se vaya. Pero no, no le importó al mayor que Will se vaya, o eso creía él.

El de ojos aceitunas entró a la fiesta.
El olor a alcohol era tan fuerte que mareó al niño. Will decidió ir a sentarse, pero alguien lo agarró del brazo y lo llevo a la cocina de la gran mansión, y como todo estaba tan oscuro y había tanta gente, no logró ver quién era.

Will: ¿Quién eres?

Max: Soy yo, Max.

Will: Max, ¿Qué pasó?

La música estaba demasiado alta, gracias a eso, el adolescente no escuchaba del todo a su amiga.
La ventaja para el chico es que no se notaba que había estado llorando, ya que la oscuridad del lugar tapaba aquello.

Max: Nada, sólo que quería ver cómo estabas. Pero me tengo ir, Lucas está detrás tuyo.

Will: Ve y disfruta. Adiós chicos.

Max y Lucas: Bueno, adiós —dijeron en tono dudoso, para después los tres reírse. Y luego, finalmente, Max y Lucas irse a la pista de baile, dejando a Will solo.

El pequeño empezó a meterse por en medio de la gente, quería y tenía que salir. El olor a alcohol era muy fuerte, demasiado para él que nunca había tomado cerveza, si quiera algo que se le asemejara.
El castaño estaba por llegar a la puerta para ir al patio, cuando en uno de los sofá, los vió. Mike y Eleven besándose desesperadamente. La joven se encontraba arriba del chico, era como si estuvieran sólo, al parecer. Se estaban casi comiendo. El menor comenzó a llorar, nuevamente, y salió de ahí cuanto antes.

Malditos Celos; byler [cancelada; en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora