S E V E N T E E N

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Will y Mike esperaban sentados al director.

Directo: Will, Mike, pasen!

Ambos entraron con la mirada baja, e inconscientemente sus manos estaban agarradas. El director sonrió con ternura.

Mike: Director, juro que no hicimos nada malo...yo...

Director: Lo sé, Mike. Pero algo tengo que hacer, por algo están acá.

Los jóvenes reforzaron su agarre.

Will: Haremos todo para no tener que ir a detención.

Director: Bueno, harán un trabajo práctico y lo quiero para jueves a primera hora. ¿Bueno?

Will y Mike: Bueno.

El director les entregó unas fotocopias, las cuales contenían algunas pautas.

Los castigados estaban haciendo el trabajo en la casa de Mike, ya que esta, no había nadie en esta.

Will: Okey, Mike, encontré la tercera —el menor comenzó a hablar, pero sin querer el más alto se perdió en los labios de su mejor amigo—. Mike...Mike...Mike, ¿Me estás escuchando?

Mike: Eh, sí, sí.

Will: Ahg, bueno, sigamos. Todavía faltan 7 más...

El menor comenzó nuevamente a leer, pero Mike se volvió a perder en los labios de este.

Mike: Will, tienes algo en los labios.

Will: ¿Dónde?

El castaño miró a Mike, este comenzó a hacer que le limpia algo en esa zona. Al "terminar" habían quedado muy cerca; ambos se miraban a los ojos.

Mike: eres muy hermoso de cerca, ¿Sabías?

Will: eh...bueno...yo

Mike le hizo una seña a Will de que se sentará en su regazo. El chico accedió fácilmente.
Una vez que el castaño ya estaba en el regazo de Mike a horcajadas, el azabache lo agarró del trasero/cadera. Luego prosiguieron a besarse necesitadamente.

Mike: te extraño, Will, te extraño tanto. Necesito sentirte.

Will: yo también, Mike, te extrañé demasiado. Necesito sentirte dentro mío.

El más pequeño envolvió sus blanquesinas piernas, las cuales sólo eran tapadas por un pequeño short, a la cintura de Mike, mientras que el recién nombrado le apretaba el trasero causando gemidos de placer en su amigo.

Will: Maldita sea, Mike, te necesito ya.

El azabache comenzó a subir las escaleras hasta su cuarto con Will encima, mientras se besaban.
Al llegar a la habitación Mike recostó suavemente al niño en su cama. La misma al pasar los años cambió a una de tamaño matrimonial.
Mike comenzó a dejar besos húmedos en el cuello de Will. En un rápido movimiento el mayor quedó debajo del menor.
El castaño comenzó a dejar besos por todo el cuello de Mike, hasta llegar a los botones de la camisa y así desabrocharla, para luego dejar besos por todo el pecho y abdomen del mismo.
Al llegar al cierre del pantalón el menor no dudo en bajarlo. La erección salió casi al instante. Will comenzó a masajearla por arriba de la tela. Mike sólo jadeaba el nombre del adolescente.

Mike: Chupala, por favor.

Este hizo lo que Mike le pidió.
Le bajó cuidadosamente la ropa interior, para así quedar frente al gran amiguito erecto de su chico.
Comenzó a lamer y chupar sin parar, cabe decir que todo fue con un poco de torpeza ya que era la primera vez que lo hacía.

Mike sostenía la cabeza de Will, suavemente, para que este no pare de chupar.
Luego el menor volvió a los labios del otro y luego colocó su boca en el oido del mayor.

Will: Mike, te necesito dentro mío.

La acción anterior hizo que Mike se exitara mucho más, pero primero debía saber si Will estaba seguro

Mike: Will, yo lo haré. Pero si te sientes incómodo o simplemente te arrepientes sólo dime, yo voy a parar —dijo, para así Will asentir.

Mike sacó unos condones de su mesita de luz, para luego ubicarlo en su pene.
Cuidadosamente hizo desaparecer la ropa de Will, para luego darlo vuelta y que este dejase su entrada a la vista.

Mike: Bueno, bebé, empezaré a entrar...avisame si te duele así paro.

Will: bueno —contestó algo temeroso el niño.

Mike: te amo, sábelo.

Will: te amo más —ninguno se había percatado de aquellas palabras dichas, no conscientemente.

Mike comenzó a entrar, causando pequeñas lágrimas en la carita de su amigo. El mismo mientras escondía su cara entre las sábanas y mordía su labio para no gemir del dolor, pero luego de unos minutos el dolor se convirtió en placer. Y sin poder aguantar más el menor comenzó a gemir el nombre de Mike, haciendo que el mayor se excitara cada vez más y más.

Mike: Amor, voy a embestir más rápido, ¿bueno?

Will: Por favor.

Lo que dijo lo hizo.
Lo único que se escuchaba en la habitación eran gemidos de placer de ambos chicos. Era la primera vez de ambos, y eso lo hacía más tierno, además de aquel amor que se tenían.

Mike: Bebé, me...me voy a venir.

Ambos llegaron al orgasmo juntos.
Para después recostarse agotados. Will se recosto en el pecho de Mike y este lo abrazo, para luego cubrirlos con las sabanas.

Mike: Te amo, Will Byers, y estoy feliz que mi primera vez haya sido con vos.

Will: Te amo más, Mike.

Ambos se besaron dulcemente, para luego quedarse dormidos.

Malditos Celos; byler [cancelada; en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora