Malditos Celos; byler [cancelada; en edición]

T W E N T Y

Los enamorados se encontraban en la casa de Mike, ya que los padres de este no estaban.

Mike: Will, mañana habrá como una especie de fiesta en la escuela...y...yo...umh

Will: ¿Tú qué, Mike?

El castaño tomó asiento a lado de el mayor, el cual se encontraba en el sofá más grande.

Mike: Quería saber si querías ser mi pareja.

Dijo mientras cerraba con fuerza los ojos.

Will: Obvio que sí, amor —espetó, para luego así besarse.

Mike: Eres tan hermoso, bebé.

Will se sonrojó.

Los chicos subieron a la habitación de Mike.
Estaban escuchando 'África' de Toto, mientras Will estaba apoyado en el pecho de su chico y este lo abrazaba.
El castaño se había quedado entre dormido, y por el sueño que estaba teniendo, sin querer, lanzó un gemido con un 'Mike' acompañado. Automáticamente el azabache lo miró divertido, aunque también lo había excitado.

Mike: Amor...amor....amor.—comenzó a decir el azabache, mientras movia a su chico para despertarlo.

Will: ¿Qué pasa, Mike?—insinuó mientras tallaba sus ojos.

Mike: Acabas de gemir mi nombre mientras dormías.

Will: ¿De verdad? —preguntó mientras sus mejillas se tornaban de un rojo carmesí.

Mike: Sí, y me gustaría saber que estabas soñando.

Will: Mmh, pues...

Mike: Vamos, dilo. Sin miedo.

Will: Pues...tu me estabas dando duro aquí mismo, y la cama no paraba de rechinar.

Literalmente Will era un maldito tomate.
Mike rió tiernamente y contagió a su chico.

Mike: Eres tan malditamente perfecto. te amo.

Mike comenzó a besar dulcemente Will, mientras lo encerraba en su brazos, así como si lo estuviera protegiendo, como lo protegió desde niños.

. . .

Ere de noche, el menor se había quedado a dormir en la casa de Mike, obviamente le habían avisado a la mamá del menor.
El castaño dormía en el pecho del azabache, mientras este lo cuidaba en sus brazos.
Will estaba completamente dormido, al contrario del mayor, el cual estaba pensativo mientras miraba el techo.
Un recuerdo le vino a la mente

*flashback*

Era una tarde nublada, Mike se encontraba en su habitación aburrido. Estaba dibujando uno que otro garabato en su cuaderno de tareas, cuando la mamá lo llamó.

Mike: ¿Qué pasa, mamá?

El chico se encontraba comprando pan, luego de una larga discusión con su madre, ya que no quería ir. Su piloto color azul y verde gastado, hacían juego con sus botitas y paraguas color amarillo patito.

Mike estaba saltando entre los charquitos, a 2 calles del supermercado, cuando escucho sollozos. Pero no eran cualquier sollozos, eran los de su amigo, Will.

Mike: ¿Will? ¿Qué haces aquí?

Will miró sonrojado a Mike, y con la manga de su swetter limpió sus lágrimas.

Will: Na...nada, Mike.

El castaño sonrió, o eso intentó.
El mayor tomó asiento al lado del castaño, el cual se encontraba en una banca del parque.

Mike: No me mientas, Will. Si no me quieres contar, está bien, pero...

Will comenzó a llorar nuevamente, mientras escondía su carita en sus manos.

Will: Él...él me dijo que era un mariquita, y que no valía la pena que siga vivo y que si me muero le haría un bien al mundo.

Will sorbió su nariz con el pequeño pañuelo que tenía en sus manos.
Mike lo miró confundido, y luego lo abrazo mientras lo escondía en sus brazos.
Fue una sensación hermosa para ambos. El más pequeño sintió que el dolor se fue, y el azabache se sintió en el mismísimo cielo. Pero tenía nueve años, no sabían que era amor.

Mike: ¿Quién fue la basura que te dijo eso?

Will: Mi...mi padre —Mike abrió los ojos como platos al igual que su boca. No lo podía creer, realmente siempre pensó que el padre de Will era una basura, pero ahora lo confirmaba—. Tengo que morir, no sirvo...para nada.

Mike agarró a Will del mentón, para luego conectar sus miradas.

Mike: Will, si que sirves, eres como un angelito, una luz, siempre me iluminas. Eres el ser más servible de la tierra —Will rió enternecido—. Eres la persona más importante que tengo, eres lo único que me hace bien, eres el mejor amigo que cualquiera podría tener. Eres aquella persona que quiero tener a mi lado cuando sea un arrugado y aburrido viejo.

Mike no lo sabía, pero se le había declarado a Will, y él tampoco sabía que el amor de su vida se había declarado.

Will: Gracias, Mike. Eres un muy buen amigo —a Mike se le achicó un poco el corazón por al escuchar esl—. Siempre me haces sentir tan bien.

Will besó la mejilla del azabache, para luego volver a abrazarlo, y dejarlo totalmente embobado

*Fin flashback*

Mike miró a su chico, para luego sonreír con tanta felicidad que no le entraba en el cuerpo.
Tenía al amor de su vida entre sus brazos, como siempre lo soñó y lo imaginó. Tal cual. Con los labios de Will entre abiertos y sus mejillitas ligeramente rojitas, y el corazón de Mike totalmente enamorado de lo hermoso que era el pequeño.

El mayor abrazó a Will, para luego quedarse dormido.

(. . .)