No se lo digas a Jimin (Yoonmin)

Quien es más tonto

—¡Qué me dejes Namjoon! ¡Gritaré si me da la gana!

—Vamos a ver Seokjin, que eres el mayor de todos deberías...

—¡Por eso! Es que son tontos. Tanto Yoongi como Jimin.

El mayor de los chicos había ido a gritarle sus penas, o más bien desespero por romance entre esos dos, al pobre Namjoon que se resignó a escucharlo, sentado en su cama,  mientras Seokjin se paseaba histérico por su habitación. Entre las quejas del mayor Namjoon intervino:

—Entiendo que digas que Yoongi es tonto por no querer declararse, pero ¿Jimin?

Jin golpeó el escritorio con su mano, claramente ofendido:

—¡Jimin! ¡Ese niño! Porque no se da cuenta de que le gusta a Yoongi ¡Por eso es un GRAN tonto!

—Hyung deberías calmarte, no grites tanto, vas a asustar a los demás.

Entonces se abrió la puerta de la habitación, ambos miraron quién entró sorprendidos. El intruso dijo con calma:

—Sí, se te escucha desde fuera.

Mientras tanto, en una cafetería acogedora del centro de la cuidad...

—Taehyung ¿no crees que Yoongi está muy raro?

Este miró a su amigo por encima de su taza de café, dejo esta sobre la mesa y llanamente contestó.

—Define raro.

Jimin frunció el ceño, convencido de que su amigo y compañero de cuarto le tomaba el pelo.

—Hablo enserio.

Taehyung se encogió de hombros, recostandose en su asiento, tampoco entendía muy bien a que venía aquella conversación.

—No lo sé Jimin-alzó una ceja, se le había ocurrido una idea— la pregunta es...¿por qué te importa?

—¿Eso que más dará?, solo es porque Yoongi está raro.

—Ah Jimin, Jimin ¿no es porque te gusta?—le sonrió cómplice—Yo creo que sí...

Ante esa idea Jimin comenzó a reírse con nerviosismo y apartó la mirada mientras se revolvía el pelo.

—¿Gustarme? ¿Min Yoongi? ¡Pero si discutimos mucho! ¡Él no me aguanta demasiado! Puede que Yoongi tenga una sonrisa preciosa y unos ojos  en los que puedes perderte, ser muy inteligente y con un humor curioso. Pero no por eso me gusta.

Taehyung apoyó la cabeza en su mano y añadió con una sonrisilla, poniendo más nervioso a su amigo:

—¿Enserio Jimin? ¿Enserio? ¿Tú te escuchas? No intentes mentir, ni a ti ni a mí, está muy claro.

El nombrado se puso rojo y después de unos segundos de silencio miró a Taehyung y le admitió en un murmullo:

—Vale, tú ganas. Puede que me guste un poco—Taehyung alzó una ceja, Jimin suspiró vencido—Bien, me gusta Yoongi ¡pero no se lo digas!

Taehyung golpeó la mesa y alzó sus brazos en medio de un grito de celebración. Con una sonrisa de oreja a oreja gritó:

—¡LO SABÍA! ¡Es que lo sabía!

Jimin intentó cubrir su rostro de los demás clientes, muerto de vergüenza por la situación. En un susurro le ordenó a Taehyung:

—¡Cállate y deja de ponernos en evidencia! ¿No sabes ser discreto?

Lo único que obtuvo de parte de su amigo fue una sonrisa cuadrada y una negación con la cabeza.