De mí enamórate [1]

Capítulo 13

—¡Rosalie!

—Elle. —Trata de corregirlo—. Ely, ¿qué pasó? Y si no es molestia cariño, date prisa que tengo cosas que hacer.

Camino casi detrás de ella por el pasillo, mientras poco a poco me ignora por saludar a otros.

—Encontré algo que a Nick le encantaría, sé que es cursi pero él siempre ha querido cantar con su chica Hello de Lionel Richie.

Más ignorada no pude haberme sentido en cuanto saluda a alguien más, realmente estaba arrepintiéndome de estar casi rogando por un poco de atención. Se detuvo en el sanitario de mujeres y me hizo entrar con ella, Rosalie se miraba una y otra vez en el espejo intentando encontrar alguna imperfección en su rostro.

—¿Entonces quieres que cante con Nicholas?

—Sí... Es lo que te dije hace un rato.

—¿Qué canción sería ideal para cantarla con él?

Gracias por prestarme atención Rosalie Benson, en verdad lo agradezco.

—Ten, anoche te imprimí la letra.

—¿Cuándo la canto?

—El viernes, en Skeleton así que... Tienes cinco días para aprendértela.

La veo guardar la hoja en su bolso, escucho el gruñir del pedazo de papel al arrugarse, y una parte de mí comenzaba a odiar aquel lado solidario que accedió a ayudarla aquella noche en la que se acercó a mí para cambiar mi entorno, finalmente le sonrío como si nada hubiera pasado y ella toma su retorna camino hacia su destino inicial sin perder la oportunidad de decir:

—Nunca olvidará lo que pase el viernes, te lo juro que le encantará. Luego te veo, cariño.

Rosalie me dejó en el baño sola, me miré en el espejo por unos segundos y decidí salir para tomar mi camino correspondiente hacia el edificio en dónde me tocaba mi siguiente clase.

—Recuerden hacer una reseña de la página 210 a la 244. Pueden retirarse.

Comienzo a guardar mis cosas después de una atareada clase, cierro mi mochila color lila antes de salir del salón. Una vez fuera, me encontré de nuevo con el tráfico de personas en el pasillo, intento abrirme paso y camino hacia mi siguiente clase.

—Hey... ¡Elisse!

Nicholas me jala de la blusa, en cuanto choco contra su pecho le pego en el brazo y sin decir mucho, le exijo que me suelte antes de que mis pechos quedaran expuestos.

—Hola Nick, ¿no tenías clase?

—Sí, pero salí temprano y vine a hacerte una invitación.

—Dime.