Desde esa noche Nicholas y yo no volvimos a hablar más. Yo seguía molesta con él por la actitud que ha tomado, no lo reconocía, no es mi mejor amigo el que está tomando esa postura de macho tan insoportable. Además, él tampoco se molestó en buscarme para ofrecerme una disculpa, si nos veíamos en el edificio disimulaba no haberme visto o incluso fingía que no me conocía. Ni que decir si nos encontrábamos en la universidad, siempre tomaba otra dirección si me veía caminando por el corredor.
Pero, ¿de qué me quejo? Si yo estoy haciendo lo mismo, no hacía el menor intento por acercarme a él a pesar de que lo extrañaba como nunca, aunque odiaba aceptarlo. Es cierto, extraño escuchar su voz, mirar sus ojos verdes de cerca, extraño sus malos chistes y su despeinado cabello negro. Pero debía mantener la postura que he decidido tomar, no puedo bajar la guardia así de fácil, debe escarmentar y replantear su comportamiento para que todo vuelva a ser como antes.
[...]
Nick me evitaba a toda costa, pero Rosalie no. La rubia me detuvo en el corredor, jalándome por el brazo, clavando sus largas uñas en mi piel dejando pequeñas marcas.
—¿Qué te pasa, Rosalie?
—Quiero que me expliques ahora mismo qué está pasando con Nicholas. Desde esa noche en Katana que está rarísimo, ¿qué fue todo eso?
—¿De qué hablas? —Me suelto de su agarre—. Si fue él quien saboteo mi cita.
—No sé si él planeaba sabotear tu cita, porque a mí me obligó prácticamente a ir hasta su mesa. —Explica, tomando el papel de víctima—. Lo que sí sé es que desde que sales con Noah él cambió por completo.
—Eso no es mi culpa, Rosalie. Créeme que yo ya estoy cansada de las actitudes de tu novio.
—Más te vale que las cosas se queden como están, tú con otro y Nick conmigo. ¡Qué te quede claro que él me pertenece!
Demasiado drama para comenzar así mi mañana y mi mejor reacción fue reírme, Rosalie no soportaba que aquella situación me divirtiera de esa forma. Ella esperaba sumisión de mi parte, miedo en la mirada y demás, pero sucedía todo lo contrario, su amenaza no me movía ni un solo pelo.
—Nicholas no te pertenece, Noah no me pertenece, tú no le perteneces a Nicholas. Dejemos de creer que poseer a una persona es romántico, Nick ha elegido estar contigo pero no eres su dueña. —Le digo, mirándola a los ojos—. Honestamente siempre creí que tu autoestima estaba por los cielos pero después de esto me demuestras que eres demasiado insegura. Rosalie, no le tengo miedo a tus amenazas.
No tenía ganas de continuar discutiendo con ella, tampoco tenía tiempo para quedarme aquí escuchándola. Tenía una clase pendiente esperándome en el salón y eso fue lo que hice, irme, olvidándome por completo de lo que Rosalie me acaba de decir.
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De mí enamórate [1]
JugendliteraturUna noche de viernes una bella rubia llega hasta el bar de Skeleton para hacerle una propuesta a Elisse, quiere que le ayude a conquistar a Nick, su mejor amigo de la preparatoria, al que Elisse conoce tan bien como la palma de su mano. Una propuest...