De mí enamórate [1]

Capítulo 26

Noah me toma del brazo antes de que pudiera irme, nuestros ojos se encontraron y nos miramos en silencio unos segundos, segundos en los que particularmente me hizo sentir muy nerviosa, la forma en la que latía mi corazón me lo hizo saber.

—¿Te volveré a ver?

—No lo sé.

—¿Y si me das tu número telefónico?

—Te lo daré si nos volvemos a ver, aquí o en cualquier lugar. Veremos si el destino está de tu lado.

Subo a la bicicleta y comienzo a pedalear hacia la salida del parque sin mirar atrás, pensando en Noah y todo lo que sucedió desde aquel problemita con los engranajes que surgió.

Y ahora, sin más, no sabía porque decidí huir de un hombre como Noah para ayudar a esa mujer. Pero ya estaba camino hacia el supermercado para comprar más pasta y reparar lo que Rosalie había estropeado. 

Después de pasar por las horribles filas del supermercado y del camino estresante hacia la casa de la familia Benson, por fin estaba ahí, en la cocina, sorprendida por el desastre que ella había hecho con lo que sería la cena romántica de Nicholas.

—Pensé que sería fácil hacerlo.

—Rosalie, en verdad es fácil hacerlo.

—¡No puedo! Elisse, quería que esto saliera perfecto. —Me dice con los brazos cruzados, lleva un poco de harina en la frente—. ¿Lo puedes salvar?

—¿Por qué tienes harina en la frente?

—¿No lleva harina?

—No. Bueno sí pero no tanta como le pusiste.

Rosalie se deja caer en la silla y se lleva las manos a la cabeza por la frustración.

—Lo tendré que hacer de nuevo.

—¿Te ayudo?

—¡No! Rosalie, mejor ve a tomar un baño, yo me encargo.

Me encargo de todo, comienzo a hacer lo que siempre hago cuando le cocino a Nicholas, claro que estaba acostumbrada a hacerlo en la comodidad de mi cocina pero tampoco era tan malo hacerlo en una cocina tan grande y hermosa como la de esta casa. Aunque, sí soy honesta, jamás imaginé estar salvando la cena romántica de mi mejor amigo ni con Rosalie ni con ninguna otra de sus novias del pasado.

Mi sesión en la cocina se ve interrumpida por Sophia, entró con dirección hacia el refrigerador.

—Elisse, ¿qué haces aquí?

—Preparo la cena, ¿tú?

—Vengo por mis provisiones. —Saca del refrigerador una botella de agua—. ¿Te enojas si te robo un poco de leche?