𝙶𝙴𝚃𝙰𝚆𝙰𝚈 𝙲𝙰𝚁 - Ｈｉｄｄｌｅｓｗｏｒｔｈ

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"No, nada bueno tiene su inicio en un coche de escape"

Estaba realmente nervioso y con miedo de que algún paparazzi me captara ahí, pero necesitaba desahogarme y ella era una excelente consejera, de ello me di cuenta cuando fuimos novios.

Toco el timbre de su gran casa con insistencia, rogando porque esté y sobre todo, porque me reciba. Hace tiempo no hablo con ella, pero según yo, quedamos en buenos términos. Escucho su voz por el intercomunicador de seguridad

-¿Quién es? – aunque aquel intercomunicador tenía cámara, yo iba con lentes oscuros y una gran chamarra con capucha

-Soy Tom, Tom Hiddleston – susurro cerca para que solo ella escuche (a través del micrófono)

-¡Tom! Oh, voy. Espera – dijo emocionada. Unos segundos después la puerta se abrió dejando ver a aquella alta rubia, tan hermosa y radiante. Sin una gota de maquillaje y vistiendo un blusón holgado con una pequeña mancha de comida y un short, con su cabello despeinado y descalza

-¿Te desperté? – pregunto apenado

-Para nada, me levanté hace casi una hora – me sonríe – Pasa querido ¿qué te trae por aquí?

Entro a la casa, siendo recibido por la tierna Olivia, quien ronronea a la vez que restriega su cabecita con mi pierna. La acaricio rápidamente antes de voltearme hacia Taylor y darle un fuerte abrazo, a lo que ella luce confundida pero luego me devuelve el gesto – Necesito alguien con quien hablar – me separo de ella – Te extrañé mucho, más que como novia como amiga y consejera. Realmente te necesito contar todo ahora

-Bueno, yo también extrañé tu amistad – sonríe mientras me toma la mano y me guía a la cocina, la cual está un poco desordenada – Estaba apunto de hacerme el desayuno ¿quieres algo?

-Lo que tú vayas a desayunar está bien

-¿Seguro? – asiento – Bien, un plato de coctel de frutas, una buena porción de helado de menta, un café cargado, un pan con mantequilla de maní y medio omelette será lo que desayunarás – yo asentí y agradecí, aunque vaya que la chica desayunaba bastante, quizá no podría comer todo eso - ¿Y bien? ¿De qué quieres hablar? – dijo mientras ponía la cafetera y sacaba los platos y tazas

Tomé aire y luego suspiré fuerte – Sobre ¿amor? – dije no seguro de mi mismo

Taylor rió – Vaya, acudir con tu ex por temas de amor

-Perdón – dije apenado

-Oh, no Tom, no te estoy reclamando nada; se me hace una extraña pero curiosa situación – sirvió el helado en un pequeño plato y luego el café en unas hermosas tazas color jade

-Bien – mi mirada divagó en la oscuridad del café – Pues, es difícil de contar ¿sabes?

-Puedes confiar en mi – me tomó la mano mientras me acercaba el bowl con distintas frutas para que me sirviera

-Es que es probable que te enojes conmigo – sonreí apenado y ella me miró confundida

-Ay por Dios Thomas ¿qué hiciste?

-Pues mi historia se resume en error tras error tras error; cansancio, infidelidad, huida, deseo, arrepentimiento, pelea, dolor y huida de nuevo. Con corazones rotos de por medio

Me mira sorprendida mientras termina de poner mantequilla de maní al pan, para luego dejarlo sobre su plato, sonreír y salir corriendo. No supe qué hacer, solo me quedé ahí mirando la puerta por donde salió para unos minutos después verla entrar corriendo con una libreta en sus manos

-Bien, cuéntame todo desde el principio – sin entender señalo la libreta en busca de respuesta – Oh, siempre quise ver como se sentía ser una psicóloga con mis amigos, pero quiero hacerlo más formal y ya sabes, eso hacen los psicólogos – señala su libreta – Tienen una libreta... Aunque ni idea de qué anotan ahí, pero ya se me ocurrirá. Comienza – dio una gran mordida a su pan y un largo sorbo al café y se sentó, con bolígrafo listo para escribir

Di un trago a mi café, cerré los ojos y comencé