𝙶𝙴𝚃𝙰𝚆𝙰𝚈 𝙲𝙰𝚁 - Ｈｉｄｄｌｅｓｗｏｒｔｈ

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"Conducíamos en un coche de escape

Había sirenas en el latido de tu corazón

Me hubiera dado cuenta de que yo tenía que ser la primera en irme

Piensa en el lugar donde me conociste

Estoy en un coche de escape

Te dejé en el bar del motel

Puse el dinero en mi cartera

Y robé las llaves

Esa fue la última vez que me viste"

-Por favor Tom – suplicó – De verdad te adoro cariño, y quiero que el mundo se pasa que lo hago y...

Le interrumpí, muy seguro – No Christopher, no – la idea definitiva pasó por mi mente

Sus ojos se cristalizaron - ¿Por qué no Tom? – su voz se oía vulnerable

Decidí que ya no más, ya era tiempo; diría que tendría que hacerlo ahora para evitar romperle el corazón demasiado, pero mentiría, porque yo sabía que desde el momento en el que nos besamos en aquella terraza de hotel, empezaba a tomar cada extremo de su corazón para un día, este día, romperlo – Porque no está bien Chris. Porque no es justo para Elsa, para los niños, menos para ti – él intentó hablar pero yo proseguí, girándome para voltear a la ventana mientras continuaba – Porque estaría mintiendo, mintiendo a todos

-¿Cómo? – él no tenía ni idea de mis palabras, no las entendía pero igual había miedo en su habla

Suspiré, agarrando valor para decirlo, mirando fijamente a la noche a través de la ventana – No podemos seguir con esto Chris – y cerré los ojos – No puedo seguir mintiendo – giré mi cabeza solo para ver su rostro desencajado y triste, luego volví a mi posición - ¿Estás dispuesto a escuchar la verdad Chris? – pregunté, esperando que dijera que no y solo me pidiera que me fuera o algo por el estilo, pero tratándose de Chris Hemsworth, no era muy probable eso

-Sí – dijo apenas audible seguido del rechinido ligero del colchón al sentarse

Tuve que comenzar a hablar de inmediato, antes de echarme para atrás – Te mentí Chris – tragué saliva – Si nos vamos desde el principio, aquella noche en Nueva York yo había bebido y por eso cuando me besaste te seguí, lo cierto es que me tomó desprevenido, además de que sentí algo de ¿pena? por lo que pasabas en tu matrimonio; pero cuando mencioné un escape yo no me refería a mí. Luego, fue la cena días después y tú, tú estabas tan ilusionado, tan esperanzado que no pude decir que no, por más que quisiera...

Me interrumpió – Yo te dije – hizo una pequeña pausa – Que si no querías, podrías decir no y nada cambiaría entre nosotros – dijo queriendo sonar frío, pero con ligeros rompimientos de voz, seguramente conteniendo las lágrimas

Pero yo era cobarde y no me atrevería mirarle, seguiría viendo al profundo cielo oscuro cuanto me fuera posible – Pero tu mirada Chris, tu mirada me gritaba que te correspondiera. Y yo acepté, pues solo creí que sería un capricho tuyo y se te pasaría en cuanto las cosas mejoraran con Elsa. Luego vinieron los problemas en mi relación con Taylor y entonces, en mi mente pasó la idea de que el "estar contigo" sería una excusa perfecta para acabar lo mío con Taylor, decir que ya no la quería porque seguramente tú ocupabas mi corazón. Pero en eso también mentía, yo si la quería, como pareja y a ti como amigo, pero cuando alguien tiene dos amores con alguno le sale mal, y eso pasó con Taylor. Me dejó por la falta de tiempo para vernos y ser una pareja de verdad. Y me maldije porque realmente esperaba trascender con ella pero, de alguna forma el consolar tu mal matrimonio se antepuso a eso – soltó el primer sollozo y yo apreté un puño contra la ventana – Luego ya, estuve soltero y a lo mejor eso hizo que creyeras más en lo nuestro. Pasaban los días y tú no dabas señales de querer dejar lo nuestro, incluso me tuviste que llevar a Australia a pasar días con tus niños y obligándome a sentirme parte de tu familia