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"La X marca el lugar donde nos derrumbamos

Él envenenó el pozo, me estaba mintiendo a mí misma

Lo sabía desde el primer 'Old Fashioned', que estábamos malditos

Nunca tuvimos un disparo de escopeta en la oscuridad"

Tres días después de aquel brindis donde cerramos nuestro acuerdo que mentalicé a ser pasajero, acordamos encontrarnos. Y yo estaba bastante nervioso. El agua tibia recorriendo mi cuerpo esta vez no estaba sirviendo en absoluto. Salí de la ducha seguro de que mis nervios no se irían. Comencé a vestirme cuando de pronto el timbre sonó. No debía ser Chris, pues nos citamos en su hotel. Y cuando abrí, solamente vestido de la cintura para abajo, me encontré con que efectivamente no era él, era Taylor. Eso, por más loco que suene, me tranquilizó

-¡Cariño! ¡Qué sorpresa! – dije con una sonrisa y la abracé, ella correspondió feliz. Sin dudar entramos

-Pues resulta que ya la próxima semana comienzo con mi sexto álbum, por lo que tendré que empezar a escribir canciones y hacer líricas, grabar y demás – dijo algo emocionada mientras yo cerraba la puerta -Así que solo me quedan cuatro días de vacaciones – se sentó en el sofá mediano – Y pensé en que como no estás en grabaciones, podemos pasar esos días juntos, ya sabes como una pareja normal – rio y yo le imité, sintiendo un ligero peso de culpabilidad, pues no me sería posible. Pues Chris era una prioridad; entre más rápido fuera esto, menos duraría

-Sabes que me encantaría – me senté junto a ella y le di un casto beso – Pero estaré ocupado en otras cosas Tay

Su sonrisa se borró - ¿En qué? Si no es indiscreción

Desvié la mirada, pues no le podía mentir directamente – Hay propuestas de proyectos que tengo que atender – ella agachó la mirada con algo de desilusión y claramente, no me pude resistir – Pero intentaré desocuparme lo más rápido posible, es decir, solo tengo agenda ocupada hoy, pero mañana me desocupo en la noche y de ahí me parece que tengo libres los siguientes dos días – acaricié su cabello rubio y ella volvió la vista hacia mi

-No quiero que te presiones. Solo si puedes – tomó mi rostro entre sus frías y tiernas manos – Si no, lo entiendo – y me besó prolongadamente. Nos estábamos dejando llevar, cuando escuché mi teléfono con una llamada entrante. Me separé algo abruptamente de Taylor, dejándola algo confundida. Corrí a donde estaba mi celular y contesté apresurado

~¿Si?

~¿A qué hora llegas lindo? ~ habló cierto rubio del otro lado

~Oh, estaré pronto ahí ~ dije intentando sonar formal para que Taylor pensara que hablaba con los responsables de mis falsos proyectos

~¿Todo bien? ~ preguntó él escuchando mi tono seco

~Sí, está perfecto. No tardo. Y gracias por la oportunidad ~ y colgué sin dar tiempo a cuestionamientos. Ya le explicaría. Y demonios, ya me sentía con la necesidad de darle explicaciones. Suspiré pesadamente.

Recordé que mi novia todavía estaba en la sala. Me puse una camisa blanca algo formal y fui a donde ella. Debía deshacerme de ella, por más feo que suene – Cariño, debo irme – ella asintió, seguramente había escuchado la conversación – Pero me voy contactando contigo – se puso de pie y la dirigí a la puerta

-Oye, tranquilo, no tienes que correrme – rio un poco

-No exageres – digo intentando sonar a manera de broma, pero la presión de la situación no ayudó

𝙶𝙴𝚃𝙰𝚆𝙰𝚈 𝙲𝙰𝚁 - HiddlesworthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora