2

867 79 39
                                    

"Fue el mejor de los tiempos, y el peor de los crímenes

Encendí una vela y te volví loco

Pero yo no pretendía hacer eso

Y tú ni siquiera lo notaste"

Una noche en Nueva York. Esa noche me estaba arreglando para asistir a una fiesta, con muchos actores, productores, empresarios y demás. Yo no soy muy adepto a las fiestas, pero realmente quería salir esa vez. Había tenido una ligera discusión con Taylor por lo que iba a ir solo. Pensaba que era mejor así, asistir sin una "atadura" de por medio. No tenía una idea de que estaba algo equivocado.

Terminé de acomodar mi corbata y salí de mi apartamento. Mientras el elevador bajaba al estacionamiento pensé en lo incómodo que sería si en la fiesta no hay nadie cercano a mi. Tenía que haber por lo menos alguien. Bajé, busqué mi carro y abordé. En el estéreo sonaba mi disco de Norah Jones, comenzaba Carry On.

El camino fue relativamente rápido, pues no había mucho tráfico y la música mataba el tiempo. Llegué al lugar y entré al estacionamiento. En cuanto mi carro estuvo acomodado, me quedé unos minutos más esperando a que I've Got To See You Again terminara.

Bajé y me dirigí a las escaleras, porque si bien había elevador, no quería utilizarlo sabiendo que habría gente desconocida. Me recordé mentalmente para la próxima asegurarme de que en la fiesta haya amigos.

Cuando menos lo supe, ya estaba en la barra ordenando un martini. Lo obtuve y me fui al enorme balcón. Si bien había buscado con la mirada, no localicé a ningún conocido de verdad; sí, había productores y empresarios que llegué a tratar, pero no para llegar y entablar una conversación. Me limité a perderme en mi martini, recargado sobre la barda del balcón, admirando la ciudad. Pronto sentí alguien tocar mis hombros, como un compañero lo hace. Volteé y me encontré con nada más y nada menos que Chris Hemsworth.

En ese momento debí haberme ido de la fiesta.

Sonreí por encontrar a un conocido (bueno, aunque él me encontró a mi) y lo saludé.

-Oh Tom, que bueno que te encuentro, necesitaba un amigo en esta fiesta

-¿Tampoco conoces a nadie? – reí

-Sí, conozco a varios. Pero son solo eso, conocidos, no amigos – sonrió divertido

-Claro, tiene sentido

-¿Me acompañas por algo de beber? – pidió viendo que ya me había acabado mi bebida

-Si me invitas uno, por supuesto – consigné

-Acepto el trato – y caminamos a la barra. Pidió dos cervezas. Volvimos al balcón y nos sentamos en unos pequeños sillones individuales. Platicamos de muchas cosas. Fueron unas horas increíbles. La mayoría bailaba y bebía y a nosotros nos bastaba con charlar. La música de fondo era la música encerrada en donde era la "fiesta" en combinación con el ruido imparable de la gran manzana - ¿Y qué tal vas con Taylor?

-Creo que bien. Aunque hoy peleamos, de hecho, por eso ella no está aquí. Pero la adoro, es una gran mujer – sonreí sincero

-Ya veo – puso su mirada en el cielo – Yo he discutido últimamente con Elsa. Y bueno, la amo y todo, pero ya no es lo mismo de antes

-Oh Chris, sabes que toda relación tiene sus altibajos, pero siempre se sale adelante – él volvió su mirada a mi

-Lo sé, pero de verdad, ya no me siento de la misma manera con ella. Quisiera un escape a veces – maldita palabra

-Los escapes son buenos de vez en cuando – lo miré fijamente diciendo aquella estupidez – Escapar de la realidad – me puse pie y recargué mis codos sobre la barda – Una liberación de la rutina – lo sentí ponerse de pie también y pronto estaba junto a mi – Quizá con algo... O con alguien – lo miré a esos ojos azules tan profundos – Que te haga feliz por momentos – puse mi mano sobre la suya y fue todo. Sus labios sobre los míos, sin moverse, solo juntos. Fui yo quién hizo el primer movimiento y obviamente, él no se negó. No sé bien si con ese beso empezó todo, porque no lo veo así. Para mi todo empezó en el momento en el que decidí ir a la fiesta, sin compañía, encontrarlo y quedarme ahí con él.

Ni yo supe porque correspondí aquel beso, yo nunca lo vi como algo más que como amigo. ¿Sentí lastima? Puede ser. Pero él no lo vio como un simple acto, él lo vio como una oportunidad de escape. Y yo no me opuse. Terminó el beso y me tomó de la mano, me sonrió. Pero yo no lo hice, no le iba a sonreír sabiendo que ni siquiera quería corresponderle.

-¿Nos vamos? – me dijo y yo asentí

En el elevador nos besamos más apasionadamente. Al llegar al estacionamiento salí de mi trance y puse una excusa tonta que ni siquiera recuerdo. Conduje tranquilamente a mi casa a pesar de mi mente estar hecha un lio. Pero él no se dio cuenta de mi diferencia de trato y pensó que había surgido algo mutuo entre nosotros.

-Wow, ok, a ver si entiendo – dijo Taylor de repente – Hay muchas cosas que me están causando, mmm, ¿curiosidad? – asentí – La primera es ¿¡Me engañaste con Chris!? – dijo hablando fuerte – La segunda ¿¡Vienes a contarme la historia completa de como me engañaste y me usas como psicóloga!?

-O sea, es que la infidelidad no fue solo a ti, a Elsa le fue peor – dije intentando arreglar aquello, pero creo que fue claramente peor – Además le dije que te adoro y que eres genial

-¿En serio? – dijo ante la incongruencia de mi comentario – En fin, tercera ¿¡Todavía que me fuiste infiel con Chris, resulta que no le correspondes!? ¡Basta! Si me fuiste a engañar, lo haces correctamente y lo amas con locura, no me sales con eso de "no le correspondía, iugh" – regañó imitando mi acento británico

-Tal vez si te sigo contando, cambies de opinión

-¡Yo quiero amor, drama, pasión! – dijo eufórica y con voz grave, haciéndome reír un poco - Así que más te vale que pase – dijo suavemente y sonriendo – Continua

𝙶𝙴𝚃𝙰𝚆𝙰𝚈 𝙲𝙰𝚁 - HiddlesworthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora