Jaeno fue corriendo detrás de Jaemin.
— Perdóname bebé — Susurró mientras tomaba la cara de Jaemin entre sus manos.
— No importa — Sonrió Jaemin avergonzado.
Jaeno pegó su frente a la de Jaemin y lo miró unos segundos mientras sonreía.
— Quiero besarte —
Jaemin abrió los ojos a más no poder para después asentir tímidamente.
— Pero cierra los ojos —
Jaemin hizo lo que Jaeno pidió y notó como el mayor pegaba sus labios a los suyos.
A Jaeno no le importaban las miradas de odio que estaban recibiendo por los viandantes, solo le importaba Jaemin.
Porque Jaemin lo era todo para Jaeno.